Chicago, EE.UU. Caravana de solidaridad con los prisioneros del Cook County, demandando que los liberen debido a que es uno de los lugares de mayor contaminación del Covid-19.
“¡Todos Nosotros o Nadie!” El Comunismo Significa “Personas, No Ganancias”
El mundo ya ha cambiado. Incluso antes de que la lucha contra el coronavirus alcanzara su punto álgido nuestras perspectivas habían cambiado drásticamente. Y cambiarán aún más en los próximos días y semanas.
Hoy, como ayer y anteayer, millones de trabajadores de la salud, desde médicos hasta conserjes, ingresaron a trabajar “en las líneas de combate” en el esfuerzo primero de contener y eventualmente derrotar el virus mortal.
Su compromiso es aplaudido por millones con ollas y sartenes o manifestaciones de aplausos desde sus lugares de “encierro domestico”.
Independientemente de lo que estén haciendo, los pies de estos trabajadores de la salud, apresurándose a trabajar, están pisoteando la “sagrada” noción de que la búsqueda de ganancias privadas es la fuerza motriz de la humanidad. Conscientemente o no, están desechando una idea central de la cultura capitalista (trabaja duro y avanza mas que tu clase) y están planteando una idea central de la cultura comunista (todos nosotros o nadie).
Están anteponiendo las personas a las ganancias. Eso es un comienzo. Sus pies y manos siguen sus sentimientos. Sin embargo, tenemos que seguir adelante. Tenemos que avanzar de la idea hermosa pero idealista de personas antes que las ganancias a la idea revolucionaria y realista de personas, no ganancias.
Durante los últimos 30 años o más, las principales economías del mundo han estado batallando para revertir la caída de la tasa de ganancia. Cualquier victoria obtenida ha sido de corta duración. Peor aún, cada estrategia adoptada ha profundizado la crisis que enfrentamos hoy.
En el cuidado de la salud, por ejemplo, recortaron las camas de hospital. 90% de ocupación significa más ganancias. Reducen los suministros (como los ventiladores, por ejemplo) justo a tiempo, obteniendo más ganancias. Reducen el personal para obtener más ganancias. Y los gobiernos cortaron servicios como los de los centros de control y prevención de enfermedades. Reducen al máximo los gastos de los hogares para ancianos para obtener más ganancias. Los grandes laboratorios rehúsan desarrollar vacunas porque fabricar píldoras recetadas genera más ganancias
Treinta años de recortes y ardides para obtener más ganancias. Treinta años debilitando las defensas contra una amenaza viral que sabían llegaría tan seguramente como terremotos en Chile o California.
Como resultado, 1,700 millones de personas viven ahora bajo alguna forma de autoaislamiento. Eso es casi una cuarta parte de la población mundial. Sin embargo, la verdadera amenaza de este virus yace las 3 cuartas partes de la población mundial que no vive bajo el autoaislamiento.
Viven en favelas y barriadas tan abarrotadas que el autoaislamiento es imposible. Viven en municipios o campamentos de refugiados donde agua potable está a kilómetro y medio de distancia. Cuando el virus penetre esos vecindarios, será imparable.
Estas áreas densamente pobladas y mal atendidas no son accidentales. Son el resultado de la búsqueda implacable, de mano de obra cada vez más barata, por capitalistas multinacionales y globales para obtener más ganancias.
Por lo tanto, conforme estos millones de trabajadores de la salud caminan hacia su cambio de turno, protestan contra el mundo creado por los fabricantes de ganancias privadas. “Las ideas”, escribió una vez Marx, “una vez tomadas por las masas se convierten en una fuerza material”.
Cuán poderosa será esa fuerza está aún por verse. Sin embargo, tenemos algunas ideas. Los trabajadores saben que es una larga batalla que han decidido pelear. No han decidido solos sino con familiares y compañeros de trabajo. No solo van a trabajar. ¡Ahora son una fuerza social que en este mundo capitalista de perro-come-perro antepone sobre todo no las ganancias sino la vida humana!
Ya han cambiado los límites del debate político. ¡De esta lucha es donde vendrán los futuros líderes de nuestra revolución comunista!
Los Trabajadores Tienen el Poder para Destruir este Sistema Racista
Leí recientemente que “el virus está mejorando lo que ya está dentro de cada persona”. Lo mismo es cierto cuando destacamos el ineficiente sistema de atención médica. Las grandes diferencias en el cuidado de salud no son el resultado del descuido de los trabajadores de la salud, sino un sistema lleno de capas y barreras.
Siempre he pensado en el Gobierno como el Gran Mago de Oz, pero igual que Oz es una tierra imaginaria que realmente no existe y no está construida para ayudar a nadie. Cuando abres el telón, lo que encuentras es que lo que crees que es grandeza simplemente es una persona en busca del poder para ayudarse personalmente.
La buena noticia es que Dorothy descubre que ella tenía el poder todo el tiempo de tomar decisiones y hacer cambios donde ella quiera. La pandemia actual nos ha permitido abrirle el telón del gobierno, resaltar la falsa sensación de seguridad y reexaminar nuestro papel en impulsar el cambio.
Recientemente presencié personalmente cómo un grupo de trabajadores de laboratorio decidió hacer a un lado la burocracia y usar sus conocimientos para impulsar el cambio. Se unieron para innovar como proporcionar pruebas de Covid-19 y distribuir recursos por cuenta propia.
La capacidad, el equipo y el conocimiento siempre han existido para proporcionar más de lo que se está haciendo actualmente, pero los obstáculos de la burocracia han creado un cuello de botella en llevar recursos donde más se necesitan. Algunos jefes se han hecho de la vista gorda ante esta iniciativa porque saben que es lo correcto pero no pueden arriesgar sus puestos apoyando abiertamente el cambio. Como resultado, fingen no verlo y el esfuerzo continúa.
Los expertos en atención médica han reconocido que las comunidades no-blancas en áreas de bajos ingresos son las más afectadas. No solo por el volumen de personas, sino por un sistema en bancarrota que no ofrece acceso a la atención medica. Como resultado, estas comunidades sufren muchos problemas de salud subyacentes. El coronavirus junto con un problema subyacente como la diabetes, el asma y las enfermedades cardíacas, que prevalecen en estas comunidades, crean una tormenta perfecta para Covid-19. Mucha gente morirá.
Aquí en Chicago, donde solo el 30% de las personas son negras, el 52% de los casos positivos de Covid-19 son personas negras. Un impactante 72% de los que han muerto son negros.
Pero actualmente hay un movimiento liderado por quienes ignoran los obstáculos y las capas de la burocracia para ayudar y maximizar el acceso al cuidado medico para ayudar a los más vulnerables. La gente se da cuenta y se incorpora y está funcionando.
Necesitamos continuar difundiendo la conciencia de que nosotros tenemos el poder para hacer cambios. Tenemos el conocimiento y podemos decidir usarlo. Todos podemos hacer nuestra parte reconociendo que el sistema está en bancarrota y deseando querer más y hacer más.
Trabajadora del hospital en Chicago, EE. UU.
Ahora es el Momento
Cuando Macron se convirtió en presidente de Francia, hizo todo lo posible para insultar a los trabajadores. Los llamó analfabetos, “los que no son nada” en contraste con su propia clase, “los primeros de todos” (los que triunfan). Ahora, este desprecio por los trabajadores y el desprecio por sus vidas es evidente.
Para Boris Johnson (Reino Unido) y Bolsonaro (Brasil), la solución a la pandemia es dejar que millones de personas mueran para adquirir inmunidad para el resto de la población. De esa manera, reducirían el costo monetario de tratar y erradicar el virus.
En cuanto a los otros gobernantes, postergaron todo el tiempo que pudieron tomar las medidas necesarias por temor a perder sus ganancias. Crearon la crisis actual, y estos llamados “capitanes de la industria que asumen riesgos” se muestran como realmente son. Inútil. Peligrosamente inútil. Lo único que aún son capaces de hacer es mentir para ocultar su incompetencia y su necedad. Con todos sus contactos y su valiosa experiencia que supuestamente valen millones de dólares, ni siquiera pueden conseguir que una fábrica produzca máscaras de papel o hisopos simples.
¿Quiénes son realmente “el primero de todos” en este momento? Los médicos, por supuesto, pero también las enfermeras, los limpiadores, los camioneros, las personas que trabajan en los almacenes, los cajeros. Van a trabajar todos los días, a menudo sin protección, porque necesitan el dinero, pero también porque es su trabajo y lo hacen de buena gana y con orgullo. Sin ellos, todo se habría detenido.
Y la élite (como piensan de sí mismos) no podía hacer nada al respecto. Necesitan a los trabajadores. No los necesitamos Podemos manejar el mundo porque sabemos cómo hacerlo. Lo hacemos todos los días.
Sin embargo, como los miembros del partido saben muy bien, es difícil convencer a los trabajadores de unirse a nuestra lucha. ¿Por qué?
Quizás una razón es que nuestros amigos carecen de confianza en otros trabajadores. Se desaniman. Piensan que es demasiado difícil, no alcanzable. Pero mira la situación actual. Qué tan rápido sucede. ¿Quién lo hubiera predicho? ¿Quién es atrapado sin preparación? ¿Quién está tomando la iniciativa y salvando vidas?
Los médicos, las enfermeras que fabrican ventiladores con máscaras de buceo cuando los especuladores los venden a precios exorbitantes. ¿Quién se junta y cose máscaras cuando los políticos pasaron tres meses fingiendo que no eran útiles?
¿Quién va todos los días a la casa de retiro sin una máscara porque no hay nadie más para cuidar a las personas mayores? Las mujeres que Macron llama analfabetas para justificar sus bajos salarios y sus pésimas condiciones de trabajo. ¿Quién ayudó a los ancianos en los guetos franceses? La juventud abandonada por un gobierno racista. ¿Quién piensa en las personas sin hogar y las ayuda?
Hacemos todo lo útil y de valor para la humanidad. nosotros cuidamos de cada uno. Ellos no hacen nada. Simplemente toman descaradamente.
Recordemos el himno comunista, La Internacional:
“Los nada de hoy, todo han de ser”.
Ahora es el momento.