El Salvador—“Dame más material para llevarle a los maestros en mi escuela”, dijo un docente que con ayuda de muletas recorría la marcha del Primero de Mayo por las calles de San Salvador. El junto a miles más estaba conmemorando el sacrificio de los mártires de Chicago y haciendo exigencias propias de sus gremios sindicales. El PCOI marchó para llevarles el mensaje de la revolución comunista.
Un hombre acompañado con su esposa e hija jaló de la camisa a un camarada y dijo, “Danos un periódico y ese folleto” (el Folleto Luchemos por el Día en que Ningún Trabajador Sea Llamado Extranjero, distribuido también durante la marcha). Había aproximadamente 8 personas más ahí, él tomó varios Bandera Roja y muchos folletos y los repartió. Había también un par de jóvenes trabajadores que no eran parte de la marcha leyendo el folleto, el señor que jaló de la camisa dijo, “Esto si esta interesante”, su hija al fondo leía el periódico.
Esto muestra la respuesta de las masas a las ideas y necesidad de la revolución para construir una sociedad comunista.
También colocamos una manta en una pasarela del centro de San Salvador por donde pasaron miles de trabajadores observándola y leyéndola.
Los obreros y obreras industriales fueron clave para realizar esta misión, ya que en las reuniones de célula se había planificado minuciosamente nuestra participación.
Esto es una muestra del desarrollo cualitativo que está dándose al interior de las fábricas textiles. Un desarrollo del trabajo que las células comunistas del PCOI realizan en las maquilas, que implica reuniones y análisis de su situación en la fábrica y a nivel mundial.
Un trabajador se acercó a un camarada y luego de pedir el periódico dijo, “Este es el que trae artículos de México y Los Ángeles”, él había leído en protestas anteriores nuestro periódico. Se le dijo que podía comunicarse al correo que viene en cada edición.
Debíamos seguir caminando para entregar material comunista a tantos trabajadores como fuera posible. Otros camaradas hacían lo mismo al otro lado de la calle. La multitud de trabajadores hacia minúsculo nuestra gran cantidad de material.
En las dos marchas que logramos cubrir con nuestras células de repartición, se distribuyeron 1,100 periódicos Bandera Roja y 1,000 folletos sobre un mundo sin fronteras.
Los miembros del Partido Comunista Obrero Internacional con gran orgullo y gala lucían las camisas alusivas al primero de mayo de este año: “Por un mundo Comunista Sin Fronteras”.
Al finalizar la marcha en una de las principales plazas de la ciudad, aun nos pedían material, “Todavía tiene el librito”, “Me puede regalar un folleto, los trabajadores necesitamos leer eso”, dijo un marchista.
Ahí colocamos nuestra manta junto a las otras de varias organizaciones. Cada año esta plaza donde finaliza la marcha se ha hecho un lugar de concentración de los trabajadores más avanzados políticamente.
La lucha por el comunismo implica dedicación para organizar a más obreros, estudiantes, maestros, campesinos, así también garantizar la participación de todos, ya que algunos camaradas del campo no pudieron participar por problemas con el transporte.
No descansaremos hasta alcanzar la construcción de un mundo comunista donde se pueda vivir a plenitud como seres humanos.
Durante un convivio de los obreros y obreras de la fábrica después de la marcha una obrera dijo, “Antes marchaba con los sindicatos, es primer año que lo hago con el PCOI y de ahora en adelante marcharé con el Partido”.
Muy satisfechos de haber realizado la tarea como comunistas, fuimos a un centro turístico, a dar un paseo, todos muy alegres y listos a seguir la lucha.