“Harriet” cuenta la historia de Harriet Tumban, quien escapó de la esclavitud en los Estados Unidos en 1849. Muestra su valentía y heroísmo, así como el trabajo de la red clandestina conocida como el Ferrocarril Subterráneo. Tumban trabajó con el Ferrocarril Subterráneo, rescatando un total de 70 esclavos del sur de EE.UU. y las condujo a la libertad en el norte y después a Canadá cuando aprobaron la Ley de Esclavos Fugitivos en 1850.
Ella era parte del gran movimiento abolicionista interracial. Habló en eventos de recaudación de fondos, participó en al menos una acción con turbas para rescatar a un esclavo capturado y ayudó al militante abolicionista blanco John Brown a planificar su incursión al arsenal federal en Harpers Ferry, Virginia.
Cuando comenzó la Guerra Civil, ella sirvió en el Ejército de la Unión como lavandera, enfermera y espía. En 1863 dirigió a 150 soldados negros en una redada en Combahee Ferry, Carolina del Sur, donde liberaron a casi 800 personas de la esclavitud.
Pero “Harriet” es una película.
“Harriet” es la historia de una heroína de acción. La lealtad y la traición a Tubman y la lucha es su tema. Los cineastas inventaron personajes que representan realidades genéricas para llevar esa narrativa. Incluyen al joven esclavista blanco obsesionado con Tubman, el cazador negro de esclavos y la mujer negra libre en Filadelfia que defiende a Tubman con su vida.
Estos personajes, junto con los personajes de la vida real de la familia de Tubman y los miembros reales del Ferrocarril Subterráneo, ilustran el mensaje de que la lealtad no es una cuestión de lazos familiares, sino una cuestión de compromiso político con la lucha.
¿Pero cuál es la lucha? La esclavitud solo fue abolida en Estados Unidos con una guerra civil. Y la película minimiza esa realidad. Por un lado, cuando Tubman está tratando de rescatar a su hermana de la esclavitud, la hermana se niega a dejar atrás a sus hijos y dice: “Todos no pueden huir”. Tubman sabía eso, pero la película la representa como que no lo cree. De hecho, en una reunión con abolicionistas, es mostrada argumentando a favor del rescate de individuos en lugar de liderar un movimiento para terminar con la esclavitud por completo.
Y las masas, blancos y negros, y John Brown quedan totalmente excluidos.
John Brown: Tubman conoció a Brown en 1858. Un abolicionista blanco que había participado en acciones violentas contra esclavistas en Kansas, Brown estaba organizando entre los abolicionistas para que apoyaran su ataque al Arsenal Federal en Harpers Ferry, Virginia. Esperaba apoderarse de suficientes armas para comenzar una guerra civil.
Tubman estaba entusiasmada con su propuesta. Le dio consejos tácticos en la planificación de la redada. También dio discursos para recaudar fondos para apoyarlo. No lo acompañó a Harpers Ferry debido a su enfermedad, pero nunca vaciló en su apoyo a Brown.
El asunto Nalle: en 1860, Tubman jugó un papel clave en el rescate masivo de Charles Nalle, quien había escapado de la esclavitud y fue encarcelado en Troy, Nueva York. Una turba de casi cuatrocientos abolicionistas rescató a Nalle de la oficina de un juez. Esta no fue la única vez que una multitud de abolicionistas blancos y negros tomaran la ley en sus propias manos para rescatar a fugitivos. Tubman no fue la única mujer negra en desempeñar un papel heroico en estas peleas. Pero la película, y la historia en general, solo muestran a los religiosos pacifistas del Ferrocarril Subterráneo.
Entonces, ¿Cuál es el veneno que se promueve aquí?
La proyecta como una lucha “negra”. La lealtad es vista como lealtad a tu “raza” – no a tu clase. Los blancos son aliados – no camaradas en una lucha común contra un sistema que nos divide para oprimirnos a todos.
Y la lucha masiva y armada solo se muestra en la película cuando se trata del Ejército de EE. UU.
La incursión en Combahee Ferry es heroica, y el único lugar en la película donde se ven masas de personas, lideradas por Tubman, liberando a cientos de la esclavitud. Y ella dice correctamente que la Guerra Civil no se podría ganar sin soldados negros.
Pero en 2019, la guerra imperialista está en el horizonte y los politiqueros negros como Kamala Harris, Cory Booker y Deval Patrick están tratando de ganar la lealtad de los estadounidenses negros. “Harriet” es finalmente una mentira patriótica que, como “Gloria” en 1989, y el Proyecto del diario New York Times 400 Años, intenta ganar a los estadounidenses negros al patriotismo y la guerra.
Mira a “Harriet” con ojos críticos. Luego lee la historia de la lucha masiva e interracial contra la esclavitud. Un lugar para comenzar es nuestro folleto sobre el racismo: Para Terminar el Racismo Se Necesita una Revolución Comunista en http://icwpredflag.org/rps.pdf. Y lee Bandera Roja para la lucha hoy día contra el capitalismo global racista, y únete al Partido Comunista Obrero Internacional para luchar por un mundo comunista sin explotación, racismo y guerra.