9 de febrero: A medida que continúa la guerra civil en Siria, se ha desarrollado una crisis horrible. Ahora hay 900,000 refugiados de los combates en el noroeste de Siria, abrumando las capacidades de la ONU y otras agencias de ayuda a refugiados en la frontera entre Siria y Turquía. Este es solo el último ejemplo de un desastre humanitario en curso
Los inmigrantes ahora deben ser contados por miles, para que cuenten. Estos, recorren cientos y a veces miles de millas tratando de escapar del infierno capitalista, y se topan con la cruda realidad: el capitalismo esta en todo el mundo.
Los que escapan de guerras y racismo en Medio Oriente y Afrecha fijan sus ojos en Europa, esa Europa de los patrones, que en una reunión en Berlín en 1884 decidieron la suerte, conquista, colonización, y esclavización de millones en Afrecha, y subsecuentemente en Asia Menor.
Cientos de miles quedan atrapados en campamentos en Turquía, Grecia y otros países de Europa. En condiciones infrahumanas, los inmigrantes duermen en carpas a merced del frío invernal con poca ropa, comida y agua. Filas de más de 75, hacen turno para usar los escusados repletos y los baños.
A pesar del hacinamiento en los campamentos y los años de espera y desespero por una visa de refugio, muchos inmigrantes tratan de llevar ‘una vida normal’, a su manera. Trabajan y ayudan en lo que pueden, algunos, montan pequeños negocios, cortan el cabello, hacen pan, reparan celulares, para los demás internos. Casi en todos los campos, se dan clases de idiomas, arte, o música, para los niños por los mismos refugiados.
La barrera del idioma, no ha impedido fraternizar con inmigrantes de otros países y ayudarse mutuamente. Tratan de mantener sus problemas bajo control. Pero algunas veces los problemas escalan debido al individualismo, la desesperación y el hambre de algunos inmigrantes, que en algunos casos han cometido delitos graves. Los robos y las violaciones han aumentado en los campamentos.
Todo esto a llevado al desespero de los migrantes y sus familias, y muchas veces en caravanas de miles han tratando de derribar los muros de alambres de púas en la frontera de Croacia, y han sido atacados por policías antimotines. También se han enfrentado a bandas de racistas que pululan en ciudades y pueblos de Europa.
Aquellos inmigrantes que ha podido llegar ha ciudades europeas, han enfrentado una serie de agresiones, que ha incluido abandono, y a veces negarles los servicios médicos. El acceso a empleos es restringido y los ha llevado a aceptar menos paga que reciben los trabajadores locales. Y se han rebelado.
En Italia migrantes africanos indocumentados han marchado protestando y enfrentado a “Ndrangheta”, la mafia de Calabria y a la policía, por las condiciones de esclavitud en los campos de naranjas donde trabajan. En Barcelona, inmigrantes africanos enfrentaron a la policía por varias horas, cuando estos mataron a un compañero suyo.
El fascismo esta creciendo en todo el mundo, y los patrones tratan de dividir a la clase trabajadora con discursos xenófobos. Pero también los movimientos de masas que de una forma u otra se solidarizan con los inmigrantes y luchan en contra de la xenofobia y el racismo. Trabajadores nativos e inmigrantes, están construyendo un movimiento masivo antifacista y con un potencial comunista.