SEATTLE (EE. UU.), 16 de febrero— Las fábricas de Boeing se están convirtiendo en estudios de caso sobre las ramificaciones políticas de la crisis del capitalismo. Cada día, camaradas y amigos deben tomar decisiones sobre qué decir (o no decir) a sus compañeros de trabajo. La lucha entre las ideas fascistas y comunistas está cambiando el panorama.
Hace una semana, se le preguntó a una cuadrilla de unos quince obreros cuál era el último libro que leyeron. Richard, un lector de Bandera Roja, se negó a responder porque “no estamos supuestos a hablar de política”. Resulta que estaba leyendo una exposición de Trump.
Al día siguiente, Richard habló con un camarada, Danny. Admitió que el libro no era gran cosa. Ni siquiera tenía algo nuevo.
Sin embargo, Richard tuvo otra clase de discusión con uno de sus compañeros de trabajo. Un joven trabajador de su cuadrilla votó por Trump en las últimas elecciones. El amigo de Richard ahora pensaba que eso había sido un gran error y planeaba votar por Bernie esta vez.
“Eso está bien”, dijo Richard a su compañero de trabajo, “pero entiende que eso no resultará en cambio fundamental alguno”.
Por ejemplo, la crisis de sobreproducción seguirá estando con nosotros. Solo el comunismo puede ponerle fin a este tipo de crisis de una vez por todas (ver Uso de…). La debacle del 737 MAX es solo el comienzo.
Danny le mencionó a Richard cómo una crisis similar condujo al fascismo en la década de 1930. Richard decidió que dejaría de leer la exposición de Trump y leería “Fascismo y la Revolución Social”, un libro escrito sobre esa época por el comunista R. Palme Dutt. Richard buscaba una manera más efectiva de explicarle a ese joven obrero en su cuadrilla qué era un “cambio fundamental”.
Luego, Danny y Richard discutieron que no debemos evadir los debates ideológicos. El progreso político entre la clase obrera industrial —y las masas— exige que declaremos con valentía nuestra posición comunista de la manera más masiva posible. Las discusiones individuales son muy importantes, pero siempre surgen oportunidades donde podemos hacer que la batalla sea más pública. Debemos aprovechar esas oportunidades, especialmente en este tiempo de crisis.
Nuestra red de lectores de Bandera Roja en Boeing preparará el terreno para que podamos aprovechar estas oportunidades. Nuestra red no es una colección de lectores pasivos. Tenemos discusiones semi-regulares sobre lo que el trabajo comunista presentado en el periódico significa para nosotros. Nuestros camaradas y amigos tendrán más confianza en la lucha si saben que hay una red de lectores en Boeing que nos respaldará.
Debemos expandir esta red y convertir las discusiones semi regulares en discusiones regulares. La próxima semana, vamos a tratar de ver a quién más Richard puede conseguir que lea Bandera Roja.
Electabilidad es Una Palabra Clave para el Reformismo y el Anticomunismo
Danny inmediatamente informó sobre esta discusión a Charles, otro amigo en Boeing que ya distribuye 35 periódicos. Él también ha sido conmovido por la intensa lucha por los corazones y las mentes de la clase obrera – pero de una manera diferente.
Charles se inspiró en la discusión entre Richard y el ex votante de Trump. Pero Charles pareció retroceder cuando comenzamos a hablar sobre la elegibilidad.
Centrarse en la elegibilidad, como lo hacen todos los candidatos demócratas, se traduce en reformismo en el mundo real. Para aquellos en el Partido y su alrededor, implica no promulgar demasiado la política comunista con sus compañeros de trabajo.
Es lo opuesto al principio director del PCOI: Movilizar a las Masas para el Comunismo. Acepta la noción capitalista de que debemos tenerle miedo a la clase obrera.
“Incluso [el candidato presidencial] Biden no pondría a los niños en jaulas”, dijo Charles para justificar la elegibilidad. Pero la militarización de la frontera sur del EE.UU. no comenzó con Trump. El camino fue abierto por los ex presidentes Clinton, Bush y Obama. La única solución es deshacerse de las fronteras y solo el comunismo puede hacerlo.
Charles también decidió leer un nuevo libro: uno sobre la militarización de la frontera sur. Pero comprender las consecuencias del capitalismo no es suficiente.
Las contradicciones del capitalismo están intensificando la crisis. La crisis está subiendo la apuesta entre la clase trabajadora, especialmente en las fábricas de Boeing. Nos presenta muchas oportunidades para luchar por la política comunista. Cuando aprovechamos estas oportunidades, podemos superar nuestras dudas y el PCOI crecerá.