Los Imperialistas Estadounidenses Pelean su Imperio, Luchemos Nosotros por el Comunismo
EE.UU., 9 de diciembre – Los republicanos lo llaman una “cacería de brujas”. Los demócratas lo llaman una “lucha contra la corrupción y el abuso del poder”. En realidad, la pelea por enjuiciar a Trump es para determinar el futuro del imperialismo estadounidense.
La clase obrera internacional – ¡no los imperialistas! – debe determinar el futuro del mundo. Debemos construir una nueva sociedad comunista sobre las cenizas de la vieja. Una sociedad sin elecciones ni politiqueros. Una sociedad donde todos participemos directamente en la toma de decisiones que afectan nuestras vidas.
El verdadero juicio político
“Trump ha personalizado, privatizado y desinstitucionalizado la política exterior estadounidense dañando el interés nacional”. (www.cfr.org). O sea, el trabaja para sí mismo, no para su clase.
Ningún “interés nacional” puede satisfacer las necesidades de los obreros y de los capitalistas. Los gobernantes capitalistas definen su interés de clase como el “interés nacional”.
Una facción importante del imperialismo estadounidense cree que Trump está sacrificando el “interés nacional” de los capitalistas para su beneficio personal.
El sistema político de EE.UU. no tiene un método oficial e inmediato (como un voto de “no confianza”) para derrocar a un gobierno. Cuando los gobernantes sienten que no pueden esperar las próximas elecciones, el juicio político es su remedio extremo.
Las fuerzas pro-juicio político no pueden esperar. Temen que Trump, al animar la interferencia extranjera en las elecciones de EE.UU., compromete todo el llamado sistema “democrático” de ellos.
Los imperialistas se preparan para más guerras
La clase dominante de EE.UU. está dividida sobre cómo preservar su imperio global en peligro de extinción. Algunos piensan que EE.UU. debe prepararse para enfrentarse simultáneamente a los imperialistas chinos y rusos. Otros abogan por priorizar uno sobre el otro.
Pero la administración de Trump está poniendo en riesgo al imperialismo de EE.UU. en ambas regiones.
Promueve activamente los intereses rusos en Europa Oriental. Debilita la OTAN. La política de la administración Trump en Ucrania apuntaba solo a atacar al rival interno de Trump. En el suroeste asiático, su abrupta retirada de las fuerzas de EE.UU. de Siria, un regalo para Rusia, horrorizó a los líderes militares estadounidenses.
La administración Trump también ha debilitado a los Estados Unidos en Asia-Pacífico. Se retiró de la Asociación Transpacífico. Aplazó los proyectos de construcción militar en Guam, un centro militar clave de EE. UU., para pagar por el “muro” de Trump. Sus demandas sobre Corea del Sur han “aumentado las tensiones entre aliados de mucho tiempo y planteado riesgos para la seguridad regional”.
Los líderes militares de EE.UU. ven el apoyo de Trump a un criminal de guerra de los Navy SEAL como una amenaza a toda su cadena de mando y la disciplina militar.
Por eso está siendo enjuiciado. No por enjaular a niños refugiados y dejarlos morir. No por recortar los cupones de alimentos. No para alentar a los violentos supremacistas blancos. No por enriquecerse a costa de los contribuyentes. No por llamarse a sí mismo “el Elegido” e intentar comprar Groenlandia.
Testificando contra Trump… y para un patriotismo anticomunista
Fiona Hill, una testigo clave en el juicio político, es una experta en Rusia / Eurasia entrenada en Harvard. Pertenece al Consejo de Relaciones Exteriores y al Brookings Institute. Una ex analista de inteligencia bajo Bush y Obama. Una asesora principal del Consejo de Seguridad Nacional de Trump hasta julio.
El abogado republicano George Conway propuso un #FionaHillFanClub. Se supone que debemos admirarla, junto con los acérrimos diplomáticos anticomunistas Marie Yovanovich y el teniente coronel Alexander Vindman (otro experto en Rusia entrenado en Harvard) que también testificaron.
Estos tres, todos inmigrantes, supuestamente son “personas que hacen lo mejor para la patria”. Los gobernantes quieren que nos inspiremos con entusiasmo patriótico, posiblemente para una guerra contra Rusia. Quieren que identifiquemos a Rusia con el “comunismo” a pesar de que los gobernantes oligarcas rusos abrazan abiertamente el capitalismo de libre mercado.
El anticomunismo es una piedra angular de la ideología antiobrera de los patrones
Los demócratas atacan a Trump… ¿son ellos amigos de los trabajadores?
En 1979, Estados Unidos respaldó al brutal Shah de Irán. El ayatolá Jomeini se opuso a él. Muchos izquierdistas iraníes pensaron que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Apoyaron a Jomeini. Pero una vez en el poder, los suprimió. Muchos fueron encarcelados o asesinados u obligados a exiliarse.
“Somos las masas”. “Trump es enemigo de las masas”. “Los demócratas son enemigos de Trump”. ¿Hace eso que los demócratas sean amigos de las masas? ¡No!
Obama intensificó las deportaciones. Los demócratas permiten que Trump reduzca los impuestos a los ricos, que divida a las masas con racismo y sexismo y construya el fascismo. Pero ahora lo atacan por interferir con los preparativos de los gobernantes imperialistas para la Tercera Guerra Mundial – un ataque aún más mortal contra nuestra familia internacional obrera.
Los trabajadores no tenemos “amigos” entre los gobernantes capitalistas en ninguna parte. Preparémonos para acabarlos a todos con la revolución comunista.