Los Angeles, 31 de marzo—PCOI lleva ideas comunistas a caravana en contra de las cárceles de inmigración.
Racismo, Xenofobia, Islamofobia No Detendrán El Creciente Surgimiento Comunista
“Siento como si he sido invadido por este odio [anti-chino]” dijo un camarógrafo sino-americano en Siracusa, Nueva York. “Está en todas partes, es peor que la enfermedad.”
Los desvaríos racistas de Trump contra el mal llamado “virus chino” fomenta este odio xenofóbico. Los ataques racistas— insultos y asaltos físicos— están a la alza en los EE.UU., dirigidos a personas de China u otros de ascendencia asiática.
Pero no sólo es Trump. La clase dominante estadounidense tiene que desviar de si la responsabilidad por la pandemia del COVID-19, por su incapacidad de respuesta, y por el colapso de la economía. Enfrentando unas masas cada vez más airadas y hostiles, necesita dividir la clase obrera con racismo y distraernos con el anti-comunismo.
Y no solamente es la clase dominante de EE.UU. La clase dominante china (“comunista” solo de nombre) promueve el cuento de que el ejército de EE.UU. creó el virus para esparcirlo en China. La campaña propagandística de EE.UU. y China refleja la fiera competencia entre estos imperios globales. Recalca sus preparativos de guerra donde la clase obrera internacional pondrá los muertos.
COVID-19: El Pinchazo que Reventó la Burbuja Capitalista
Los gobernantes del mundo culpan al COVID-19 del colapso de su economía global. Pero esta pandemia solo fue el pinchazo que reventó su superinflada burbuja. Su sistema estaba abarrotado con la sobreproducción y deudas.
La producción de automóviles estaba proyectada a decaer en 2020 aun cuando más plantas empezaron a producir. En el pasado octubre, una conferencia global de la industria del acero llamó a “urgentes acciones concerniente la crisis del exceso de capacidad del acero”. En ambos casos, la competencia entre EE.UU.-China era crítica.
Mientras el mercado del petróleo luchaba con “demasiada oferta”, EE.UU. “estaba a punto de inundar el mundo con mucho más.” Los analistas financieros esperaban retornos más bajos en las inversiones, debido en parte a la gran carga de deuda.
El COVID-19 no creo la crisis económica. Pero la reacción de los capitalistas-imperialistas del mundo a la crisis ha acelerado su estallido y profundizado sus efectos. Nos ha acercado más a la Tercera Guerra Mundial.
La Pandemia Expande las Bases Materiales para una Revolución Comunista Mundial.
A nivel mundial, los trabajadores, y otros, sufren y mueren por la misma crisis del capital y la misma enfermedad. Ambas crisis exponen el racismo sistemático al mismo tiempo que traspasan todas las divisiones que los gobernantes usan contra nosotros.
Aquellos que se enferman y mueren en grandes cantidades son los pobres, los migrantes y refugiados que usualmente viven en congestionadas casas en las barriadas o campamentos. Obreros industriales cuyos empleos los exponen a enfermedades respiratorias, también están en alto riesgo.
En EE.UU., Brasil y Sudáfrica, la clase trabajadora negra es especialmente vulnerable. Por el racismo, sufre más de condiciones subyacentes, como la diabetes e hipertensión que hacen más fatal el coronavirus.
Hoy día, miles de millones de obreros/as a nivel mundial cuestionan el capitalismo y buscan alternativas radicales. Usualmente los más oprimidos dan el liderazgo más agudos. Muchos están respondiendo al llamado del PCOI de movilizar a las masas para el Comunismo como la única manera de acabar con los horrores del capitalismo-imperialismo. Al crecer e intensifica nuestros esfuerzos, muchos más se nos unirán.
¡Los capitalistas necesitan la xenofobia, racismo y nacionalismo para dividir y desviarnos de directamente culpar su mortal sistema de ganancias! Tratan desesperadamente de prevenir el surgimiento de un movimiento revolucionario comunista mundial que terminará para siempre con su régimen genocida.
Pero están condenados al fracaso. Al contrario, sus crisis están creando las bases para la unidad de la clase obrera internacional. Esta es nuestra experiencia desde El Salvador a EE.UU. a la India.
En la India, el gobierno de Modi ha culpado a los musulmanes por el virus para dividir a estos obreros de los obreros hindús, la mayoría de la clase obrera india. Modi ha movilizado a su policía y matones fascistas para atacarlos ferozmente.
Pero también, el estado de sitio de Modi ha obligado a millones de obreros musulmanes e hindús – hambrientos y sin dinero- a caminar cientos de kilómetros de regreso a sus aldeas. Esto crea la base material para unificarlos contra el mismito sistema que los quiere dividir. Los camaradas del PCOI están ahí luchando, hombro a hombro, junto a estas masas, esparciendo y organizando la lucha por el Comunismo.
¡Necesitamos el Comunismo!
El sistema de ganancias está en directa contradicción con satisfacer las necesidades de las masas. Ninguna reforma puede arreglarlo. Nuestra respuesta a la xenofobia, racismo, colapso económico y crisis del coronavirus debe ser movilizar a las masas en todo el mundo para luchar por nada menos que el comunismo construirlo.
En el Comunismo, nada se venderá o comprará. El Comunismo abolirá a las naciones, fronteras y el dinero. ¡No más racismo o xenofobia!
Las masas comunistas se movilizarán para prevenir o prepararse para futuras pandemias. Durante una epidemia, nada será producido excepto lo necesario para el cuidado y protección de las masas. Millones se movilizarán para encontrar curas y tratar los enfermos. En el proceso, millones de organizadores comunistas serán creados.
En vez de competir mascarillas, vacunas o ventiladores, produciremos lo suficiente para todos y compartiremos nuestro conocimiento para el beneficio y futuro de la humanidad.
Los ataques de los Capitalistas de EE.UU. Contra China Capitalista Fomentan Anticomunismo
Cuando comenzó la epidemia del COVID-19 en China, los gobernantes de EE.UU. dijeron que era un problema de China. Atacaron la forma en como China, su principal rival imperialista, manejó la crisis.
China no es un país comunista. Es un país capitalista imperialista que explota a las masas chinas. Si China está enviando investigaciones, medicinas y materiales a muchos países que enfrentan el virus, es para construir apoyo e infraestructura para el dominio imperialista chino.
Esta competencia capitalista-imperialista impide cualquier tipo de cooperación que beneficie a las masas. De hecho, un investigador que desarrolló una prueba rápida para el coronavirus en China había sido profesor en Florida hasta que el gobierno de EE.UU. lo despidió por compartir investigaciones con colegas en China.
Al principio, el gobierno chino anuló la noticia del nuevo coronavirus. Pero luego organizaron una respuesta agresiva, incluyendo cuarentenas y pruebas masivas. Los medios estadounidenses dijeron que esto era horrible. En realidad, en las áreas de cuarentena, la comida estaba garantizada. El desinfectante estaba en la puerta de cada edificio de apartamentos. Estas medidas aunque comenzaron demasiado tarde contuvieron al virus.
Los que ahora están “encerrados en sus hogares” en EE. UU. deben rebuscarse para conseguir comida y desinfectantes.
Los gobernantes estadounidenses saben que China no es comunista, pero están utilizando el anticomunismo para construir el patriotismo estadounidense contra sus rivales imperialistas. Más importante aún, temen que las masas de jóvenes y trabajadores, hartos del capitalismo, recurran al comunismo como la solución.