“En la carrera por dominar la próxima generación de redes celulares, tanto EE. UU. como China saben que hay mucho más en juego que Internet ultrarrápido”, dijo el podcast del New York Times the Daily (25/2). “Esta es la nueva carrera armamentista”.
Ésta competencia es parte crucial de la cada más feroz guerra comercial entre China y Estados Unidos. La administración de Trump ha puesto en su mira a la compañía china Huawei, el segundo mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo. Pero más importante aún, Huawei es el mayor fabricante de la infraestructura necesaria para la próxima generación de tecnología Wi-Fi: la 5G. Huawei tiene el 40% de las marcas comerciales en la tecnología 5G, en comparación con el 13% de las compañías estadounidenses.
La administración de Trump le ha prohibido a Huawei hacer negocios en EE.UU. También les ha prohibido a las compañías estadounidenses de alta tecnología proporcionarle componentes y software a Huawei.
Huawei tiene una gran tajada del mercado en Europa, África, América Latina y Asia. Está en una posición muy ventajosa para actualizar sus globales existentes redes 4G a redes 5G. Estados Unidos está muy detrás; pasará una década antes de que se implemente completamente en Estados Unidos.
Respondiendo a las firmas estadounidenses que tienen prohibido hacer negocios con Huawei, su presidente admitió que a corto plazo será un revés para la compañía, pero agregó: “En tres años estaremos en una etapa avanzada en tecnología adonde EE. UU. nunca podrá alcanzarnos más”. Estas restricciones también obligarán a los capitalistas chinos a fabricar en China chips de computadora de la última generación, anunciando un gran golpe para el monopolio estadounidense en este campo.
El retraso de EE. UU. con respecto a la tecnología 5G es un duro golpe para los intereses mundiales del imperialismo estadounidense. En la sociedad capitalista, los capitalistas rivales compiten por más ganancias mediante la captura de mercados más grandes. Su supervivencia depende de su capacidad de maximizar las ganancias. Logran esto haciendo que sus trabajadores trabajen más eficientemente mediante la innovación tecnológica que sirve para acelerar a los trabajadores.
La red 5G entregará datos cientos de veces más rápidamente que la tecnología 4G existente. Tendrá aplicaciones espectaculares en todo, desde el transporte por carretera, transporte marítimo, transporte público, atención médica, fábricas, automóviles, trenes, aviones y maquinaria agrícola autónomos.
Los drones equipados con 5G se utilizarán en vastos oleoductos de seguridad y exploración mineral. Sobre todo, se utilizará en la comunicación en campo de batalla y la estructura de comando. Todo esto hará que los trabajadores chinos sean más productivos y el ejército chino más letal en comparación con los de EE. UU.
Junto con su vasta Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, la tecnología 5G producirá una enorme cantidad de productos chinos a una tasa mucho más barata y los moverá a una velocidad vertiginosa.
El liderazgo chino en tecnología 5G también producirá la próxima generación de productos de alta tecnología que dificultarán la competitividad de los líderes de hoy en día como Intel, Google, Amazon, Apple y muchos otros.
Los imperialistas estadounidenses se enfrentan a un dilema crítico en su capacidad de competir con los imperialistas chinos. Están perdiendo su capacidad tecnológica para competir en los mercados globales con ellos y, como resultado, están perdiendo a sus aliados tradicionales.
Lou Dobbs, el partidario conservador de Trump, dijo: “Nos hemos encontrado con un enemigo y ese es Huawei”. Estados Unidos está ejerciendo una presión tremenda sobre los imperialistas europeos para que no implementen redes 5G utilizando la tecnología del “enemigo”. La respuesta de los capitalistas chinos a esto es atraer a las empresas europeas con más inversiones y un mejor acceso al mercado.
Si los patrones de EE.UU. son aislados completamente por los patrones europeos y otros, no tendrán más remedio que lanzarse a la guerra contra China, más temprano que tarde. Debemos entender y explicarles a muchos más de que los preparativos para la guerra mundial imperialista con ganancias ya han comenzado.
Es nuestra oportunidad de ganar a las masas al comunismo cuando los patrones atacan implacablemente a la clase obrera. Algunos compañeros del PCOI en Pakistán están en comunicación con trabajadores chinos. Están luchando con ellos para que formen grupos de estudio de Bandera Roja y que ingresen al PCOI.
Cientos de millones de obreros chinos viven en condiciones horribles debido a la campaña de los patrones chinos de ganarles a otros imperialistas. La intensificación de la rivalidad entre los imperialistas chinos y estadounidenses está causando estragos en la clase obrera de todo el mundo. Estos trabajadores pueden ser ganados al comunismo y formar una fuerza revolucionaria formidable para derrotar a todos los imperialistas. Nuestra tarea urgente del día es reclutar más miembros al PCOI.