Crisis de Vivienda del Capitalismo

Para Satisfacer la Necesidad de Vivienda de Todos: El Comunismo Abolirá la Propiedad Privada

LOS ÁNGELES (EE. UU.), 11 de diciembre – “Esperamos que llegue un tsunami de desalojos en enero y febrero”, advirtió un activista de la vivienda. “No existen redes legales de seguridad social”.

Algunos dicen que “nunca habrá una revolución comunista en EE.UU. porque la gente está demasiado cómoda”. La actual crisis de la vivienda, y las largas colas para recibir alimentos gratis, deberían hacerlos cuestionar eso.

Antes de Covid-19, más de 66,000 personas en el condado de Los Ángeles no tenían vivienda – 13% más que en 2019. Las personas negras son el 8% de la población de Los Ángeles, pero el 40% de los que no tienen vivienda.

“Todos somos iguales pero no en el capitalismo”, comentó un amigo.

Ahora, unas 600.000 personas en Los Ángeles, y posiblemente 12 millones de hogares a escala nacional, enfrentan desalojo. Los niños y los adultos mayores corren un riesgo especial.

La mayoría de las personas de la clase trabajadora tienen redes sociales que pueden ayudarles a superar una crisis. Pero ahora el asombroso número de personas potencialmente sin hogar marca una diferencia cualitativa. Los amigos y familiares que podrían haber ayudado económicamente o con un refugio temporal pueden ellos mismos verse desempleos o desalojados.

Las reformas no pueden resolver esta profunda y aceleradora crisis.

En 2017, los votantes de Los Ángeles aprobaron una inversión de diez años para reducir la falta de viviendas. Desde entonces, los que son colocados anualmente en viviendas se han duplicado. La mayoría permanece en sus nuevos hogares. En respuesta al Covid-19, el condado de Los Ángeles alojó a otras seis mil personas en hoteles, refugios y casas rodantes. Sin embargo, sigue aumentando el número de personas sin vivienda.

Ahora, los reformadores de los sistemas de vivienda están considerando proyectos como los Fideicomisos de Tierras Comunitarias y la Vivienda Social, donde los gobiernos o las corporaciones sin fines de lucro compran terrenos y construyen viviendas asequibles. Piensan en la vivienda como parte de fortalecer la comunidad. Están buscando una solución que solo el comunismo puede brindar.

La raíz del problema es la propiedad privada capitalista.

“Todos los títulos de propiedad en las Américas Están basados en el robo de las tierras de las sociedades indígenas las cuales no tenían el concepto de propiedad privada de la tierra”, publicó otro amigo en un “chat” de Zoom durante una reunión sobre la crisis de la vivienda.

“Destruyamos todos los títulos e hipotecas”, respondió una camarada. “Las personas pueden quedarse donde están, si tienen un lugar apropiado para vivir. Hagamos una encuesta y listado de las propiedades desocupadas y reasignémoslas según la necesidad. Entonces comencemos a investigar las viviendas subutilizadas. Sí, eso requeriría una revolución social”.

Requeriría ponerle fin a toda propiedad privada de los medios de producción, no solo de la tierra y la vivienda.

Los grandes propietarios corporativos poseen la mayoría de las unidades de alquiler de California. Pero la mayoría de los propietarios no son corporaciones. Muchos son trabajadores cuyas unidades de alquiler son su plan de jubilación. Ellos, como muchos propietarios de viviendas, corren riesgo de desalojado por no pagar la hipotecaria. Después de la crisis de la vivienda de 2008, una sola empresa (Blackstone) compró 50 mil casas. El capitalismo se mueve inevitablemente hacia una concentración cada vez mayor de riqueza.

El Poder Estatal Capitalista Garantiza la Privatización de la Propiedad

Una orden de emergencia de los Centros para el Control de Enfermedades de EE. UU. detuvo oficialmente la mayoría de los desalojos de julio a diciembre. Se ha extendido hasta enero, pero cuando expire, todos los alquileres atrasados tendrán que ser pagados.

Mientras tanto, el número de desalojos ilegales se está disparando. Los propietarios dejan a los inquilinos afuera, cortan los servicios públicos, amenazan con violencia, y la policía lo permite. Si los propietarios se molestan en publicar avisos de desalojo, los inquilinos sólo tienen cinco días para presentar trámites complicados para apelar. Aquellos que van a la corte de reclamos menores sin un abogado siempre pierden.

Muchos ven los grupos de acción directa como el Sindicato de Inquilinos de Los Ángeles como la mejor esperanza a corto plazo.

Pero están luchando contra el estado capitalista, no sólo contra los dueños. “Ser Dueño” significa que los gobiernos capitalistas utilizan la violencia organizada oficial para apoyar el derecho del “propietario” de negarles a otros el uso de “su propiedad”.

“Las decisiones sobre la riqueza que produce la sociedad son hechas por personas que están lejos de las vidas de los necesitados”, dijo otra participante del Chat. “Dirigen los recursos humanos y materiales a usos alejados de las necesidades de la vida. Aquellos que están lejos de la toma de decisiones sobre la asignación de recursos no pueden satisfacer sus necesidades con la distribución actual”.

El Poder de los Obreros Comunistas Garantizará la Producción para Satisfacer Nuestras Necesidades

Sólo el comunismo puede organizar a las masas para que tomen las decisiones sobre cómo asignar los recursos para satisfacer nuestras necesidades.

La camarada en el encuentro por la red fue invitada a dar una reflexión de cierre de la reunión.

“Durante la mayor parte de la historia de la humanidad no hubo propiedad privada”, dijo. “Esta debería ser nuestra visión para el futuro. La propiedad privada es una relación de poder”, continuó. Mencionó a los policías de Los Ángeles que irrumpieron en las casas con un ariete la mañana del Día de Acción de Gracias para desalojar a las personas que vivían allí “ilegalmente”. Esas casas en realidad eran propiedad de una agencia gubernamental – otro ejemplo del poder capitalista.

“Imagínese un gobierno que use su poder para garantizar que se satisfagan las necesidades humanas”, instó la camarada. “Eso eliminaría todos los registros de ‘propiedad’ y ‘deuda’. Eso asignaría viviendas disponibles y reimaginaria formas de construir nuevas viviendas que cambiarían la forma en que vivimos.

“En lugar de que cada hogar individual tenga que vérselas por sí mismo, nos responsabilizaríamos colectivamente de todos. Sin mercados, sin dinero – en cambio, cooperación y participación. Esto exige una visión y una práctica revolucionarias. ¿Si no ahora, cuándo?”

Viviendas para las Masas: Una Crisis Capitalista Global

Se estima que 150 millones de miembros de nuestra familia de la clase obrera internacional – incluyendo 100 millones de niños – no tienen cada noche un techo sobre su cabeza. Dos mil millones más obligadamente viven en albergues criminalmente inadecuados.

Algunos subsisten en las zonas rurales empobrecidas y asoladas por tormentas como en Honduras y Nicaragua. Otros luchan por sobrevivir en los extensos cinturones de miseria y municipios marginales de la India, Brasil, Sudáfrica y Filipinas. Muchos están presos en campamentos de refugiados en Grecia, Jordania, Kenya, el Chad, Pakistán y Bangladesh.

Mientras al mismo tiempo, decenas de millones de casas están vacías sólo en EE.UU. y Europa. Agencias inmobiliarias exclusivas ponen a la venta cientos de miles de casas de lujo cada día. Muchos de los trabajadores que construyeron esas casas, que las limpian y mantienen, viven en la miseria.

El albergue es una de las necesidades humanas más básicas. En el capitalismo, sólo obtenemos lo que podemos pagar. En el comunismo, produciremos y compartiremos lo que necesitamos. Lo que necesitamos construir ahora mismo es el Partido Comunista Obrero Internacional para que dirija a las masas a conquistar un mundo en el cual todos estén verdaderamente en casa en todas partes.

Primera página de esta edición

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