Veteranos de la Lucha Armada en El Salvador Saludan a los Camaradas en La India.
Nuestra Lucha Hoy: Movilizar a las Masas para el Comunismo Internacional
EL SALVADOR—“Para iniciar, quiero saludar a nuestros camaradas en la India. Creo que están haciendo una lucha muy importante. Y nosotros nos solidarizamos con ellos, aunque sea en una forma moral”. Así inició la reunión un viejo camarada campesino del Partido Comunista Obrero Internacional.
“El mundo, en este momento está evolucionando. Y creo que en estas luchas se van a lograr muchas cosas encaminadas a la vida equitativa para todos. Estoy hablando del comunismo; hay algunas cosas que quisiera contarles, a nuestros camaradas de la India. Por ejemplo, cómo se inició el movimiento organizativo para hacer una guerra y los errores ideológicos que cometimos en El Salvador con el FMLN”.
No fue tanto a ‘tontos y a ciegas’, como decimos nosotros, desde que éramos masas, pueblo organizado, teníamos un alto nivel de organización; ya teníamos preparado, muchos años antes nuestra organización, se adquirió tierras en Honduras y casas de seguridad en las ciudades más grandes del país, a donde iban a estar nuestras familias. Algunos jóvenes, mujeres y otros se quedaron a enfrentar la lucha político-armada.
Cuando iniciamos, teníamos infiltrados en organismos internacionales; Cruz Roja y otras organizaciones europeas y americanas, que iban a colaborar con este movimiento. Nos dedicamos a tiempo completo a combatir al enemigo de distintas maneras, con la lucha de calles, y con la lucha política. Iniciamos la lucha militar-política con cinco organizaciones, que trabajamos unidos. Por lo menos, en teoría, había una unidad que se convirtió en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Organización Comunista y Entendimiento
Ahora entendemos como campesinos militantes del Partido Comunista Obrero Internacional, que la organización debe ser internacionalista, con el Partido dirigiendo colectivamente nuestras decisiones individuales, que el sistema capitalista ha implantado y que el comunismo debe ser difundido a toda la base.
¿Cómo pudimos resistir una guerra con un enemigo nueve veces más armados, el apoyo de 2 millones de dólares diarios del gobierno de EE.UU.? Según cálculos del enemigo capitalista nos iban a destruir, en unas horas. Pero nosotros teníamos compañeros que enviamos al ejército para que después nos enseñaran a manejar las armas y las tácticas de guerra. Construimos una clase trabajadora levantada en armas, nos organizamos de muchas formas, tuvimos una parte administrativa-logística, creo que es lo mismo de lo que están haciendo ustedes, allá en la India.
Autocríticamente, nuestro fundamento ideológico fue muy débil, la dirección del Frente no creía en la capacidad como clase trabajadora de entender como sería un sistema comunista basado en lo colectivo, pensaron que solo un grupo de intelectuales podría entender esta forma nueva de vida.
Hijos de pequeños ricos nos incorporamos; nuestros padres comenzaron a colaborar con dinero, animales; elegimos compañeros como administrativos que distribuyeran equitativamente, lo que había en el lugar donde estábamos, para sobrevivir. Había una enorme inteligencia, en esa gente.
Hicimos esto a tal grado, que, en los años de guerra, 1980-1992, estábamos en los campamentos guerrilleros abastecidos de comida. Teníamos una ayuda grande con la gente que mandamos a los refugios, “(donde estaban nuestras familias)” en Honduras, allí se producían verduras, maíz, cereales, ropa, zapatos. Esa gente aprendió a hacer casi de todo, hasta producían pan para su consumo y el nuestro. Muchos jóvenes en los 12 años de guerra nunca conocieron el dinero, todo se producía y se consumía en colectivo; hoy en el PCOI militan amigos, lectores de Bandera Roja y camaradas activos que estuvieron allí.
Todos esos pequeños (niñas y niños) que se fueron a los refugios, cuando se convertían en jóvenes, con muchas ganas, y con mucho entusiasmo la mayoría nos decían, “Yo me voy para El Salvador, ¡yo me voy a pelear allá!”. Se venían, los preparábamos; se entrenaban y se educaban; se les explicaba lo que era una revolución, tal vez no comunista, como si lo hace el Partido hoy a nivel mundial.
De esa forma fuimos creciendo y creciendo, a llegar a un punto que nuestros enemigos nos temían. Ya sabían que había un grupo de campesinos y obreros de la ciudad que peleaba con todo; que no escatimaba esfuerzos en ningún momento, y en ninguna coyuntura para poder lograr nuestro avance, todo lo logramos en el terreno del combate. Y si hubiesen valorado que importante es la enseñanza ideología comunista, como lo hace ahora el PCOI, hoy sería otra historia.
Yo los admiro, también a ustedes en la India y otros lugares donde el PCOI se está desarrollando. Ya están en otro momento. Nosotros luchamos en un momento, yo creo que, en eso, sí habrá que hacer la diferencia después. Todos aprendemos de las experiencias de la clase trabajadora mundial, de sus errores y de sus grandes logros.
Ahora ustedes, en la India. Yo creo que les toca en un nuevo momento, donde tienen que aplicar toda su inteligencia y desarrollo comunista para esta lucha.
Sigamos hacia adelante, nuestra clase vencerá. Y vamos a vencer.
Y venceremos siempre.