Tomarán las calles de las principales ciudades del mundo miles de obreras, obreros, campesinos, campesinas y estudiantes para conmemorar la gesta histórica de los mártires de Chicago, Ciudad de México no será la excepción. No hay jornada más oportuna para reflexionar que la revolución Comunista es más urgente que nunca.
El 2019 será el primer año de la administración de Andrés Manuel López Obrador, quien dirige un proceso que ha ilusionado a millones con la esperanza de una “transformación” radical en el país. Una ilusión que con el tiempo se esfumará.
AMLO plantea que la plaga del mundo es la corrupción y uno de sus objetivos principales es acabar con ésta pero no podrá. La corrupción es inherente al sistema capitalista, los funcionarios que socializan lejos de las masas priorizarán su beneficio personal tomando ventajas de su posición. Pero incluso si se logrará el correcto funcionamiento del Estado, seguirá siendo un Estado Burgués que funcionará para la parte de la clase dominante a la que responde.
Las masas no deben aspirar al funcionamiento óptimo del Estado Burgués, deben buscar destruirlo y construir una Sociedad Comunista donde todas y todos trabajemos por satisfacer la necesidad de todos. Esto no es posible sin derrotar a la clase dominante y sin eliminar el trabajo asalariado.
El trabajo asalariado y el Estado Burgués le da total poder a los patrones de tomar las decisiones más importantes en la sociedad, la producción por ganancias seguirá siendo lo que rija nuestras vidas. Esto condiciona nuestra salud, vivienda, educación, recreación, sexualidad, a lo que dicte el mercado, nuestra vida seguirá en manos de los intereses de unos pocos.
AMLO no puede y no tiene el interés de solucionar esto. Al contrario, orgullosamente habla de su alianza con la burguesía. Como un logro anuncia que Carlos Slim se ha comprometido a retirarse de sus empresas, donde ha explotado a millones de obreras y obreros alrededor del mundo, hasta conseguir el crecimiento del 4% de la economía mexicana ¡Vaya honor!
Limitarnos a criticar a los oportunistas sería un error. Entonces, ¿Qué hacer? ¿Con qué fuerza contamos? El movimiento comunista está resurgiendo de la derrota del siglo XX, aunque la fuerza todavía es insuficiente, cada día más y más personas escuchan con más atención las ideas comunistas. Los estudiantes, obreras y obreros del PCOI en Sudáfrica, en El Salvador, en la India, en Estados Unidos son muestra de ello.
Aunque las condiciones objetivas para construir un mundo donde produzcamos para las necesidades y no para el mercado estén dadas, las fuerzas del movimiento comunista son muy pocas. Toca batallar no solo con la ideología de la clase dominante, si no también sus expresiones de izquierda: el revisionismo y el oportunismo.
Nuestro llamado en el Día de la Clase Trabajadora es a organizarnos en colectivos comunistas en centros de trabajo, estudio y vivienda. La construcción de estas colectivas asegurará la constitución del Partido Comunista Obrero Internacional. La tarea inmediata de estas colectivas es el estudio de la teoría comunista, un correcto balance de la experiencia del Siglo XX desde la dialéctica revolucionaria, y fundamentalmente, la construcción de relaciones sociales comunistas entre sus miembros que solo es posible mediante la practica comunista.
Nuestro periódico Bandera Roja es nuestra herramienta más importante y fuerte hasta ahora para conseguir nuestros objetivos. Queremos que leas, discutas, critiques y escribas con tus compañeras y compañeros en la fábrica, en el campo, en la escuela o en el cuartel.
En otros artículos podrás leer qué es el Comunismo, nosotros queremos hacer énfasis en que la constitución del Partido Comunista Obrero Internacional es el proyecto más ambicioso de la humanidad, ya que trata de condensar la experiencia del pasado movimiento comunista que nos enseña que son las masas, y no un grupo de “cuadros” o funcionarios, las que deben dirigir la sociedad. Afirmamos que es el trabajo por satisfacer las necesidades, y no el remunerado, el que podrá superar la sociedad de clases.
Las masas han dejado claro su anhelo por una vida digna con salud, educación, vivienda, trabajo, recreación, sin sexismo, racismo ni xenofobia. Solo la reconstitución ideológica y política del Comunismo y el Partido Comunista Obrero Internacional podrán lograrlo cuando la clase obrera tome conciencia de las tareas urgentes y necesarias para hacerlo. Paso a paso. ¡No hay tiempo que perder!