El Comunismo Pondrá Fin a los Horrores de la Crisis Capitalista Mundia

¿Conoces a alguien que esté desempleado? ¿Mal pagado? ¿Sin hogar? ¿Hambriento?

9 de octubre – Los trabajadores automotrices en los Estados Unidos han estado en huelga durante tres semanas. Están siendo empujados en contra de la pared por la profunda crisis industrial de sobreproducción del capitalismo mundial.

Esta crisis se está extendiendo a todos los sectores. Afecta a toda la clase trabajadora en todo el mundo, especialmente a los trabajadores automotrices que son centrales para la economía capitalista.

Los capitalistas rivales (nacionales y extranjeros) compiten por los mismos mercados. Esto lleva a una “sobreproducción”. Las fábricas producen más automóviles y otros productos de los que se pueden vender de manera rentable.

Más trabajadores industriales y de servicios son despedidos. Las casas son clausuradas, mientras que más están sin hogar. Los alimentos se pudren mientras que más pasan hambre. Los hospitales cierran.

Esta crisis capitalista muestra la urgencia de que los trabajadores se unan al PCOI para movilizarse para la revolución comunista. Necesitamos construir una conciencia comunista en relación a cada ataque contra nuestra clase. Para ponerle fin a estos ataques, tenemos que eliminar el sistema capitalista salarial y construir un mundo comunista.

Tenemos la confianza de que la poderosa clase trabajadora luchará por este mundo comunista y lo ganará.

En vez de trabajar por salarios, trabajaremos con amor para satisfacer las necesidades de nuestra clase. Las relaciones comunistas de compartir y colectividad reemplazarán el sistema monetario. El PCOI movilizará a las masas para destruir el racismo, el sexismo, la homofobia y la xenofobia que quedan del sistema salarial.

El capitalismo hace que la crisis sea inevitable

Durante la crisis de sobreproducción en la década de 1970, los mercados estaban saturados. La tasa de ganancia de los capitalistas disminuía. La industria automotriz operaba al 73% de la capacidad en todo el mundo.

Pero, con la derrota de la Revolución Cultural China, el partido “comunista” chino optó por un capitalismo de mercado abierto y una explotación intensificada, dándole al capitalismo mundial un respiro.

Ahora eso se acabó. Las ventas de autos han bajado en todo el mundo, especialmente en China. Incapaz de expandirse, el capitalismo se está contrayendo. La tasa de ganancia está cayendo y también la cantidad de ganancias.

La tasa de ganancia cae porque los capitalistas compiten por mercados limitados. Necesitan automatización para producir de manera más económica y competir de manera más efectiva.

Pero la única fuente de ganancias del capitalismo es la fuerza de trabajo de los trabajadores. Cuanto más gastan en máquinas y menos trabajadores explotan, más baja es la tasa de ganancia de sus inversiones.

Entonces, nos explotan más duro. Trasladan fábricas a zonas de salarios más bajos. Y también lo hacen sus competidores. Las crisis económicas del capitalismo son inevitables debido a sus contradicciones internas básicas.

¿Por qué los capitalistas industriales no pueden estar satisfechos con menores ganancias? Debido a que tienen que competir por el capital que necesitan para poder funcionar. El capital financiero ha dominado el capital industrial durante más de un siglo. Invierte donde la tasa de ganancia es más alta.

Pero cuando las crisis industriales se agravan, los bancos y otros capitalistas financieros compiten por la reducción de oportunidades de inversión rentable. Cada vez más recurren a la especulación. La economía mundial se convierte en un casino gigante.

Aquí es donde estamos ahora: no solo en una crisis cíclica, sino en una crisis general del capitalismo.

La lucha entre grupos competitivos de capitalistas-imperialistas se agudiza. Las guerras económicas conducen a guerras de disparos, hasta e incluyendo la guerra mundial

Hoy, Trump (USA) y Xi (China) están imponiendo aranceles. Eventualmente necesitarán una guerra para destruir la capacidad productiva —fábricas y trabajadores— de sus rivales. El capitalista ganador puede capturar la mayor participación en el mercado sin importar cuántos millones sean asesinados.

Hasta que destruyamos este derrochador, destructivo, inhumano sistema capitalista.

Abolir el sistema salarial

Desde el punto de vista de los trabajadores, el capitalismo es el sistema salarial. Tenemos que venir a trabajar todos los días solo para sobrevivir.

Cuando la competencia se agudiza, los capitalistas intentan llevarnos a niveles de subsistencia cada vez más bajos. Pagan a los trabajadores negros y latinos menos que a los trabajadores blancos, a las mujeres menos que a los hombres, a los niños menos que eso. Empujan el racismo, el sexismo, la homofobia y la xenofobia para justificar estos ataques: la vanguardia de sus ataques contra todos los trabajadores.

Los líderes sindicales nos obligarían a luchar toda la vida, perdiendo la batalla por salarios apenas superiores a la subsistencia. Pero tenemos que luchar como una clase para deshacernos del sistema salarial y de todas las ideologías venenosas que engendra. Peleemos la guerra de clases por el comunismo en lugar de luchar y morir por los imperios y las ganancias de los gobernantes.

Masas de trabajadores furiosos están buscando una solución. Esa solución es el comunismo. Las masas producirán para su uso, no para sacar ganancias. No habrá desempleo. Todos ayudarán a planificar, producir y distribuir lo que se necesita.

Sin dinero ni mercados ni salarios, sin jefes ni fronteras, no habrá crisis de “sobreproducción” ni guerras.

La urgencia, paciencia y audacia en la movilización de las masas para el comunismo y nada más traerá el amanecer rojo del comunismo.

Primera página de esta edición

 

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