Cartas: Cómo los Comunistas Luchan Contra el Racismo y la Explotación

Cartas en esta página: El joven líder del Partido escribe aquí ♦ Los maestros necesitan el comunismo, no sindicatos aquí ♦ Los trabajadores necesitan lucha de clases comunista, no reformista aquí ♦ Los comunistas luchan para destruir el racismo aquí ♦

“La revolución comunista, no la ‘justicia’ capitalista, acabará con el terror racista de los justicieros”

Joven Líder del Partido: Tenemos Mucho Trabajo por Hacer

Mi trabajo político comenzó cuando tenía 14 años. En ese entonces leía libros de figuras políticas como el Che Guevara y Malcom X y eso era tan político como yo. En la escuela secundaria, tomé una clase en la que nuestro camarada era mi maestro y me introdujo al comunismo. Después de unos meses de conocerlo, decidí ingresar al Partido. Mucho ha cambiado desde entonces y he crecido mucho políticamente.
Durante el movimiento de protesta provocado por la muerte de George Floyd, asistí a muchas protestas. Cuando fui solo o con mis amigos que no estaban en el Partido, encontré tanta gente con varios puntos de vista y creencias políticas. Algunos abogaron por la justicia racial, la desfinanciación de la policía y varias otras reformas bajo el sistema actual. Pero me di cuenta de que en mi presencia ahí era solo una persona más entre la multitud.
Hablé de eso con camaradas del Partido y decidí que hay un trabajo más profundo por hacer. Cuando fui a las protestas con mis compañeros del partido, hablamos con personas de la Guardia Nacional, distribuimos literatura comunista a los manifestantes e incluso conseguimos contactos para el Partido. A través de esto, hemos estado creando un cambio real y luchando por el mundo que imaginamos: un mundo comunista.
Camarada en Los Ángeles (EE. UU.)

Los Maestros y Todos los Trabajadores Necesitan Políticas Comunistas, No Sindicatos

“Ya se murió el angelito/y no quisiera llorar/ya se murió el angelito/quien sabe cuántos más se irán/ya se murió el angelito/no fue muerte natural/ fue del sistema social que nos mata de a poquito…” (Canción popular)
Enfermedades prevenibles como obesidad, diabetes, hipertensión, cardiovasculares y respiratorias causadas por los malos hábitos alimenticios y las condiciones de vida bajo el capitalismo han causado en México una tasa de mortalidad (11.5%), que sobrepasa a la de otros países.
La pandemia, como todos los desastres naturales, está siendo aprovechada por la clase dominante para fortalecer su dominio. Después de los terremotos en Managua o en México los gobernantes y empresarios llenaron sus bolsillos con la ayuda millonaria que recibieron de sus aliados externos.
De manera similar los grandes tiburones financieros del mundo se regodean y aprestan a ampliar sus préstamos a los gobiernos alrededor del mundo para después recabar y concentrar la riqueza de todos los rincones. La Unión Europea, a través de su Banco Central ha aprobado un fondo “de apoyo”, un poco menos de la mitad serán subsidios a las empresas y a la población y más de la mitad en créditos a bajos intereses.
La clase trabajadora será quien pague los desajustes de la economía capitalista agudizada con la pandemia Covid-19. Poniendo en primer lugar los muertos ya que, aunque esta enfermedad “afecta a todos” en cada país ha matado en mayor medida a los más vulnerables: ancianos en retiro, pero más aún trabajadores negros y latinos en EUA, inmigrantes en Inglaterra y la Unión Europea.
Las farmacéuticas incrementaron sus ventas, y en general el capitalismo se recuperará mientras la clase trabajadora no se enfoque en derrocarlo.
Profesores con quienes esta semana acudí a la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a demandar que no dejaran sin trabajo a quienes no tienen empleo permanente (más de la mitad de los maestros universitarios), me dicen incrédulos que no vamos a derrocar el sistema pues los maestros no vienen ni a defender su empleo. Les contesté que estamos empezando de cero, pues el viejo movimiento comunista se volvió capitalista y que no importa cuánto tarde, la clase trabajadora luchará para emanciparse de la esclavitud asalariada, no se resignará a vivir por siempre bajo el dominio de los capitalistas. Estos maestros creen que los sindicatos son malos hoy, pero pueden ser limpiados y defender a los trabajadores, algunos han formado uno nuevo, he estado sosteniendo que necesitamos la organización política y los estoy invitando a leer Bandera Roja, llevará tiempo convencerlos, sin embargo, si no llevamos las ideas comunistas a quienes están luchando, continuarán engañados por los falsos líderes. ¡Movilicemos a las Masas por el Comunismo!
-Camarada maestro en México

Los Obreros Necesitan Luchas de Clases Comunistas, No Luchas Reformistas

En una carta de la última edición de Bandera Roja, un camarada de El Salvador hace comentarios confusos, y en ocasiones contradictorios, sobre el papel de la reforma. La carta dice: “Debemos apoyar este tipo de luchas por las reformas, sin ser los que las lideren”. Al final de la misma carta dice: “La reforma no debe absorbernos, pero las luchas por mejores salarios y menores metas de producción nos sirven para decirle a la clase trabajadora que existe la posibilidad de un mundo sin dinero, sin fronteras”.
Nuestra meta es acabar con la esclavitud salarial que nos ata a los sindicatos. Eso significa participar en la lucha de clases comunista para derribar todos los aspectos de la lucha reformista. Las luchas por reformas, de una forma u otra, tienen que ver con el dinero. ¿Cómo es posible apoyar estas demandas por más dinero diciéndole a la clase trabajadora que eso nos llevará a abolir la esclavitud asalariada? Para evitar esta pregunta, el camarada dice que debemos apoyar las demandas de reforma sin liderarlas.
Camaradas que plantearon claramente la demanda de agua en la fábrica de costura lo dejaron ver bien claro a toda la clase obrera: tomaremos el agua, los sindicatos no tienen que rogar por ella, los patrones no pueden detenernos, no se intercambió dinero. Este es un ejemplo de lucha de clases comunista.
Lo que inspirará a la clase trabajadora es romper con la lucha por reformas. Quizás ahí es donde está el miedo de los sindicatos. Y por eso los camaradas nos dicen que participemos en la reforma sin liderarlos.
Camarada en EEUU

Los Comunistas Luchan para Destruir el Racismo

Es chévere que tantas personas en todo el mundo estén teniendo conversaciones sobre el racismo sistémico. ¿De dónde viene? ¿Son las personas naturalmente racistas? ¿Qué hacemos al respecto?
Muchas personas que no tienen un análisis comunista de la fuente del racismo tratan de encontrar soluciones individuales a un problema que en realidad es causado por el sistema bajo el cual trabajamos. Muchos liberales blancos (y gente negra al referirse a ellos) usan la terminología “privilegio blanco”. He estado tratando de entender mi propia incomodidad con esa frase.
En mi opinión, las cosas denominadas privilegios: NO ser asesinado por la policía; NO estar desamparado, hambriento, o sin atención médica; NO temer ataques racistas o xenófobos; no son privilegios, son lo que todos los humanos merecemos.
Discutimos mi carta en el club y llegué a una mejor comprensión del uso de esa frase. Una camarada me contó de una conversación que tuvo con algunos antiguos vecinos, que son negros. Le dijeron que su hijo menor y todos sus amigos ahora llevan un arma con ellos a donde quiera que vayan, incluso a acampar.
La camarada conocía al hijo como un niño bueno y muy apreciado. Pero él y todo su grupo tienen un miedo mortal de ser asaltados en cualquier lugar. Obviamente no pueden depender de policías, etc. para salvarlos. La mayoría de los blancos que no son comunistas asumen que siempre pueden llamar a la policía para salvarlos.
Las gente no blanca tiene que pensar en el racismo todo el tiempo. No hay manera de escapar de ello, cerrando los ojos y los oídos, tomar un “descanso”. Una persona blanca, incluso una persona de buen corazón que odia el racismo, tiene la oportunidad de no pensar en eso por un tiempo: en la escuela, el trabajo, caminando en la calle, yendo de compras, donde sea. Para la gente no blanca, el racismo es una realidad potencialmente mortal, TODO el tiempo.
Como comunistas, debemos tener la misma vigilancia sobre el racismo sin importar nuestro color. La clase trabajadora en todo el mundo está en una lucha de vida o muerte con la clase dominante y solo los comunistas tienen las herramientas y la comprensión histórica para proporcionar el liderazgo necesario para movilizar a las masas para derrocar este sistema putrefacto.
Y esencial para esta movilización es la lucha contra el racismo. A menos que estemos a la vanguardia de esta lucha, a menos que estemos luchando todos los días de la mejor manera posible para aplastar la ideología racista, no hay manera alguna que el comunismo triunfe.
Por lo tanto, ser un luchador antirracista está en el corazón mismo de ser comunista. Queremos asegurarnos de que nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo entiendan que esto es clave. Luchamos contra el racismo no porque seamos buenas personas, sino porque somos comunistas y entendemos que la única forma en que realmente podemos romper nuestras cadenas es uniendo y movilizando a grandes sectores de la clase trabajadora. ¡Realmente tenemos un mundo que ganar!
Camarada en Estados Unidos

Primera página de esta edición

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