INDIA
Madhu tenía diecisiete años cuando vino a Nueva Delhi para inscribirse en la Universidad Jawaharlal Nehru (JNU). Creció en una aldea remota sin electricidad, inodoros o agua potable. Su padre, un jornalero con una familia de seis, pidió dinero prestado para que Madhu pudiera ir a la universidad y traer fama y prosperidad a la familia.
Ese sueño se hizo añicos cuando el gobierno propuso aumentos del 400% en la matrícula y del 600% en los dormitorios universitarios. En vez de regresarse a su aldea, Madhu se unió a miles de estudiantes para protestar estos aumentos, enfrentándose a la policía armada con gases lacrimógenos, cañones de agua y balas de verdad.
A medida que la protesta estudiantil crecía, la represión de la policía aumentaba. Pero los estudiantes no fueron intimidados. Las protestas se extendieron a otras ciudades atrayendo aún más estudiantes, profesores y personal universitario. Decenas de miles de estudiantes desafiando las barricadas policiales y marchando al parlamento inspiraron a muchos más. Llegaron mensajes de apoyo y solidaridad desde Sudáfrica, Pakistán, Bangladesh y Chile.
Lo que comenzó como una protesta contra el aumento de tarifas empezó a cuestionar el papel de la educación. Para miles de estudiantes, ir a un salón de clases y escuchar a su profesor no tenía sentido. Grandes reuniones de miles cantando, cocinando, planeando las protestas y levantando pancartas día y noche crearon un aprendizaje que no existe en un aula escolar.
El gobierno trató desesperadamente de ponerle fin a la protesta estudiantil. Diciembre es el mes de los exámenes finales. La administración de JNU amenazó con expulsar y cancelar las becas de los estudiantes si no tomaban los exámenes. Muchos profesores se han negado a dar los exámenes.
Nuestra lucha se está extendiendo y así también las oportunidades para difundir las ideas comunistas revolucionarias. La semana pasada, más de 5000 profesores temporales de la Universidad de Delhi (DU) se tomaron las oficinas centrales del vicerrector. Estamos difundiendo nuestras ideas al profesorado y al personal de DU.
Un ex alumno de JNU descubrió a Bandera Roja hace cuatro años en las redes sociales. Cuando estallaron las protestas estudiantiles de la JNU, les llevó a algunos estudiantes allí una copia del folleto del PCOI sobre la educación comunista. Madhu fue una de las que recibió nuestra literatura.
Un pequeño grupo de estudiantes comenzó a discutir Bandera Roja y el folleto. Descubrimos que muchos ministros en el gobierno fascista de Modi, así como líderes comunistas falsos del Partido Comunista Indio y el Partido Comunista Marxista eran reclutas graduados de la JNU.
Hablamos de una educación para acabar con la violencia contra las mujeres, una educación para aplastar la violencia religiosa, acabar con la pobreza, limpiar el aire que ahoga a la gente en Delhi, etc. Este tipo de educación no existe en el capitalismo porque el capitalismo se basa en las ganancias. Necesitamos una sociedad comunista.
Tuvimos conversaciones animadas con los estudiantes. Lo que comenzó como una protesta contra las tarifas se ha convertido en una escuela para cuestionar el capitalismo y su explotación de la clase obrera.
La educación capitalista perpetúa la ideología de que la codicia es parte de la naturaleza humana y no puede cambiar, en vez del resultado del sistema de ganancias. Nuestra experiencia en las protestas masivas de estudiantes nos ha enseñado lo contrario. En las batallas callejeras cuando algunos estudiantes se convierten en blanco de golpizas policiales, gases lacrimógenos o cañones de agua, todos nos apresuramos a ayudar a nuestros camaradas.
En la sociedad comunista, cuando no haya motivo de lucro, todos serán educados. Pero esta educación no se dará en áreas exclusivas que llamamos universidades. Se dará en las fábricas, los barrios y en los trenes, autobuses y calles. La educación ya no será un esfuerzo individual de ir al aula, tomar exámenes y hacer la misma tarea defendiendo el capitalismo durante toda nuestra vida. La educación comunista vendrá de nuestra necesidad de reconstruir la sociedad en ruinas por los desastres ambientales, las guerras, la ignorancia y el odio religioso. Esta educación de lucha colectiva y de aprendizaje será para todos.
En una de las manifestaciones, nuestro amigo y compañero Madhu recibió un golpe directo en la cabeza con una macana policial. La sangre corría por su rostro, pero ella permaneció desafiante. En un momento de dolor agonizante, mostró su determinación de que la lucha ya no era para revertir el aumento de tarifas. Es la lucha para conquistar un mundo sin capitalismo. Cuando su padre vio la foto de Madhu, dijo: “Nos está trayendo la esperanza que necesitamos para cambiar esta sociedad”.
SUDAFRICA
En noviembre, los camaradas de Puerto Elizabeth fueron a Rustenburg, un centro minero donde una huelga masiva en 2012 expuso la traición a la clase obrera del Congreso Nacional Africano (CNA). No hemos sido muy constantes en nuestras visitas a este centro minero, a 1100 Km. (700 millas) de distancia de nuestro centro del Partido en Sudáfrica, pero decidimos que era importante ser más consistentes en contactar a los mineros y garantizar el desarrollo del PCOI en esa región.
El día que llegamos, conocimos a dos mineros que se estaban quedando en el mismo lugar que nosotros. No hablamos el idioma local, Sitswana, así que usamos el inglés. Dijimos que éramos de Puerto Elizabeth y que queríamos reunirnos con mineros y hablarles sobre el comunismo.
Al día siguiente distribuimos más de 100 Bandera Roja, en su mayoría fuera de las viviendas alrededor de las minas. Sin embargo, era difícil tener una conversación significativa porque los obreros se apresuraban a tomar el transporte para llegar a casa.
El día después entramos en los apartamentos donde se hospedan y pudimos tener mejores conversaciones. La mayoría de los mineros se quejaron de las condiciones. Los trabajadores permanecen en viviendas informales incluso hoy día. No hay carreteras ni casas. Los trabajadores aún no tienen acceso al agua. Barrios enteros están usando un grifo de agua.
Pueden ver que cinco años después de la masacre nada ha cambiado. Los sindicatos no cumplen sus promesas. Los trabajadores preguntan: “Si ustedes dicen que los sindicatos son malos, ¿qué nos pueden ofrecer que sea mejor que los sindicatos?” “¿Qué es lo que pueden ofrecer para ahora en el presente?”
Hablamos de algo que no les era familiar: que es imperativo abolir el dinero. Lo único que vincula a los obreros con los patrones son los salarios. Necesitamos vender nuestra mano de obra por salarios, y luego usar esos salarios para satisfacer nuestras necesidades. Si destruimos el dinero y salarios y satisfacemos las necesidades obreras estaremos rompiendo las cadenas de la esclavitud salarial que ata a los trabajadores a los capitalistas.
Esa es la única forma de liberar a la clase obrera. No se puede liberar a la clase obrera construyendo más clínicas, más estaciones de policía, más escuelas. Todavía seguimos atados a los capitalistas mediante los salarios. Necesitamos romper estas cadenas. La razón por la que hay pobreza, desempleo, corrupción, la razón por la que las personas están enfermas es debido al sistema monetario.
Explicamos que se nos venden cosas tóxicas que nos enferman con diabetes, etc. Nos las venden por ganancias, en detrimento de nuestra salud. En el comunismo, nos aseguraremos, en primer lugar, que las personas no se enfermen. En el comunismo, las cosas que comemos que nos enferman serán abolidas. Nuestro mensaje llegó a algunos de ellos.
En nuestro último día, los camaradas que forman el núcleo del nuevo colectivo en Rustenburg vinieron a la movilización. Ayudaron a distribuir Bandera Roja por primera vez y obtuvieron algo de experiencia interactuando con obreros en la calle. Esto los preparará para distribuir Bandera Roja por sí solos en el futuro.
El viaje a Rustenburg también ayudó a que los camaradas de Puerto Elizabeth estuvieran más comprometidos y fueran mejores líderes y organizadores para el Partido. Aprendimos a anticipar mejor los problemas, ya fuera para el alojamiento o el transporte, y para encontrar soluciones antes de que surjan los problemas. Aprendimos que teníamos que confiar en otros camaradas del colectivo para garantizar tener lo que necesitábamos,
FRANCIA
“Los que Siembran pobreza, cosechan enojo”, en protestas masivas en contra de los ataques a las pensiones de los trabajadores
COLOMBIA
Protesta en Colombia