17 de septiembre – La semana pasada, los obreros automotrices hicieron una huelga aquí. Exigían un aumento salarial del 7% (147 Rands o alrededor de US $ 15 a la semana)- una bagatela. Los patrones insistían que no podían nada más que el 4%, pero terminaron concediendo más.
El sindicato que debía liderar la negociación y la huelga era NUMSA. Recientemente se separó de COSATU, la federación aliada con el gobernante Congreso Nacional Africano. Pero el sindicato les recomendó a los obreros a no irse a la huelga. Les ofreció un bono de 5000 Rands ($342) si no hacían huelga y trabajaban, y además, tal vez un bono adicional 2000 Rands ($147) si trabajaban los fines de semana. Esto solo para impulsar mayor producción para que los patrones hagan más ganancias, explotando aún más a la clase obrera.
Llevamos Bandera Roja a los obreros en huelga. La mayoría de ellos afuera de la fábrica eran obreros negros. Los obreros trabajando adentro eran en su mayoría obreros de “color” [mezcla de negros y blancos]. Uno ve esta división: la mayoría de los delegados de taller del sindicato y los supervisores son de “color”.
Muchos obreros negros en las fábricas piensan que no se puede confiar en la mayoría de los obreros de “color”, que siempre están más alineados con los patrones. Esta es una generalización peligrosa porque pinta a todo este llamado grupo racial en Sudáfrica como traidores de clase, pero este no es el caso.
La gente toma uno o dos incidentes aislados y concluye eso. Nuestro colectivo del Partido discutió que necesitamos investigar más a fondo, no solo ver la superficie.
El problema radica en los patrones. Crean y explotan este conflicto dándole un tratamiento más preferencial a los de “color”. Esto para que los otros obreros no vean al patrón como el principal culpable, sino que a la persona que es utilizada como peón para dividir aún más a la clase trabajadora.
Es crucial entender por qué existe esta división. Estos dos grupos constituyen la mayoría de toda la clase obrera en Sudáfrica. Es dividida en base a “raza” en lugar de estar unidos en base a clase. El sistema salarial capitalista nos mantiene a todos los trabajadores encadenados. Al mismo tiempo, requiere divisiones entre los trabajadores para que los patrones puedan mantener su poder.
Para ganar la lucha por el comunismo, esta es la brecha más importante que debemos cerrar para que el punto de vista de los trabajadores se base en la conciencia clasista en vez de “raza”. Entonces podremos entender que somos más similares que diferentes.
La huelga fue una experiencia de aprendizaje para nosotros. Vimos que tiene que haber una representación importante de diferentes “razas” en nuestro colectivo. Esto reforzará nuestra teoría de que, aunque somos diferentes en términos de color de piel, somos siempre los mismos porque venimos de la misma clase. Nuestro colectivo tiene que reflejar eso. Nos animan los colectivos del Partido en otros países que incluyen camaradas de diferentes “razas”.
Cuando les distribuimos Bandera Roja a los obreros en huelga, hicimos contactos con tres obreros en la misma línea de producción que nuestro camarada. Los visitamos en sus casas. Hablamos sobre el comunismo. Algunos de ellos estaban interesados. No fue difícil convencerlos porque estos obreros están sintiendo las brutalidades del capitalismo en carne viva. Les explicamos lo que estamos prescribiendo como la solución.
Estos obreros nos recuerdan a algunos de nosotros cuando ingresamos al movimiento. Tienen una peligrosa mezcla de nacionalismo, panafricanismo y conciencia negra. Necesitábamos encontrar algo en que estuviéramos de acuerdo, lo cual fue la necesidad de la revolución – que es necesaria una transferencia violenta del poder de la clase dominante a la clase obrera.
La clase dominante nunca cederá el poder voluntariamente a nuestra clase. Nos ven como inferiores a ellos. Después de todo, somos sus esclavos asalariados. Para lograr el poder, tenemos que arrebatárselo. Para eso, la clase obrera tendrá que estar armada. Reclutar soldados para nuestra causa se vuelve un imperativo. Ellos pertenecen a nuestra clase.
Demostramos que para que esto suceda tiene que haber un Partido que dé liderazgo a los trabajadores para la revolución. Para ganar, tiene que ser un Partido de masas. Les dijimos que deberían unirse al PCOI y los invitamos a la próxima reunión de nuestro colectivo.
Esta lucha nos ayudará. Siempre tenemos que buscar como hacer las cosas mejor. Cuando algo no funciona, no deberíamos tener miedo de probar cosas nuevas. ¡Fue una buena experiencia!