No Soy el Virus, Soy Comunista

Trabajadores, indigenas Mayas, en huelga junto con “Justicia para los Janitors” en Los Angeles, USA

Un incidente ocurrido durante la semana, me provocó disgusto y alcé la voz enojado; dos trabajadores que considero amigos, comenzaron a esconderse cuando me vieron, y a decir, “ahí viene el chino”; y ‘escóndanse porque trae el virus’. He aguantado otras veces sus bromas sarcásticas cuando se refieren al comunismo, pero a la vez ellos algunas veces, han estado de acuerdo con algunas ideas del partido.

Uso cubre bocas porque padezco de alergias, y además soy indígena y tengo los ojos rasgados como muchos mayas. Un poco molesto les expliqué que esas bromas hacían mucho daño a la clase trabajadora, pero uno de ellos, un indígena; también maya, hizo caso omiso y siguió haciéndome bullying.

Contener mi enojo y luchar en contra del racismo me fue difícil, pero lo intente. Les explique, que aunque China ahora es capitalista, en su momento lucharon por tener una sociedad más igualitaria durante la Revolución Cultural Proletaria China, aunque hayan fracasado en su intento.

La lucha en contra del coronavirus que ya ha cobrado miles de infectados y muertos, también ha creado pánico y sobre todo mas prejuicio racial en contra de chinos y asiáticos en general. El racismo creado y promovido por el capitalismo, ha contagiado también a la clase trabajadora. Comenzando con bromas, chistes de mal gusto, hasta ataques violentos en contra de asiáticos, y otras personas por solo el hecho de tener los ojos rasgados.

En incidentes separados, he oído a trabajadores decir: “los chinos son sucios”, y que son los causantes del virus. O, que, “ eviten ir a Coreatown y a los restaurantes chinos” para no ser contagiados. Que “el virus va a desaparecer pronto porque viene de China”, dando entender que todo lo que hacen los chinos es malo.

En todos los casos me ha dado la oportunidad de explicar como es el racismo y como trabaja para tener a la clase trabajadora peleándose entre si, para beneficio de los patrones. También me ha dado la oportunidad de presentarme como comunista con algunos que no me conocían y mostrarles en el teléfono, el sitio de Internet de Bandera Roja.

Eso me ha fortalecido más, he hablado con más trabajadores para saber que piensan y cómo están preparándose para el caso de una eventual cuarentena. Muchos le echan la culpa a Trump de inventar la crisis y acusan a los noticiarios de alarmistas.

He tenido dos reuniones con trabajadores indígenas mayas, para hablar del virus: su origen, la prevención y las consecuencias, y, sobre todo, como podemos pararlo con una revolución comunista. Les he explicado que, en una sociedad comunista, una crisis de este tipo lo combatiríamos mas eficientemente y con menos fatalidades. Pondríamos todo nuestro esfuerzo colectivamente para los que estuvieran en la línea de frente: trabadores de hospitales, enfermeras médicos etc. Tengan suficiente material necesario para combatir una epidemia. Evitando así también el contagio en estos trabajadores.

Con un amigo indígena kaqchikel estamos planeando tener más reuniones con otros trabajadores indígenas que viven en el área del Valle San Gabriel, en el Condado de Los Ángeles, para informales más sobre el virus y la prevención.

Muchos indígenas llegados de Guatemala, hablan diferentes dialectos, y algunos hablan muy poco español. Será una tarea muy interesante y buena para promover las ideas comunistas.

Debo admitirlo, me costó, pero llamé por teléfono al amigo que hizo bullying y me disculpé por haberle gritado. El también lo hizo conmigo y tuvimos una buena charla política. Me hizo sentir mejor.

No soy el virus. Soy indígena maya. Soy comunista. y soy miembro del Partido Comunista Obrero Internacional.

Primera página de esta edición

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