El presidente turco, Erdogan, amenazó el 4 de agosto con invadir el noreste de Siria. Quiere apoderarse de las áreas controladas por las milicias kurdas respaldadas por Estados Unidos.
Esta es solo una de una serie de contradicciones cada vez más agudas entre EE.UU. y Turquía.
El 15 de julio, la Unión Europea le impuso sanciones a Turquía por enviar barcos de perforación de gas natural y buques de guerra a aguas chipriotas en el Mediterráneo oriental. Los patrones turcos quieren controlar estos recursos y mantenerlos alejados de Chipre, Israel y EE.UU.
Y el 31 de julio expiró la fecha límite que EE.UU. diera a Turquía para que abandonara su acuerdo con Rusia para el sistema de misiles S-400. El gobierno de EE.UU. todavía está considerando imponerle sanciones punitivas.
El declive de la influencia imperialista estadounidense en Oriente Medio le ha dado a Erdogan una oportunidad. Él y los capitalistas turcos que representa sueñan con recuperar el poder y el prestigio, así como parte del territorio, del antiguo Imperio Otomano. Esperan que Rusia y China puedan ayudarles.
El Capitalismo Inventٔó las Naciones y el Nacionalismo
Por más de 600 años, Turquía fue el centro del Imperio Otomano, pero no existía como nación.
Con su derrota en la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano fue dividido entre los imperialistas británicos y franceses. Estos les permitieron a Grecia ocupar la mayor parte de Anatolia. Esta se convirtió en la República Turca moderna cuando en 1922 Mustafa Kemal (Ataturk), dirigió un movimiento de liberación nacional y expulsó al ejército griego y a todos los demás imperialistas.
Nacionalismo: El Talón de Aquiles del Movimiento Comunista Internacional
La Primera Guerra Mundial dio origen a la Revolución Rusa, que inspiró a los obreros del mundo entero. En 1920, comunistasde la etnia turca fundaron el Partido Comunista Turco (TCP) en Bakú, Azerbaiyán, entonces parte de la nueva Unión Soviética.
Quince líderes del TCP abandonaron Bakú en 1921 y entraron a Turquía abiertamente, pensando que Ataturk era un amigo en armas porque la Unión Soviética lo apoyaba. Ataturk los arrestó e inmediatamente los ejecutó.
El movimiento comunista internacional, liderado por la Rusia soviética, apoyó la liberación nacional de las naciones oprimidas como parte de la lucha mundial contra el capitalismo y el imperialismo. A pesar del asesinato de sus camaradas turcos, siguieron apoyando a Ataturk política, económica y militarmente.
A diferencia de los comunistas, los gobernantes turcos entendieron que el internacionalismo comunista y el nacionalismo eran enemigos a muerte. En ese entonces escribieron: “Cuando un soldado se da cuenta de que no tiene que haber una patria, no tendrá que salir a defenderla. Al escuchar que no hay que porque haber odio de naciones, no saldrá a luchar contra los griegos”.
El viejo movimiento comunista, sin embargo, sigue apoyando los movimientos de liberación nacional hasta la fecha. Nosotros hemos aprendido de sus errores.
Los capitalistas necesitan el nacionalismo para ganarnos a los trabajadores para la guerra
La lucha entre los imperialistas rivales por la dominación mundial está llevando al capitalismo mundial al fascismo, a guerras más grandes y, eventualmente, a la guerra mundial.
Los gobernantes fomentan el nacionalismo y el racismo para ganarnos a ver a otros obreros como nuestros enemigos y para luchar y morir por sus ganancias e imperios empapados en sangre.
Somos una sola clase obrera internacional. Nuestro interés es convertir las guerras de estos gobernantes en guerras revolucionarias para el comunismo. Cuando destruyamos a todos los explotadores capitalistas e imperialistas, podremos construir un mundo sin dinero, racismo, sexismo, xenofobia, fronteras, naciones y guerras por ganancias.
Por lo tanto, la lucha ideológica entre el comunismo y el nacionalismo/racismo entre nuestras filas es crucial. El resultado de esta lucha determinará si la clase obrera moviliza con éxito a las masas para la revolución comunista, o si nuestro enemigo de clase nos moviliza para ayudarles a perpetuar la explotación y la esclavitud asalariada.
Los Obreros en Turquía y en el Mundo Entero Necesitamos el Comunismo
Erdogan ganó la reelección en 2018 basándose en su retórica nacionalista y sus aventuras militares en Siria. Muchos en Turquía albergan la peligrosa ilusión de que sus vidas mejorarán al apoyar la lucha de Erdogan por un nuevo imperio turco. Muchos creen que les conviene aliarse con los imperialistas rusos o chinos, cuya meta es reemplazar a EE.UU. como el explotador y asesino dominante en el mundo.
Encarando una inflación galopante, los obreros turcos han hecho huelgas en aeropuertos y en las industrias de construcción y metal. Los trabajadores kurdos continúan luchando contra la opresión racista y la represión que enfrentan. Estas masas airadas deben ver que solo movilizando a las masas para el comunismo.
La lucha para movilizar a la clase trabajadora internacionalmente para el comunismo es la lucha clave de nuestro tiempo. Los colectivos de obreros en todas partes planearán qué producir, lo producirán y distribuirán de acuerdo con las necesidades de las masas. Liberados del nacionalismo, la única guerra que pelearemos es la guerra para terminar con el gobierno de los guerreadores capitalistas y construir el mundo comunista que merecemos.