Liderados principalmente por estudiantes, los residentes de Hong Kong han realizado protestas masivas en los últimos meses. Estas protestas son las últimas acciones de un movimiento continuo que se opone al dominio chino sobre Hong Kong. Las últimas protestas fueron provocadas por amenazas de enviar manifestantes a China continental, donde estarían sujetos a largas penas de prisión. Al igual que la “Revolución Paraguas” de Hong Kong de 2014, las recientes protestas han sido atacadas con balas y gases lacrimógenos de la policía y otros matones progubernamentales.
Factor Económico Detrás de las Protestas
Estas protestas no solo son causadas por políticas anti-Beijing, sino que están motivadas por serios problemas económicos. La vivienda en Hong Kong es una de las más caras del mundo. Muchos trabajadores viven en pequeñas chozas, ilegales e inseguras, construidas en los techos de los edificios. Los precios de la vivienda en Hong Kong se han disparado debido a una enorme “burbuja” inmobiliaria. El precio promedio de una casa es de US 1 millón 230 mil dólares que solo los ricos pueden pagar. Hay mucho resentimiento en Hong Kong contra los compradores ricos de de casas que vienen de China continental, y contra estudiantes de allí que acaparan muchos de los cupos en las universidades élites de Hong Kong.
Como es de esperar, la rivalidad interimperialista entre las clases capitalistas estadounidenses y chinas está profundamente involucrada en el movimiento de Hong Kong. La Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (es decir, la CIA) ha financiado proyectos “prodemocráticos” en Hong Kong, y nuevas leyes estadounidenses amenazan con sancionar a los funcionarios de Hong Kong y Beijing por “violaciones de los derechos humanos” en Hong Kong. Los capitalistas de EE.UU. quieren usar este tema para avergonzar al gobierno chino, como hacen con la opresión del gobierno chino a los uigures, un grupo musulmán minoritario.
El gobierno capitalista de China ha estado haciendo movimientos agresivos contra el capitalismo estadounidense, ahora que se ha convertido en una gran potencia imperialista. El gobierno del presidente Xi Jinping está desafiando a los EE.UU. en el Mar del Sur de China y el Estrecho de Taiwán, y está produciendo nuevos portaaviones, bombarderos, misiles y aviones de combate. El gobierno chino está no está cediendo en la guerra comercial con EE.UU. que Trump dijo sería “fácil de ganar”. El intento de imponer la ley de China continental en Hong Kong, que provocó resistencia masiva en Hong Kong, es parte de mostrar su poderío imperialista.
Democracia Sigue Siendo Dictadura Capitalista
El movimiento de Hong Kong es un verdadero movimiento de masas con verdaderas quejas que lamentablemente pelea por la ilusoria “democracia real” capitalista. La democracia, con su trampa electorera – sus campañas y anuncios en los medios – es una estrategia de la clase capitalista para legitimar su dictadura, promoviendo la mentira de que las masas tienen voz y voto en el gobierno.
En todas las democracias, los candidatos no pueden ganar las elecciones a menos que obtengan la aprobación de una combinación de líderes de partidos, de los grandes medios de comunicación y de contribuyentes ricos. Los candidatos que carecen de esta aprobación serán ignorados o serán atacados en la prensa o en caros anuncios televisados.
En EE.UU., los capitalistas han podido hasta ahora confiar en esta farsa para mantener su dominio. Pero eso puede estar cambiando. En general, las clases capitalistas recurren a la violencia masiva cada vez que las elecciones puedan no dar los resultados que desean los capitalistas más poderosos. Lo hemos visto recientemente en Bolivia y Ucrania.
Los Capitalistas Siempre Gobiernan en la Sociedad Capitalista
Los capitalistas de Hong Kong tienen sus conflictos con los grandes capitalistas en Beijing, pero los capitalistas han gobernado en todo China desde la Revolución Cultural, un movimiento de masas que intentó pero no logró evitar la victoria del capitalismo en China. Ahora los capitalistas que gobiernan China nunca abandonarán su posición sin una revolución comunista. Las masas de Hong Kong no van a estar mejor si eligen a nuevos polítiqueros. Urgimos a estos combatientes decididos a dirigir su energía y furia a la lucha por el comunismo, no para apoyar a un grupo de capitalistas contra otro.