Granjeros, Obreros, Estudiantes, Soldados: Las Protestas Estremeciendo a la India Crean Posibilidad de un Partido Comunista Masivo
DELHI (India), 28 de diciembre – “Nunca olvidaré la última semana de noviembre”, dijo Satish, un camarada, nuevo y joven. “Los granjeros y sus partidarios invadiendo barricadas, cañones de agua, proyectiles de gas lacrimógeno. Las barricadas atrincheradas no los detuvieron. Cuando un grupo se retiró, otros se unieron. Había miles y miles de ellos en todas direcciones. Todos exigían Delhi Chalo (marcha a Delhi). La policía fue superada numéricamente.»
Satish participó en estos eventos estremecedores. Antes no conocía el Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI), pero ahora está listo para movilizar a las masas para el comunismo.
«¿Es posible?» preguntó otro camarada. «¿Puede el comunismo triunfar bajo el liderazgo de las masas movilizadas por el PCOI?»
Satish respondió enfáticamente: “Mi vida ha cambiado. No puedo volver a como era antes.» Pensaba en el futuro. “El comunismo para mí es una sociedad sin patrones, ellos son responsables de cada problema que tenemos. Hasta hace un mes, yo no sabía nada sobre el comunismo. Estaba enojado, mi familia estaba luchando para obtener lo suficiente para comer.»
Hay más de un millón de granjeros como Satish. Están enojados y dispuestos a marchar sobre Delhi. Pero los líderes de varios grupos de granjeros los están frenando. En lugar de avanzar a Delhi, se han retirado a las afueras. Están negociando con los mismos capitalistas que hicieron enojar a Satish y millones como él.
Las demandas de los líderes sindicales reflejan su política de hacer que los granjeros añoren convertirse en pequeños capitalistas exitosos. Los capitalistas quieren acabar con los pequeños propietarios granjeros. Quieren un control total por parte de las grandes corporaciones que además distribuyen productos agrícolas. Dos de los mayores propietarios, Reliance Group de Ambani y Adani, han acumulado 50 mil millones de dólares durante la pandemia, lo que los sitúa entre los capitalistas más grandes del mundo.
Las demandas de las millones de personas que inundan a Delhi y que protestan en toda la India, no serán satisfechas por los sindicatos de granjeros ni por los grandes latifundistas capitalistas.
«¿Por qué no luchamos por un sistema que abolirá el dinero y la propiedad privada de la tierra?» preguntó una de las dos docenas de camaradas que visitaban los campamentos de los granjeros. “Todos trabajaremos como lo hacen los granjeros en Delhi. Cocinamos. Producimos. Cuidamos a los enfermos. Construimos casas. No tenemos que obtener el permiso de los capitalistas. Podemos hacer todo con el poder de la clase obrera.”
Tiene sentido para Satish. Está decidido a reclutar a muchos más: “Modi no puede lidiar con los granjeros y soldados que marchan por millones. El no es nadie. Todo el sistema colapsará.»
«Mira mi aldea,» continuó Satish. “Casi todas las familias pobres tienen un hijo que está en el ejército. Muchos granjeros pobres estaban en el ejército. Y quieren que luchemos contra China cuando estamos luchando por sobrevivir”.
Los sijs de Punjab se han unido al ejército en gran número. Han pagado un alto precio luchando para defender a capitalistas como Adani y Ambani. Un flujo constante de heridos y muertos que regresan a casa en Punjab se suma a la agonía de los pobres en sus aldeas. La guerra inflige violencia a los trabajadores a una escala mucho mayor que los ataques diarios del capitalismo.
Ahora el camarada Satish está pensando en los pogromos en Delhi del pasado mes de diciembre. Más de quinientos, en su mayoría musulmanes, fueron asesinados por el fascista Modi. Muchos más murieron en Uttar Pradesh. Todas las casas en el barrio musulmán fueron incendiadas, las propiedades sufrieron daños. El internacionalismo comunista es la única forma de responder a las campañas capitalistas de largo para promover el racismo, la división de castas y los prejuicios religiosos.
Satish recordó un Sikh Langar (cocina comunitaria) que vino de Punjab a Delhi para ayudar a los obreros musulmanes. La comida de Langar fue recolectada – para las masas musulmanas hambrientas – por granjeros extremadamente pobres de la aldea de Punjabi. Cuando llegaron a las puertas de Delhi, hubo una abrumadora solidaridad sij-musulmana. Pero la policía fascista de Modi les impidió distribuir la comida. Luego, los organizadores de Langar amenazaron con que las masas bloquearían el tráfico ferroviario en Punjab, cortando el suministro de alimentos a toda la India. El bloqueo se levantó durante la noche.
Los tiempos están cambiando. Hace dos años, los compañeros del PCOI se unieron a una protesta estudiantil en la Universidad Jawaharlal Nehru. Llevaron la idea del comunismo a las masas. Hubo una feroz oposición de muchos que creían que debemos luchar primero por el socialismo. Mostramos a las masas que todas las vías hacia el socialismo conducen a la esclavitud asalariada capitalista.
Nuestros miembros crecieron en pequeñas cantidades. Pero cuando millones de trabajadores migrantes se vieron obligados a abandonar sus hogares en la ciudad, participamos y organizamos la distribución de alimentos. Hicimos más contactos y más camaradas se nos unieron.
Estamos entrando en una etapa crítica en nuestro movimiento. Millones de granjeros, 250 millones de obreros industriales, soldados y ex soldados muestran la posibilidad de una revolución comunista. Vemos señales de que las masas rechazan las viejas formas de vida impuestas por la esclavitud asalariada. Más camaradas nuevos, como Satish, ingresando al PCOI y reclutando a muchos otros muestra que el comunismo está en el horizonte.