El Capitalismo No es Una Broma
Sorprendido y perturbado es cómo mi camarada describió cómo se sintió después de ver Joker (El Guasón), la nueva película de Joaquín Phoenix. El famoso villano de Batman ahora tiene su propia película con una historia de su origen oscura y, a veces, difícil de ver. El comienza como un mentalmente enfermo y pisoteado trabajador, Arthur Fleck, y desciende a la locura, transformándose en el personaje principal.
Esta película aborda cuestiones sociales que son síntomas de la pesadilla capitalista en la que vivimos. Sea como fuere, ¿por qué los medios capitalistas querrán vender masivamente una película que promueve la violencia y muestra la realidad de la decadencia de la sociedad capitalista?
La película está ambientada en una decadente Gotham, Nueva York, en la década de 1980. Esto es cuando el presidente Reagan estaba descartando la Ley de Sistemas de Salud Mental y atacando el nivel de vida de los trabajadores, todo lo cual se combinó para conducir a la crisis de desamparados que vemos hoy.
Fleck, que trabaja como payaso, es víctima de algunos jóvenes. Un amigo le da un arma para protegerse. Sufriendo de una enfermedad mental, ve a una terapeuta con exceso de trabajo y al borde de perder su trabajo debido a los recortes presupuestarios. La crisis en la película es cuando Fleck le dispara a tres hombres de la Bolsa de Valores (Wall Street) acosando a una mujer en el metro.
No solo no siente culpa alguna, sino que confiesa este asesinato en la televisión. Esto alborota toda la ciudad. Masas de personas salen a las calles con máscaras de payasos en solidaridad con el payaso asesino del metro que atacó a los hombres de clase alta. Se producen disturbios mientras la ciudad arde y Joker es salvado de la policía por las masas y alabado como héroe.
La enfermedad mental de Arthur es lamentable, pero el aislacionismo y el recorte en los recursos, que él y muchas personas como él enfrentan, es lo que conduce a comportamientos antisociales. Estos resultan en tiroteos, apuñalamientos y otros actos de violencia masiva hacia nuestros hermanos y hermanas de clase trabajadora.
Arthur se ríe para no llorar mientras sufre solo con su enfermedad. Nadie fue a ver cómo estaba Arthur y que necesitaba porque la psiquiatra ya estaba sobrecargada con pacientes que lidiaban con problemas similares.
En una sociedad comunista, este no será el caso. Todos construiremos en nuestra comunidad relaciones duraderas que se extenderán más allá de los parientes consanguíneos. Nos cuidaremos mutuamente y produciremos todos los recursos que necesitamos para una vida de calidad para todos.
El capitalismo necesita que la clase obrera se sienta perturbada, horrorizada y sin esperanza alguna. Al hacer esto, los capitalistas ganan a las masas a la idea de que necesitamos un superhéroe para salvarnos del villano. Los capitalistas no quieren que seamos nuestros propios héroes ni que nos demos cuenta de que ellos son los peores villanos. Nos roban nuestra fuerza laboral y recursos mientras se guardan para sí las ganancias, dándonos las migajas. Los medios capitalistas esperan que nos sentemos a reír antes de llorar, pero la clase trabajadora debe luchar antes de morir.