Historia de la Clase Obrera: La Comuna de París de 1871, Parte III

El Partido Comunista Internacional de Masas Será la Raza Humana

La Comuna de París de 1871 marcó la primera vez en la historia que la clase obrera, actuando en sus propios intereses de clase, tomara el poder Estatal, aunque solo durara dos meses. No logró ni pudo haber logrado – dadas las condiciones objetivas y subjetivas de ese entonces – su objetivo de crear una nueva sociedad de acuerdo a su visión comunista que tenían.

Sin embargo, abrió nuevos senderos en la lucha de nuestra clase por emanciparse de la explotación capitalista. Dejó lecciones invaluables para las futuras generaciones de revolucionarios comunistas.

El 18 de marzo de 1871, el Comité Central de la Guardia Nacional de París proclamó: “Los proletarios de París han entendido que es su deber tomar en sus manos sus propios destinos mediante la toma del poder gubernamental”.

Contrario a lo que muchos radicales de entonces y ahora proclaman, los Comuneros declararon audazmente que solo la clase obrera puede liberar a la clase obrera. A medida que emprendían este camino, cada vez más de ellos vieron la necesidad de destruir el aparato estatal capitalista. Vieron y entendieron que la esencia del Estado capitalista es violencia armada contra las masas para mantenerlas explotadas y oprimidas.

Por lo tanto, el primer acto del Consejo Comunal fue declarar que la Guardia Nacional (una milicia obrera) debiera reemplazar a los ejércitos permanentes de los capitalistas, los cuales eran instrumentos de opresión.

Las mujeres obreras desempeñaron un papel clave en todos los aspectos de la Comuna, desde el comienzo hasta las batallas finales. Fueron tanto lideres políticas como militares. Fueron claves en convencer a los soldados del ejército gubernamental que se pusieran del lado de las masas de París el 18 de marzo. Las mujeres ayudaron a construir las barricadas y lucharon heroicamente hasta el final para defenderlas. Muchas veces lideraron los ataques contra el enemigo.

Aunque la lucha de la Comuna fue restringida principalmente a París y no lograron marchar inmediatamente sobre Versalles para derrotar al gobierno francés refugiado allí, los trabajadores revolucionarios creían que la lucha tenía que ser internacional. La Comuna luchó y practicó el internacionalismo. En momentos cuando el nacionalismo francés estaba en un punto álgido en la guerra contra Alemania, los comuneros dieron la bienvenida a los comuneros alemanes, polacos, rusos e italianos como miembros del Consejo de la Comuna.

Como escribiera Marx, los comuneros estaban “listos a asaltar los cielos”.

Como explicaba el ultimo articulo, los capitalistas temían a la Comuna (véase www.icwpredflag.org). La atacaron ferozmente tratando de ahogar en sangre su heroico ejemplo y lecciones cruciales. Derramaron ríos de sangre obrera, pero borrar su memoria, ¡nunca!

Eugene Pottier, un comunero fugitivo, escribió en junio de 1871 “La Internacional”. Traducido en muchos idiomas, es el himno del movimiento comunista mundial. Predice con confianza que “La Internacional será la raza humana”

Veinte años más tarde, en la primera celebración internacional del Primero de Mayo, el yerno de Marx ayudó a preparar la manifestación en París: “En este día, las fronteras deben ser abolidas; en toda la tierra veremos que lo que debe ser unido esté unido, y decidido lo que debe ser decidido”.

Revolucionarios Rusos Inspirados por la Comuna

“Consiente de las lecciones de la Comuna”, Lenin escribió en 1908, los trabajadores rusos “sabían que el proletariado… nunca debe olvidar que en ciertas condiciones la lucha de clases asume la forma de conflicto armado y guerra civil; los intereses del proletariado exigen el exterminio despiadado de sus enemigos en enfrentamientos armados abiertos.

“Habrá otro levantamiento”, Lenin predijo, “ante el cual las fuerzas de los enemigos del proletariado resultarán ineficaces, y del cual el proletariado socialista saldrá completamente victorioso”.

Solo nueve años más tarde, en 1917 durante la Primera Guerra Mundial, los obreros rusos liderados por los bolcheviques “asaltaron los cielos” otra vez. Consolidaron el poder obrero sobre una sexta parte de la superficie del mundo e inspiraron una época de lucha revolucionaria en todo el mundo.

Los comunistas rusos y más tarde los chinos aprendieron de la Comuna que la clase trabajadora necesita su propio partido comunista para dirigirlo a la victoria. Los comunistas rusos construyeron el Partido Bolchevique, principalmente entre obreros industriales y soldados; los chinos lo hicieron principalmente entre el proletariado rural.

Pero ellos lucharon y construyeron el socialismo, el cual pensaron conduciría al comunismo, y mantuvieron el dinero y los bancos. Este fue un error fatal.

El Partido que construyeron para luchar por el socialismo no es el Partido que necesitamos para luchar por el comunismo. Es por eso que estamos construyendo al PCOI como un Partido de nuevo tipo: uno que forje vínculos inquebrantables con los obreros y soldados en todas partes.

Un partido con millones de pensadores críticos y activistas comunistas que movilice a las masas para el comunismo. Un Partido en el cual las masas estén cada vez más activas en creativa y entusiastamente construir el comunismo.

La Comuna de París mostró que las guerras inevitables del capitalismo-imperialismo son una oportunidad para la revolución comunista. Las masas bajo ataque pueden y deben ser ganadas a movilizarse para el comunismo y nada menos.

¡Este Primero de Mayo, celebremos la Comuna de París marchando por el poder obrero comunista!

 

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