En el Comunismo Construiremos Viviendas que Satisfagan las Necesidades de las Masas

Hoy, en el Área de San Francisco, hay unas 63 mil 500 personas sin hogar y como 106 multimillonarios. Algo esta podrido en un área donde ciudades enteras de tiendas de campaña brotan en las frías lluvias de invierno cerca a las mansiones de los multimillonarios.

¡Algo está podrido hasta la médula en un área donde hay 4 a 5 veces más casas vacías que personas sin hogar! Ese algo es el capitalismo. Su principio operativo es que si no lo puedes pagar, no lo puedes tener porque las necesidades humanas no son nada comparadas con las necesidades del capital de obtener ganancias.

Por supuesto, no es solo el Área de San Francisco. Hay 60,000 personas sin hogar en Los Ángeles y al menos 150 millones (y aumentando) en todo el mundo. Ya no existe algo tan simple como “tierra” en este planeta. ¡Cada pulgada cuadrada se ha convertido (o se está convirtiendo) en “bienes raíces”, o en un terreno medido con precisión, de propiedad privada y potencialmente rentable! Los pies humanos solo están permitidos en esta tierra bajo circunstancias especiales.

Los capitalistas son los dueños y nosotros, las masas humanas, debemos pagarles el alquiler, las hipotecas (a los bancos) o no tener hogar. Usan su Estado, leyes, policía y tribunales para hacer cumplir su propiedad. La falta de vivienda es un producto de este sistema. Es especialmente un producto del capitalismo industrial. La única forma en que podemos acabar con esto es mediante la revolución comunista.

La revolución le dará de nuevo la tierra a la humanidad. Nosotros, las masas, contribuiremos con lo que podamos – construyendo, convirtiendo y compartiendo lo que tengamos para satisfacer las necesidades de nuestros hermanos y hermanas.

Inversión Inmobiliaria y Crisis

No será fácil. La industria de bienes raíces de todo el mundo está valorada en $ 217 billones. Constituye el 60% de los activos del mundo, principalmente en vivienda. Está protegida con todo, desde grilletes hasta bombas nucleares y una industria informática que dice que la revolución comunista es indeseable o inalcanzable. Puedes estar seguro que los 106 multimillonarios en el Área de San Francisco están hasta la coronilla haciendo estas inversiones y defendiéndolas.

Para ellos, las ganancias del 15% al 20% que puede obtener el propietario de edificios de apartamentos caros no solo son irresistibles, son indispensables. Debido a factores que hemos esbozado otras veces, la tasa de ganancia en manufactura, minería y transporte ha caído drásticamente. El sector inmobiliario es una de las pocas áreas donde el capital puede multiplicarse. Los capitalistas (y esta es su debilidad estratégica) no tienen otra opción: tienen que invertir en bienes raíces, aumentar las rentas e hipotecas, y gentrificar los barrios obreros.

Para ellos, la falta de vivienda es un daño colateral inevitable. También lo son los millones de desplazados y los que migran en busca de vivienda y empleo.

Los bancos, los fondos de cobertura y las empresas de capital privado como Blackstone son ahora los propietarios de bienes raíces más grandes del mundo. La carga de la renta, el porcentaje de ingresos que los inquilinos destinan a la vivienda, se está disparando, especialmente en los barrios negros y latinos. Los obreros de la construcción construyen casas que no pueden comprar.

La reforma empeora la crisis de la vivienda

En noviembre, Apple, Facebook y Google anunciaron su plan para invertir un total combinado de $ 4.5 mil millones en “viviendas asequibles” en California. Amazon está haciendo lo mismo en Seattle. Invertir es la palabra clave. No están dispuestos a construir casas para las masas. Están dando préstamos para obtener grandes ganancias construyendo viviendas caras y para encubrir el hecho que ellos son la causa de la falta de viviendas.

¡Necesitamos el comunismo! Las masas comunistas resolverán la contradicción entre la propiedad privada y las necesidades de las masas aboliendo la propiedad privada, junto con los capitalistas y su Estado, mediante la revolución comunista.

Los centros de producción, la tierra, el transporte, el agua y todos los recursos naturales serán recursos colectivos de las masas, para compartirlos y utilizarlos para satisfacer nuestras necesidades y cuidarlos para las generaciones futuras. El dinero, alquiler e hipotecas serán malos recuerdos del pasado.

Todos contribuiremos lo que podamos y recibiremos lo que necesitamos. Sin embargo, tendremos propiedad personal: nuestro propio cepillo de dientes, anteojos, etc.

Las masas, por medio del PCOI, organizarán viviendas, comedores colectivos y espacios comunes. No seremos los “dueños” de casas o apartamentos, simplemente viviremos en ellos y los cuidaremos. Conforme nuestras necesidades o el tamaño de nuestras familias cambien, podremos mudarnos a otro lugar u otra vivienda. Todos tendremos vivienda adecuada.

Masas de obreros movilizándose para el comunismo pueden tomarse la propiedad privada de los capitalistas y hacer que sea útil para todos nosotros. Movilizando para el comunismo ahora es el camino a seguir.

Primera página de esta edición

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