Crisis Venezolana

No Tomes Partido por Ningún Capitalista — Obreros y Soldados Necesitan el Comunismo

Venezuela vive sus días más tensos desde las jornadas de protesta del 2017. La oposición en un acto provocativo declaró a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (declarada en desacato), como “Presidente Encargado” del país.

Las fallas del socialismo del siglo XXI quedan en evidencia y la necesidad de movilizar a las masas para el Comunismo es cada vez más urgente.

La oposición argumenta que las elecciones presidenciales del 2018 que dieron como ganador a Maduro, son ilegitimas por ser supuestamente fraudulentas. Por esta razón, al finalizar el mandato 2013-2019, la oposición realiza esta maniobra y presiona a Maduro a dejar el cargo y llamar a elecciones

El conflicto venezolano ha reafirmado las piezas en el juego de ajedrez de la rivalidad interimperialista. Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, fue el primero en reconocer a Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela, luego Canadá, Colombia, Chile, Costa Rica y otros países alineados a los intereses estadounidenses hicieron lo mismo.

Mientras que China, Rusia, Bolivia y sus países aliados siguen reconociendo a Maduro como presidente de Venezuela. En apariencia, estos no han movido un dedo para evitar las maniobras de intervención. Parece ser que la posibilidad de un enfrentamiento directo entre potencias no es viable pero si lo es un enfrentamiento local entre los grupos armados de la oposición (financiados y preparados por EE.UU.)

Si bien es cierto que la intervención de EE.UU. ha agravado la crisis, no podemos reducir nuestro análisis a esto nada más al igual que el resto de los izquierdistas de “lo posible”. La experiencia venezolana muestra una vez más que el mantener el dinero, el mercado, las relaciones sociales de producción intactas lleva inevitablemente a la crisis.

La era Chavez obtuvo un gran éxito macroeconómico, político y social no por las opciones políticas de su gobierno. Chavez alcanzó el éxito político porque su gobierno pudo canalizar distribucionalmente la segunda gran subida del precio del crudo de nuestra historia. Una salvaje inflación petrolera impulsada por elementos externos a Venezuela que financió salarios mínimos en rápido crecimiento, soluciones habitacionales en masa y coberturas educativas, médicas y nutricionales de amplio espectro.

Chavez le heredó una bomba de tiempo a Maduro. Lo inevitable ocurrió. El precio del petróleo se desplomó en 2014 y el país ha entrado en una crisis de la que no encuentra salida.

Aprender de este proceso significa entender que la revolución comunista no puede depender de la capacidad de compra y venta de los recursos que estén bajo el control del Partido, ni ver a las masas como simples beneficiaras de las reformas.

Las masas (no solo un partido de dirigentes o iluminados), ganadas a las ideas comunistas y organizadas en el Partido, deben ser el motor principal de los cambios necesarios para una nueva forma de vivir.

Eliminar de inmediato el dinero y la producción para la ganancias desatara el ingenio de las masas para la solución de los problemas inmediatos (alimentación, agua, techo, seguridad).

Lucharemos por la soberanía alimentaria, industria para las necesidades, educación comunista, campañas masivas para erradicar problemas sanitarios, para las zonas controladas por el Partido. El éxito de estas metas será la participación de las masas y la capacidad organizativa del Partido.

El desenlace de la crisis pasa por el posicionamiento de los oficiales pero también de los mandos medios y soldados de base del ejército bolivariano.

Los oficiales del ejército venezolano se mantienen fieles al gobierno oficial, a pesar de la presión y el ofrecimiento de amnistía de parte de la oposición.

El PCOI moviliza para el Comunismo en Sudáfrica, El Salvador, México, España, India, Honduras, Canadá, y Estados Unidos pero no en Venezuela.

La crisis venezolana deja clara la necesidad de un partido comunista con independencia de clase con una meta fija: el comunismo y nada menos.

Por ahora, pedimos a nuestros lectores discutir este artículo y el resto de Bandera Roja, hacer el esfuerzo de que las ideas del PCOI lleguen a nuestros compañeros de clase que se encuentre afuera o dentro de Venezuela.

Una base comunista entre los soldados y trabajadores venezolanos podrían llamar a las masas a no defender y morir por alguna de las dos facciones de la burguesía y convertir la crisis en una revolución comunista. Pero no existe tal base, hay mucho trabajo por hacer.

Primera página de esta edición

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