Aprendiendo del PCOI por medio de Bandera Roja ha sido muy revelador. Antes de conocer a algunos miembros y participar en algunos grupos de estudio, tenía mis dudas. Pero a medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que las ideas comunistas no son tan malas y se puede vivir con ellas. Posiblemente sería un futuro mejor para todos.
Sería un mundo menos materialista. Sin embargo, me resistía a comenzar a aprender acerca de cómo funcionaría este estilo de vida porque todavía yo estaba muy influenciado por nuestra sociedad actual.
Probablemente todavía no entiendo completamente el panorama total, pero el PCOI tiene ideas que parecen tener sentido. Ahora quiero involucrar a otras personas para tratar de que vean una perspectiva diferente mediante el PCOI. Por lo tanto, estoy feliz de ser parte de ello. Estoy aprendiendo.
No estoy totalmente convencido todavía de que algo realmente pueda ocurrir por medio del PCOI. Pero es mejor estar al tanto del pensar de otras personas y otras formas de construir la sociedad. Estoy dispuesto a darle al PCOI una segunda chance o una segunda mirada en vez de simplemente dejar el periódico.
Recientemente hablé con algunas personas al respecto. Fue interesante ver que ellos también creen en lo que a mí me gustaría también, al igual que le gustaría al PCOI: la gente siendo más libre para hacer sus cosas y no ser administrado por los patrones o los pocos en el poder. Tienen algunas ideas de que no querrían que las cosas continuaran de esta manera, pero sienten que no se pueden cambiar.
Traté de hacerles saber que hay otras personas a quienes les gustaría el cambio también y que es mejor estar preparado. Y sería bueno porque en un momento dado tal vez este sistema sobrepasará sus límites. Y ya lo está haciendo con la forma en como los patrones nos hacen hacer su trabajo esclavista mientras ellos se sientan en millones de dólares. ¿Cuál es su propósito de tener tanto dinero cuando otros tienen tan poco?
En el proceso de pasar el periódico a un joven compañero de trabajo, obtuve dos compañeros de trabajo que desafiaron las ideas de Bandera Roja. Me dio la oportunidad de seguir hablándoles y de pasar la voz y de abrirles los ojos, aunque me pareció un poco confrontacional. Pero hasta ahora, han hecho más preguntas desde entonces, y esto deja la puerta abierta, especialmente si no es una situación muy conflictiva.
Estoy muy seguro de que estos muchachos están interesados, y son confrontativos y posiblemente desafiantes porque quieren aprender. Quieren saber cómo sucederá esto. Estoy muy seguro de que eventualmente llegarán a ser camaradas en esta organización.
Obrero del Transporte MTA de Los Ángeles