Covid-19 y la Lucha de Clases en el Sector Aeroespacial

Durante la Suspensión de la Producción de Boeing, y “Encierro en Casa”: Obreros Reflexionan Sobre Racismo, Xenofobia y Que Acciones Tomar

SEATTLE (EE. UU.), 7 de abril: “¿Quiere realmente la gerencia de Boeing que regresemos a trabajar el 8 de abril? Me parece una locura “, texteó el compañero de trabajo de un camarada. Sentimientos similares fueron expresados en dos grupos de texto que establecimos al comienzo de la suspensión de la producción que ha paralizado 70,000 obreros.

El camarada respondió: “No se trata de locura. Se trata de la prioridad de Boeing, ganarle a la competencia. Esa es la consecuencia lógica de la producción con fines lucrativos del capitalismo.

“¡Si nos obligan a regresar, deberíamos estar preparados a cerrar la compañía!” intervino otro tornero.

Reacciones generalizadas como esta obligaron a la compañía a reconsiderar sus planes. Las condiciones de rápido deterioro prácticamente detuvieron la entrega de piezas y subconjuntos desde la cadena de suministro. Oficialmente, más de 150 obreros de Boeing tienen el COVID-19. Las cifras reales son probablemente 5 a 10 veces más altas.

Pero, no nos hagamos ilusiones que Boeing suspenderá la producción hasta que todo esté seguro. Sus ejecutivos pospusieron la suspensión de la producción hasta el último momento: Cuando las muertes comenzaron a acumularse. Incluso ahora, están presionando para reanudar la producción lo más pronto posible.

Nuestros amigos en Boeing y los distribuidores de Bandera Roja están circulando (mediante grupos de texto y redes sociales) reportes de las reuniones privadas de los principales ejecutivos del país (incluyendo al de Boeing, Calhoun), especuladores financieros multimillonarios y el gobierno federal. Ellos “temen que hay una la falta de urgencia de parte de muchos para volver a trabajar”. “Algunos están dispuestos a arriesgar algunos horrores para evitar otros”, reporta la agencia noticiera Bloomberg.

A partir del miércoles 8 de abril, 30,000 obreros de la fábrica en el área de Seattle se unirán a las decenas de millones de recién desempleados, solo en EE. UU. Los horrores que estos capitalistas están dispuestos a arriesgar siempre recaen en las espaldas de la clase obrera del mundo.

Nuestros amigos están entre los que están bombardeando el sindicato. Muchos demandan que la compañía gaste al menos parte del estímulo gubernamental de $100 mil millones en nosotros los obreros.

Pero el sindicato está jugando su papel social fascista habitual. Tratan de hacer que los trabajadores se sientan impotentes, en lugar de expandir la lucha para movilizar el vasto poder de la clase trabajadora para la revolución comunista.

Los Obreros de Boeing Deben Confrontar el Racismo y la Xenofobia para Expandir Esta Lucha

En un grupo de texto de Boeing, un distribuidor de Bandera Roja destacó la disparidad racista de las muertes en EE.UU. por el COVID-19.

“Lo de siempre. Entre los negros en Louisiana, Detroit, Chicago, Georgia, Missisipi – la proporción de muertos es el doble”, escribió. “Nosotros [la clase trabajadora] estamos en esta lucha juntos y lo que afecta a uno afecta al otro, así que MAS VALE QUE DESPIERTEN”.

Estaba particularmente preocupado por la devastación que causará el coronavirus en África. De hecho, todo el grupo de obreros de Boeing – negros, blancos y asiáticos – estaba preocupado.

Otro grupo de texto discutió la manifestación de caravana de caros a la prisión de la inmigración en Tacoma (a 30 minutos de nuestra planta). Más de 300 detenidos estaban en huelga de hambre protestando la propagación masiva de la enfermedad.

La caravana fue en a estos huelguistas. Si los obreros de Boeing salieran para unirse a la caravana, tendría un impacto electrificante a nivel mundial.

“Es un mundo raro”, texteó mas que uno en ambos grupos cuando escucharon lo que estaba sucediendo en el centro de detención de Tacoma.

Más exactamente, es un mundo capitalista. Un mundo en el que el distanciamiento social es imposible para los prisioneros (principalmente negros y latinos), inmigrantes detenidos y obreros fabriles y rurales. Un mundo que pone en peligro a toda nuestra clase obrera por la competencia interminable por el dominio comercial, militar y político entre los capitalistas-imperialistas del mundo.

No importa qué acciones tomemos – paros, huelgas, confrontaciones en las plantas, caravana – debemos estar claros de nuestra meta. La “locura” del capitalismo – y el asesinato resultante de nuestros hermanos y hermanas de clase – solo se le puede poner fin con la revolución comunista. Movilizar a las masas para el comunismo debe ser siempre nuestra meta.

La Lógica Loca del Capitalismo

Nuestros amigos en Boeing nos dicen que la respuesta de los patrones al COVID-19 es ilógica.

En Estados Unidos sabían desde enero que se acercaba una epidemia, pero no hicieron nada. No aumentaron la producción de máscaras o EPP y no implementaron el aislamiento social. Incluso ahora, no hay un programa de emergencia para hacerlo. En Francia, el gobierno consiguió un suministro de máscaras, y se las dio, no al servicio de salud, sino a Airbus (!) para que pudiera reanudar la producción de aviones. En EE.UU., General Electric, que en realidad fabrica ventiladores en tiempos normales, no convertirá ninguna de sus plantas, que producen motores de aviones, para producir ventiladores.

Aparenta ser una combinación de estupidez e incompetencia mezcladas con un poco de codicia y locura. Pero esto es un malentendido; La respuesta de los patrones tiene su propia lógica.

Es la lógica de la competencia. Incluso antes del COVID-19, la creciente crisis de sobreproducción había agudizado la competencia entre Estados Unidos, China y Europa a un punto álgido. Airbus estaba surgiendo por delante. El fiasco del MAX paralizó a Boeing. China se preparaba para ingresar con su propio avión a un mercado de aviones cada vez mas chico.

El brote de coronavirus obligó a los capitalistas chinos a desviar una gran cantidad de capital para combatirlo. Tuvieron que cerrar temporalmente la producción. Esto les dio cierta ventaja a Europa y EE.UU., pero no duró mucho. Ahora EE.UU. y Europa corren el riesgo de quedarse atrás mientras intentan controlar la pandemia. Para salvar vidas, tienen que gastar miles de millones en máscaras, hospitales, ventiladores, etc. y tienen que perder miles de millones, tal vez billones, cerrando gran parte de su industria.

Cada vez hay más señales de que ellos opinan que no pueden hacer esto (si quieren seguir siendo competitivos). Sus medios informan que hay llamados para ponerle fin a lo que los franceses llaman “encierro” y enviar a todos de vuelta a trabajar. Cientos de miles (si no millones) de vidas podrían perderse.

Un reportero lo expresó así: si terminamos el encierro demasiado pronto, corremos el riesgo de una catástrofe de salud; si lo terminamos demasiado tarde, corremos el riesgo de una catástrofe económica. Dándoles una opción, ¿cuál crees tú escogerán nuestros gobernantes psicópatas?

Por el momento, no han logrado que los obreros aeroespaciales “mueran por la bolsa de valores”. Durante las últimas dos semanas de producción suspendida, los llamados de estos para cerrar las fábricas se han disparado.

En el comunismo, no habrá corporaciones, bancos o bolsas de valores que proteger. No habrá competencia económica que se interponga en nuestro camino. No más arriesgar nuestras vidas para hacer aviones que van directamente a estacionarse al desierto al no mas salir de la fabrica.

En cambio, el inmenso poder de las masas comunistas se dedicará a aprovechar las fuerzas de producción necesarias para hacer máscaras, pruebas, ventiladores y cualquier otra cosa que necesitemos para derrotar esta pandemia.

La lógica de la clase obrera exige una revolución comunista. Por lo tanto, ingresa ahora al PCOI para preparar el camino.

Primera página de esta edición

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