Seis Años Después de la Masacre de Marikana

Las Masas Mundialmente Necesitan Huelgas Políticas Para la Revolución Comunista

Rustenburg, Sudáfrica, 18 de abril – Hace casi seis años, los mineros de Marikana pararon sus labores y exigieron un aumento salarial. El sindicato que decía protegerlos fue el primero en ordenarles que volvieran al trabajo. Los obreros se negaron. Fue el actual presidente multimillonario de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, con extensas conexiones con los capitalistas mineros, quien ordenó a la policía disparar contra los mineros, matando a más de treinta.

Cuatro camaradas, incluyéndome a mí, hicimos un viaje a la región minera donde todo eso sucedió para movilizar a las masas y reclutarlas al PCOI.

Tuvimos una discusión con algunos de los taxistas y les explicamos nuestra línea como Partido la cual es luchar por el comunismo y terminar con los horrores del capitalismo. Les explicamos que no participamos en elecciones porque el capitalismo no será derrotado por votación. Votar significa elegir qué capitalista lo explotará a uno.

Nos reunimos con el camarada Roberto, quien ha estado en comunicación con nosotros durante el último año. Planteó la cuestión de los sindicatos y su papel en las luchas cotidianas de los obreros. Explicamos que los sindicatos protegen a los capitalistas de la clase obrera. Su papel es asegurarse de que los obreros no se volteen contra los capitalistas.

Le dimos un ejemplar de la Asociación de Obreros Mineros y Sindicato de la Construcción (AMCU, por sus siglas en ingles) que fue oportunista durante la masacre de Marikana. Actuaron como si estuvieran del lado de los obreros y, como resultado, los obreros que pertenecían al Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (Numsa) lo abandonaron y se integraron a la AMCU.

Cuando más de 100,000 mineros desafiaron a los capitalistas, a los sindicatos y a la policía, y se armaron, era el momento de convocar y expandir huelgas políticas en todo el mundo para la revolución comunista. Los sindicatos nunca lo harán. Es nuestro trabajo ganar a las masas a hacerlo.

Roberto prometió leer cuidadosamente toda nuestra literatura. También fue muy útil para proporcionarnos información sobre diferentes minas y cómo acercarnos a los mineros.

Los Trabajadores Inmigrantes Discuten el Comunismo

Al día siguiente, les distribuimos Bandera Roja a los mineros. Nos encontramos con un grupo de mineros que no habían recibido su paga durante más de un mes. Había un minero de Sudáfrica y otros de Zimbabwe. Los capitalistas se estaban aprovechando de los inmigrantes indocumentados.

Tuvimos una larga discusión con uno de los obreros. Nos dijo que a él no le es permitido entrar a las instalaciones de la mina. Lo llaman un “crea problemas” por exigir su salario. El resto, que eran indocumentados, tenían miedo reclamar sus salarios ya que los patrones mineros los amenazan con denunciarlos a la policía. Esto plantea la necesidad de demoler las fronteras.

Uno de los títeres de los patrones nos tomó una foto, obviamente para mostrársela a sus jefes y tal vez ser recompensado.

El “crea problemas” dijo que leería Bandera Roja y movilizaría a las masas para el comunismo. Dijo que lo echarían de su cuarto que alquilaba porque no le pagaron.

A pesar de enfrentar terribles condiciones, este minero no les tenía miedo a los patrones. Estaba desafiante y lleno de esperanza en una alternativa comunista. Había registrado pruebas de que los patrones lo habían amenazado físicamente, pero sabía que de nada servia porque la policía siempre se ponía del lado de los patrones.

Necesitamos muchos más camaradas como él que estén de nuestro lado y que ingresen y sean organizadores activos. Su resistencia y actitud desafiante nos da la fuerza para seguir movilizando a las masas para el comunismo.

Vamos a mantenernos en contacto con él y con muchos otros que conocimos. Esta experiencia nos ha cambiado a todos. Estamos decididos a ser más agresivos en nuestra lucha por un mundo comunista.

Primera página de esta edición

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