Fascistas Israelíes Cada Vez Más Mortíferos. Las Crisis en Oriente Medio Muestran la Necesidad de la Revolución Comunista
14 de mayo – Decenas de miles de palestinos en Gaza han participado en protestas masivas, desde el 31 de marzo, en la frontera de esta árida franja de tierra donde son encarcelados por soldados egipcios e israelíes que bloquean el movimiento de personas y bienes. Luchan por regresar a las casas y pueblos que los patrones israelíes les robaron. Los trabajadores en Gaza y Cisjordania respondieron a la masacre fascista de Israel con una huelga general.
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15 de mayo – Era la víspera del 70 aniversario de la Nakba («catástrofe»): la fundación del Estado de Israel y la expulsión de más de 700,000 árabes palestinos de sus hogares y aldeas.
Altos funcionarios israelíes y estadounidenses celebraron el traslado de la embajada de EE.UU. a Jerusalén. Mientras tanto, decenas de miles de palestinos protestaron su encarcelamiento en la Franja de Gaza, la prisión al aire libre más grande del mundo. Escandalosamente, el ejército israelí respondió con fuego real, matando al menos a 60 personas e hiriendo a miles.
Solo una semana antes, Trump sacó a EE.UU. del tratado nuclear iraní. Este acuerdo internacional restringió severamente el programa de armas nucleares de Irán a cambio de eliminar la mayoría de las sanciones comerciales.
Quizás Trump pensó que estaba reafirmando el poderío de EE.UU. en Oriente Medio. Quizás Netanyahu pensó que la masacre de Gaza era una demostración de fuerza. Ambas cosas no son verdad.
«Una rata acorralada morderá a un gato», dice un proverbio japonés. En Medio Oriente, EE. UU. es la rata más desesperada,
Después de la Segunda Guerra Mundial, el poderío militar, diplomático y económico del imperialismo estadounidense le permitió dominar el Medio Oriente. Pero, como admitió recientemente un funcionario estadounidense, «la competencia entre las grandes potencias ha regresado».
Los imperialistas rusos son los nuevos agentes de poder. No pueden detener las mortíferas escaramuzas entre Irán e Israel en Siria, donde Assad está ganando terreno. Pero pueden mediar entre ellos mientras los contraponen entre ellos.
Los imperialistas rusos tienen interés en evitar que estas peleas se salgan de control. EE.UU., por el contrario, desestabiliza deliberadamente la región para limitar la capacidad de sus rivales de construir oleoductos de energía y lograr nuevos avances.
El comercio ruso con Israel aumentó un 25% el año pasado y continúa creciendo. Están reanudando negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio mediante la Unión Económica Euroasiática liderada por Rusia, que incluye a Irán.
Netanyahu tuvo un asiento de honor en Moscú en la conmemoración del 9 de mayo, la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi. El silencio que guardó Rusia ante los ataques aéreos de Israel contra objetivos iraníes en Siria al día siguiente sugiere que Netanyahu le avisó a Putin con anticipación.
Como reportó el periódico liberal israelí Haaretz, «Israel se da cuenta de que en Siria ya no existe una guerra entre las superpotencias en la que los estados satélites se alinean detrás de ‘su’ superpotencia. Este frente pertenece a una sola superpotencia y cualquiera que quiera operar allí tiene que jugar de acuerdo a sus reglas”.
Rusia, a su vez, usa a Israel para controlar la ambición de Irán de comercializar su petróleo y gas independientemente de Rusia.
Por lo tanto, el cortejo de Trump con Netanyahu y Putin puede verse como un esfuerzo desesperado de fortalecer la influencia de EE.UU. o como una traición a los intereses vitales del imperialismo de EE.UU. en la región.
Los Imperialistas Chinos Buscan Expandir su Rol
China se ha mantenido al margen de los combates sirios. Apoyó diplomáticamente a Rusia y Assad, mientras invertía fuertemente en la reconstrucción de Siria. El sudoeste de Asia es geográficamente clave para el proyecto chino “Un Cinturón, Una Ruta”.
Israel ha vendido armas a China desde 1981. Ahora el comercio civil se ha disparado a más de $11 mil millones anuales. Las inversiones chinas en Israel están creciendo a expensas de las empresas estadounidenses y europeas. Israel y China también trabajan en un acuerdo de libre comercio.
EE.UU. Solo en Rechazar el Tratado Nuclear de Irán
No solo Rusia y China, sino también los imperialistas alemanes, franceses y británicos están trabajando juntos para salvar el tratado de Irán.
Las empresas europeas tienen miles de millones en juego ya que Estados Unidos amenaza con imponerles sanciones si no cortan las relaciones con Irán. Probablemente no querrán arriesgarse a perder sus negocios con EE.UU.
Sin embargo, la Unión Europea está buscando formas de bloquear esas sanciones. Trump ha agudizado claramente las contradicciones con algunos de sus aliados más cercanos.
Otros desarrollos en la región también socavan el imperialismo de EE.UU. Estos incluyen las recientes victorias electorales de Muqtada al Sadr en Irak y Hezbolá en el Líbano.
Las renovadas sanciones económicas de EE.UU. contra Irán han alienado aún más a Turquía. Qatar, sede de la base militar más grande de EE.UU. en la región, depende cada vez más de Irán debido a un bloqueo respaldado por EE. UU.
¡Obreros del Mundo, Uníos por el Comunismo!
Los cada vez más aislados gobernantes de EE.UU. se esforzarán más y más para usar el patriotismo – junto con el racismo, sexismo y otras ideas fascistas – para ganarse el apoyo de las masas estadounidenses.
La lógica interna del capitalismo los obliga exprimirles el máximo de ganancias a los obreros en EE.UU. y en otros lugares. También los obligará a movilizar a una clase obrera cada vez más miserable para la guerra.
La competencia mortal, incluida la guerra mundial, está integrada en la naturaleza misma del capitalismo global.
En contraste, el corazón del comunismo global es la cooperación. En el comunismo, no habrá «comercio». No habrá fronteras. En cambio, compartiremos todo con nuestra familia mundial.
No habrá «guerra». En cambio, habrá lucha armada revolucionaria hasta que cada rincón de la tierra sea liberado de la esclavitud salarial capitalista.
Todas las ratas imperialistas y capitalistas tienen dientes filudos. Sus mordiscos duelen. Sus guerras matan. Pero nosotros, los gatos de la clase obrera los haremos trizas.
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