Discusión Internacional: Usando Bandera Roja para Organizar para el Comunismo

15 de septiembre – Veinte camaradas de cuatro ciudades se reunieron apiñados en una pequeña sala en Los Ángeles, EE.UU. Nueve camaradas rodearon una computadora portátil en Port Elizabeth, Sudáfrica. Seis se acomodaron en torno a un teléfono celular en San Salvador, El Salvador. Con la ayuda de las redes sociales, después de unos minutos de ansiedad, todos éramos parte de una emocionante discusión trilingüe sobre el uso de Bandera Roja para organizar para el comunismo.

Los camaradas sudafricanos informaron sobre su progreso limitado en establecer redes de lectores de Bandera Roja dentro de las fábricas. Pero la mayoría de los camaradas no son trabajadores permanentes. Son casuales (temporales). También lo son los obreros que intentan reclutar.

Han luchado para hacer su trabajo más consistente. Ahora se reúnen con nuevos lectores fabriles de BR en sus hogares. De esta manera, recientemente reclutaron a tres camaradas que trabajan en otra planta. Luchan con estos nuevos miembros para ser más activos y para que recluten a otros de sus lugares de trabajo y vecindarios.

V, en la línea con El Salvador, tenía una historia similar. Tuvo que abandonar la fábrica que es la concentración principal del Partido. Sus camaradas perdieron contacto con ella por un tiempo. “No tratamos lo suficiente de encontrarla en casa”, admitió una líder del partido.

Entonces V los contactó. Preguntaba si estaría bien organizar al Partido en su vecindario y en su nueva fábrica. ¡Si! ¡Por supuesto!

“¿Pueden decirnos más sobre cómo expandieron el trabajo del Partido de tres a cuatro fábricas?”, Preguntó M, un camarada sudafricano, a P, otro líder obrero en El Salvador.

En vez de darle solo una copia de la Bandera Roja a cada miembro del Partido en la fábrica donde estamos más establecidos, comenzamos a darles a todos dos copias”, explicó P. “Tenían que encontrar a alguien que tomará una. Duplicamos la distribución. Un camarada trabajó muy duro para que un vecino se interesara en el periódico. Ese fue nuestro primer contacto en la nueva fábrica”.

“Todos los miembros leen el periódico juntos en el colectivo y ven el importante papel que juega el periódico”, agregó P. Los camaradas sudafricanos hicieron un punto similar.

P estaba muy interesado en saber cómo tantos camaradas sudafricanos (diez o más) se han convertido en escritores habituales de Bandera Roja.

El informe de Sudáfrica explicaba que lo que lo hizo posible fue un cambio de enfoque. “Escribir puede ser intimidante, pero ahora lo estamos haciendo como grupo. Eso lo hace más fácil. Ha ayudado a agudizar la lucha y ha dado confianza a los camaradas que no entendían muy bien la línea”.

El camarada L en Sudáfrica habló sobre un artículo que había escrito sobre la educación. Lo trajo al colectivo y dijo que deberían sacar cualquier cosa que no fuera útil. Sacaron casi todo el artículo. “Lo había escrito como para un periódico capitalista”, admitió. “Las soluciones que propuse eran soluciones capitalistas”.

Los camaradas le dieron el folleto del Partido sobre educación y él lo leyó. Luego entendió mejor cuáles son las soluciones comunistas y reescribió su artículo.

El camarada P todavía pensaba que escribir era muy difícil. Se disculpó por el hecho de que el colectivo no contribuye regularmente al periódico como habían prometido hacer en una reunión anterior.

El camarada A en Los Ángeles le recordó a él que había sido difícil comenzar el Partido en la fábrica, pero que él había ayudado a hacerlo. Como líder, era su responsabilidad tratar de hacer tareas difíciles. Parecía que él apreciaba la lucha.

Una camarada del colectivo editorial en Los Ángeles concluyó la discusión. Ella dijo que la forma en que hacemos el trabajo de Bandera Roja se basa en, y se construye sobre, las relaciones entre camaradas y colectivos del Partido. Siempre debemos pensar en cómo hacer esto de una manera constructiva, colectiva y camaraderil, especialmente cuando luchamos por avanzar la línea y el trabajo del Partido.

Nuestra reunión tripartita, realizada en español, inglés y xhosa, nos mostró a todos cómo se puede hacer esto.

Primera página de esta edición

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