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Seattle, EE. UU., Día de las elecciones 2020
Combatamos el Fascismo con la Revolución Comunista
4 de noviembre – En el momento que vamos a la imprenta, no se han contado todos los votos en las elecciones estadounidenses. Los desafíos legales apenas han comenzado. ¿Un “espejismo rojo” (Trump)? ¿Una “ola azul (Biden)”? Cualquiera que sea el resultado final, no será una victoria para la clase obrera.
Eso siempre es cierto en las elecciones capitalistas, pero algunas cosas son diferentes. En EE. UU., las tiendas no suelen cerrar sus ventanas con tablas el día antes de las elecciones. La Guardia Nacional no suele estar en alerta. Matones fascistas no suelen ser aplaudidos por un candidato por intentar sacar de la carretera el autobús de sus rivales.
Estamos viendo un nuevo nivel de fascismo en EE.UU. Es más diferente del fascismo que EE.UU. ha impuesto y respaldado en todo el mundo durante tanto tiempo. El capitalismo en crisis requiere fascismo y lo estamos viendo ahora. Estados Unidos no es una “excepción”, no es un “faro de democracia”, y nunca lo fue en realidad. ¡No es de extrañar que tantos estén tan ansiosos!
El fascismo no siempre viene vestido con gorras rojas, sábanas blancas o uniformes azules. A veces viene en trajes de hombres de negocio, envuelto en la bandera estadounidense y hablando convincentemente de la “unidad nacional”. De cualquier manera, su esencia es engatusar o coaccionar a las masas obreras para que acepten un nivel de vida en declive para “salvar la economía”, es decir, las ganancias de los capitalistas. Para prepararnos para pelear y morir en las guerras imperialistas por las ganancias patronales.
Por eso es una ilusión peligrosa pensar o esperar que la “democracia” (las elecciones) pueda salvarnos del fascismo. La participación récord de votantes, especialmente entre La juventud, muestra la fuerte influencia que esta ilusión tiene en las masas.
Pero esos jóvenes, en especial, no quieren volver a la “vieja normalidad” de racismo, guerra, explotación y catástrofe ambiental. De desalojos, asesinatos policiales y una excusa vergonzosa para un sistema de salud deficiente. Muchos Están buscando una ruta sin capitalismo.
Quien sea que ocupe la Casa Blanca el 20 de enero, – si se decidido para entonces – ambos bandos seguirán peleando. Las fuerzas de Trump continuarán movilizando gente en torno al racismo violento y el machismo tóxico. Las fuerzas del Partido Demócrata, incluidos muchos sindicatos, se movilizarán contra ellos defendiendo la “democracia”.
Cuando los gobernantes se ven obligados a movilizar a las masas, corren un riesgo calculado de no poder mantener su control sobre ellas. Crean oportunidades para que llevemos el comunismo a un círculo más amplio de personas de una manera que se conecta con sus necesidades y aspiraciones.
Debemos prepararnos para continuar y expandir nuestra lucha: la lucha para destruir este inhumano sistema racista en decadencia. Para acabar con el águila estadounidense herido y voraz con sus alas Demócrata y Republicana, una vez (pero ya no) el principal depredador mundial.
Los comunistas no somos pasivos y tampoco queremos que tú lo seas. Dedicamos nuestras vidas a la lucha por el poder obrero comunista, no a las urnas unas tantas horas cada cuantos años.
En nuestro partido hoy día y en la sociedad comunista venidera, todos contribuimos a la toma y a implementar las decisiones, grandes y pequeñas. Todos ayudan a moldear e implementar las políticas y evaluar la práctica. No “elegimos” líderes: los trabajadores y los jóvenes como ustedes SON líderes.
El cambio real vendrá solo cuando más lectores y amigos de Bandera Roja se comprometan a servir y luchar por la clase obrera internacional para movilizar masas para el comunismo.
Cambia Tu Voto por una Conversación
Soy un hombre estadounidense de 42 años de edad y nunca he votado. Cuando era niño, aprendí sobre el sistema del capitalismo de mi madre, quien es miembro del PCOI. Se me dio una perspectiva única de la sociedad, algo que la mayoría de la gente no recibe.
Bajo el capitalismo, tu voto no significa nada. Básicamente, estás votando por dos de las mismas cosas, simplemente vestidas de manera diferente. Ambos partidos prosperan con el capitalismo y logran los votos de la clase trabajadora a cambio de “promesas”.
A medida que envejeces, comienzas a ver que estas promesas nunca se cumplen. De hecho, nunca se cumplirán porque el capitalismo no permite más que la consolidación del poder y la riqueza. La brecha entre ricos y pobres aumenta cada cuatro años. El sistema es mucho más grande que tu voto.
Ninguno de los partidos tiene en su agenda tus mejores intereses… Nunca. Ambos partidos nos harán ver nuestras diferencias, las cuales son muy pocas, para que no veamos nuestras similitudes, que son muchas.
Si los trabajadores se dieran cuenta de sus similitudes y no estuvieran indoctrinados para creer de manera diferente, la sociedad se vería muy diferente. Una sociedad que en realidad es “para la gente y por la gente”. Bajo el capitalismo eso es imposible. El sistema DEBE ser destruido y los trabajadores deben controlar los medios de producción. Solo entonces podremos vivir en una sociedad igualitaria.
Cuando decides votar estás contribuyendo al sistema capitalista. Si me dices que es “mejor que no hacer nada”, diría que estás haciendo lo incorrecto. En cambio, creo que los trabajadores de todas las razas deben organizarse contra el sistema racista, fascista, sexista y clasista que es el capitalismo.
En vez de votar en esta elección, preferiría cambiar ese voto por un diálogo significativo con una persona acerca del sistema en el que yo y la mayor parte del mundo vivimos. Si cada votante intercambió su voto y hablara con otra persona y así sucesivamente. El conteo de votos disminuiría y la base para luchar por un nuevo sistema, podría ser una realidad.
A medida que el capitalismo continúe fracasando como está ahora, estas oportunidades para educar a los compañeros de trabajo se vuelven cada vez más cruciales. ¿Qué mejor oportunidad que ahora?
Hijo de una Roja