La semana pasada, un compañero vio a siete agentes de ICE justo afuera de la puerta de su apartamento. “¡No abran la puerta! ¡La inmigración está aquí! ” gritó a todo pulmón.
En vez de ver a los agentes de inmigración sacar esposados a sus vecinos de sus casas, los vio irse con las manos vacías. Nadie abrió la puerta.
Justo después del incidente, el compañero compartió su experiencia publicando una advertencia en Facebook de que ICE está en el sur de Los Ángeles.
Vi esto y de inmediato lo llamé.
“¿Estas bien, Pablo?” le pregunté.
“Sí, pero estoy temblando de adrenalina porque soy la persona menos conflictiva que conozco. Pero no pude evitar sacar en ese momento fuerzas de la flaqueza para ayudar a mis vecinos “, explicó.
“Estoy realmente orgulloso de ti, camarada”, le respondí.
Los trabajadores no se cruzan de brazos ante estos ataques
Se han programado redadas de ICE en todo Estados Unidos, como Trump tuiteó, lo cual ha unido a trabajadores para combatir estos ataques. El 22 de julio en Tennessee, vecinos – negros, blancos e hispanos – formaron una cadena humana en torno a una familia que estaba en peligro de ser deportada. Cuando los agentes de ICE intentaron deportarla, los vecinos se aseguraron de que la familia pudiera irse segura.
“Nos mantuvimos unidos como se supone que debemos de hacer como vecinos”, dijo Felishadae Young al canal de noticias local.
Muchas veces bajo este sistema capitalista se nos enseñan ideas individualistas. Se hace creer a otras minorías, como la comunidad negra, que los migrantes están robándoles sus empleos y deberían apoyar la deportación de los obreros indocumentados. En Tennessee y en todo el país, vemos que los trabajadores, a veces dirigidos por grupos eclesiásticos y grupos de derechos pro-inmigrantes, y veces incluso de manera espontánea, se oponen a estos ataques.
Esta resistencia significó que ICE no pudo deportar a todos los trabajadores que tenia en lista. En vez de 2 mil trabajadores que amenazaron arrestar el fin de semana del 20 y 21 de julio, solo arrestaron 35 personas.
Esta modesta victoria muestra el potencial de organizar a aquellos que están dispuestos a defender a sus vecinos en una fuerza capaz de destruir todas las fronteras y crear un mundo donde ningún trabajador sea ilegal.
Conforme Pablo y yo hablábamos más, sabíamos que esto era lo que se requería. Pero a menudo también nos resulta difícil saber cómo comenzar o qué hacer después de un evento como este. Como jóvenes camaradas que trabajan solos donde no tenemos concentración, tenemos que hacer un plan sobre qué hacer a continuación para construir al Partido en el ejército revolucionario que necesitamos. Estaremos trabajando en eso en los próximos días y semanas.
– Joven camarada en Sur Los Ángeles, USA