El artículo anterior, “La Competencia Capitalista por Ganancias Causa Depresiones”, mostró que la competencia y la caída en la tasa de ganancia hacen que las depresiones económicas capitalistas sean inevitables.
Las depresiones mundiales y las guerras mundiales crean, a escala mundial, el potencial para la revolución comunista.
Esto es exactamente lo que hicieron la depresión de 1929 y la Segunda Guerra Mundial. Intensificaron y difundieron la lucha de clases entre capitalistas-imperialistas y la clase obrera.
La actual depresión y la venidera Tercera Guerra Mundial harán lo mismo. De hecho, cientos de millones de trabajadores ya están en movimiento contra el capitalismo.
En 1929, en todo el mundo los trabajadores se radicalizaron. La Revolución Rusa de 1917 creo en las masas la firme creencia de la necesidad de un partido comunista revolucionario para dirigirlas victoriosamente a la toma del poder. Millones organizaron y se afiliaron a partidos comunistas en más de 65 países. Se incorporaron a la Tercera Internacional Comunista.
Pero su potencial revolucionario fue traicionado por esa Internacional. A partir de 1935, luchó solamente por reformas e hizo un frente unido con los imperialistas occidentales durante la Segunda Guerra Mundial para «luchar contra el fascismo».
La historia muestra que el capitalismo, basado en la esclavitud asalariada, no puede ser reformado para satisfacer las necesidades de las masas. Tiene que ser destruido violentamente.
El reformismo fue el cementerio del antiguo movimiento comunista. Incluso los partidos comunistas que habían liderado revoluciones armadas para derrocar al capitalismo, instituyeron el socialismo, no el comunismo.
El socialismo estaba supuesto a ser un paso hacia el comunismo. Sin embargo, mantuvo dinero, salarios (esclavitud asalariada) y producción para el mercado. Esto lo convirtió, en esencia, en capitalismo de estado administrado por los partidos comunistas.
Esos comunistas eventualmente se convirtieron en capitalistas explotadores y opresores de la clase trabajadora. Se enriquecieron con la plusvalía que robaron de la fuerza de trabajo de los trabajadores.
Por eso el PCOI lucha por el comunismo y nada menos. Solo el comunismo puede eliminar el sistema monetario capitalista y su esclavitud asalariada. Esto sentará las bases para erradicar para siempre el racismo, sexismo, la homofobia, xenofobia, las fronteras y naciones.
Los Obreros y la Juventud Están en Marcha: Movilicémoslos para el Comunismo
A medida que se desarrollen la depresión, el fascismo, el terror policial racista y la guerra imperialista, pondrán en movimiento un mayor número de obreros y jóvenes. Estos ya anhelan un cambio radical.
Es el deber y un honor para el PCOI movilizarlos para el comunismo. Solo la revolución comunista y la construcción de un mundo comunista pueden acabar con la competencia mortal del capitalismo y su insaciable sed de ganancias.
En el comunismo nada se comprará o venderá. En las sociedades comunistas anteriores a la sociedad de clases, nuestros antepasados cazadores-recolectores compartían entre todos, como mejor podían, los productos de su trabajo. El comunismo por el que luchamos está basado en ese principio.
Las relaciones comunistas de respeto y amor, no el dinero, motivarán a todos a luchar y construir una sociedad donde todos contribuyan según su capacidad y compromiso. Los colectivos del PCOI planificarán, producirán y distribuirán todo según las necesidades de cada cual.
Solo el comunismo puede liberar a la tierra de los estragos del capitalismo. El capitalismo la ha convertido en una mercancía y «está sujeta a tanta explotación como la fuerza laboral”. (Engels)
El comunismo le permitirá a la humanidad funcionar con energía renovable, no con combustibles fósiles. Viviendo en armonía con la naturaleza, revertiremos el calentamiento global y todos los desastres ecológicos del capitalismo.
Las masas han respondido con entusiasmo a Bandera Roja en los EE. UU., Sudáfrica, la India, El Salvador y otros países. Esto nos da la confianza de que se movilizarán para el comunismo. Para ello, debemos construir colectivos del Partido que sean indispensables en sus vidas en los centros laborales, escuelas, barrios y cuarteles militares.
Ésta es la tarea más importante para el futuro de la humanidad. ¿Serán las enfurecidas masas ganadas al nacionalismo y fascismo? ¿O al comunismo que tanto necesitamos? Las alternativas son el fascismo y la Tercera Guerra Mundial o la Revolución Comunista. Nuestra elección es clara.
Es una tarea monumental. No podemos hacerlo sin tu participación y la de tu familia, amigos y compañeros de trabajo. ¡Únete a nosotros!
20 de septiembre: Miles de personas marcharon en Berlín y otras ciudades alemanas, instando a la Unión Europea a recibir a los 12,000 inmigrantes que quedaron sin hogares después de que un incendio destruyera su campamento más grande en Grecia.
Lee nuestro folleto:
LUCHEMOS POR EL DIA EN QUE NINGUN TRABAJADOR SEA LLAMADO EXTRANAJERO
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20 de septiembre—Miles de personas se manifestaron en Berlín y otras ciudades de Alemania, demandando a la Unión Europea admitir a 12,000 migrantes que se quedaron sin un lugar donde vivir después que un incendio destruyó su campo de detención en Grecia.