Esta Vez Luchemos por el Comunismo
29 de octubre – Los trabajadores en Chile se movilizan masiva y desafiantemente en Santiago y otras ciudades del país.
Todo comenzó cuando el gobierno de Sebastián Piñera aumentó las tarifas del metro de Santiago. Miles de estudiantes protestaron, negándose a pagar. Se enfrentaron a la represión policiaca chilena (Carabineros de Chile) y ganaron la simpatía de los trabajadores.
Grandes grupos izquierdistas y los principales sindicatos guardaron silencio. Pero los trabajadores comenzaron a unirse a los estudiantes de secundaria y maestros en las calles.
Los Carabineros y algunas unidades del ejército también los atacaron brutalmente. Eso enfureció aún más a miles de trabajadores. Se organizaron en comités y asambleas callejeras. Decidieron ocupar las calles y los centros comerciales.
Esto se convirtió en una huelga general – una huelga política contra la violencia patrocinada por el Estado. Los trabajadores portuarios tomaron la delantera, motivando a los obreros en las fábricas e incluso a los trabajadores del gobierno a unírseles.
Con los obreros en el liderazgo, las masas ahora apuntaron a los ataques económicos neoliberales del gobierno de Piñera. Denunciaron la degradación de la salud pública y las escuelas para beneficio de las empresas privadas. Protestaron el robo de la riqueza de los trabajadores en el sistema de pensiones.
Los capitalistas chilenos vieron movilizaciones similares en Ecuador, Costa Rica y Haití. Se enfrentaron a los obreros con una represión inhumana que recuerda a la dictadura de Pinochet.
¡Y la clase obrera chilena continúa en pie de lucha, organizándose y movilizándose! Algunos dicen que continuarán hasta que caiga Sebastián Piñera.
¿Que hacer?
Los trabajadores chilenos ya están cansados de las mentiras de todos los gobiernos que han gobernado desde la caída de Pinochet en 1990. Muchos rechazan la “forma constitucional” de las reformas propuestas por el Partido Socialista, el Partido “Comunista”, y ahora incluso por Piñera y los partidos derechistas.
Algunos grupos de trabajadores esperan utilizar estas movilizaciones para crear condiciones prerrevolucionarias. Quieren dirigirlos hacia la toma del poder y la destrucción del aparato estatal heredado de la dictadura militar de Pinochet. Las canciones de héroes antifascistas como Víctor Jara, Violeta Parra y Los Prisioneros resuenan en las calles.
Pero no debemos repetir los trágicos errores del pasado. Fue la negativa del presidente izquierdista Salvador Allende a armar a las masas lo que allanó el camino en 1973 para el golpe de estado de Pinochet respaldado por la CIA.
La continua dominación mundial del capitalismo-imperialismo hoy solo es posible porque los comunistas del siglo XX lucharon por la democracia, el socialismo o la liberación nacional, pero no por el comunismo en sí.
Debido a esta línea equivocada, la toma del poder estatal por parte de los trabajadores en Rusia, China, Cuba y otros lugares se convirtió en su contrario: otra forma de capitalismo.
La revolución está nuevamente en la mira de la clase obrera chilena. Sus movilizaciones masivas son un ejemplo para los trabajadores del mundo. Incluso secciones del ejército chileno se han negado a reprimir en las calles a su familia, la clase obrera.
Pero esta vez la lucha debe ser por el comunismo y nada menos.
El Partido Comunista Obrero Internacional saluda a la clase obrera insurgente de Chile con un abrazo camaraderil. Les pedimos a todos que ayuden a construir el Partido en la fuerza que construirá un nuevo sistema mundial basado en los principios comunistas.
¡De cada cual según su habilidad y compromiso! ¡A cada uno según su necesidad! ¡Venceremos!