Sudán: ¿Qué “Paz” para los Trabajadores Bajo el Capitalismo?

15 de julio: “¿Cómo se trata la depresión de toda una nación? … contraatacas. La única salida de este abismo es hacia arriba. El único camino a través de la oscuridad es avanzar” – activista sudanés, 15 de junio de 2019.

Pero, ¿cuál es el camino hacia arriba y hacia adelante?

No es una “revolución democrática”. Eso daría una nueva careta civil a la dictadura capitalista sin ponerles fin a la explotación, la guerra o la miseria.

Los trabajadores de todo el mundo necesitamos una revolución comunista para acabar con el poder del capitalismo-imperialismo. Necesitamos reorganizar la sociedad de acorde a los principios comunistas. “¡De cada cual según su capacidad y compromiso, a cada cual según su necesidad!”

Masas Sudanesas: Más Enfurecidas que Temerosas

Decenas de miles de trabajadores, jóvenes y profesionales sudaneses se volcaron de nuevo a las calles el 30 de junio. El setenta por ciento eran mujeres. Desafiaron audazmente el terror fascista – impuesto por el consejo militar gobernante – el cual se intensificó con la masacre del 3 de junio.

Días después, la oposición “Fuerzas para la Declaración de Libertad y Cambio” y el consejo militar anunciaron un acuerdo. Los diplomáticos estadounidenses habían presionado a ambos campos para que “compartieran el poder” a cambio de una amnistía para los carniceros fascistas.

Con el Internet sudanés restaurado, surgen voces enojadas: “Trato asqueroso”. “Los líderes civiles en la mesa deberían tener vergüenza de sí mismos”. “Esta revolución no será robada”. “¿Burhan y Hemedti forman parte del gobierno? La revolución sigue para derribarlos a todos”.

Miles más marcharon el 13 de julio, mientras continuaban las negociaciones. La lucha continúa.

¿Negociaciones o Lucha de Clases Comunista?

El acuerdo tentativo establecería un “consejo soberano”, mitad militar y mitad civil, para gobernar hasta que este organice elecciones organizadas. El consejo tendría un jefe militar durante los primeros 21 meses y luego un jefe civil durante 18 meses. Este acuerdo es mejor para los militares que el de mayo que fracasó. Les da a los militares casi dos años para consolidar su control, con civiles como fachada.

Estados Unidos y Gran Bretaña presionaron a Arabia Saudita, a los Emiratos y a Egipto para presionaran a los militares sudaneses a aceptar esta propuesta. Fue presentado por la Unión Africana y Etiopía. Estos gobernantes están aterrorizados de que el movimiento de masas en Sudán pueda crecer y propagarse.

También amenazaron a los líderes de la oposición. Estaban listos para dividir la coalición firmando acuerdos separados con diferentes facciones.

Los imperialistas de diferentes matices (EE.UU., Unión Europea, China, Rusia) fueron claves en crear la crisis de Sudán. Las tropas sudanesas sirven a los intereses de la Unión Europea, bloqueando las rutas de migración a través del país. Luchan por los saudíes en Yemen y aseguran la frontera entre Arabia Saudita y Yemen.

Puerto Sudán se encuentra en una importante ruta marítima del Mar Rojo. Esto es especialmente importante para los rivales de Arabia saudíes: Turquía y Qatar. EE.UU. fue clave en dividir a Sudán en dos: Sudán y Sudán del Sur. Esperaba (en vano) controlar al rico en petróleo Sudán del Sur. China compra el petróleo sudanés y adueñándose de tierras con arriendos de largos plazos.

Todos estos imperialistas – y los gobernantes capitalistas locales también – son enemigos de la clase obrera

Conflicto de Clases en Sudán Hoy Día

El gobernante Partido del Congreso Nacional administra los intereses de los capitalistas y terratenientes. Tiene cierta aceptación de los gobernantes “tribales” precapitalistas. Más del 60% del presupuesto del gobierno se destina a los militares y la “seguridad”.

Los generales sudaneses son grandes capitalistas. Por ejemplo, las asesinas Fuerzas de Apoyo Rápido de Hemedti (antes Janjaweed) controlan las minas de oro en Darfur. El oro (comprado principalmente por los Emiratos) es la mayor exportación de Sudán.

La coalición opositora está liderada por la relativamente nueva Asociación de Profesionales Sudaneses. Han construido alianzas con pequeños empresarios. Pero están aislados de los agricultores de subsistencia, de los obreros agrícolas y de los mineros en grandes áreas rurales y de las masas urbanas. Sus negociaciones no pueden terminar con la creciente miseria, resultado de la crisis capitalista de Sudán.

Sólo el comunismo puede unificar y movilizar a estas masas. Los obreros industriales comunistas y los soldados rasos deben tomar la iniciativa.

Y no solo en Sudán.

“Los sistemas de opresión que permiten que ocurra la injusticia operan globalmente”, escribió un comentarista en africascountry.com. “En última instancia, tendremos que utilizar lo que aprendemos de Sudán para derrocar a nuestros propios regímenes”.

Los sistemas de opresión operan globalmente. El Partido Comunista Obrero Internacional está organizando también globalmente para derrocarlos.

Y construir en su lugar un mundo comunista, sin naciones ni fronteras. Donde la cooperación obrera sustituye a la competencia capitalista. Donde las masas están organizadas para tomar todas las decisiones que afectan nuestras vidas diarias, basándonos en los principios comunistas que sobre los cuales lees en Bandera Roja.

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