Derrotemos el Racismo y Fascismo del Capitalismo Luchemos por el Poder Obrero Comunista
EE.UU., 21 de abril – La primer niña que murió de Covid-19 en Detroit fue Skyler Herbert, de cinco años de edad, una niña negra hija de dos socorristas.
Michigan tiene más de 31,000 casos de COVID-19 y al menos 2,391 muertes. El área de Detroit, hogar de la industria automotriz e históricamente una concentración de obreros negros, es uno de los más afectados con el 76% de las muertes. Los afroamericanos representan más del 40% de los casos de COVID-19 en Michigan, pero solo el 14% de la población.
El 15 de abril, los partidarios de Trump, portando banderas de EE.UU. y armas de asalto, tuvieron un mitin los escalones del Capitolio del Estado de Michigan, exigiendo que el gobernador rescinda las órdenes de quedarse en casa y reinicie la economía. Trump tuiteó «¡Liberen Michigan!» Su aliado fascista Bolsonaro en Brasil se presenta a mítines similares sin máscara, abogando por que todos regresen a trabajar ahora.
Manifestaciones fascistas similares han tenido lugar o están planeadas en muchas ciudades de EE.UU. Algunos han portado banderas confederadas, símbolo de la esclavitud. En Dakota del Sur, una heroica joven arrancó la bandera confederada del camión de un fascista.
Raza, Clase y Coronavirus
Las agencias de salud pública catalogan la «raza» de los casos y muertes del Covid-19. No catalogan la clase, pero obviamente las personas que son pobres, desamparadas, desempleadas o encarceladas tienen un riesgo mucho mayor que los capitalistas. Debido al racismo, los miembros negros, latinos e inmigrantes de nuestra clase están sobrerrepresentados en esos grupos.
Millones de trabajadores blancos pobres, desamparados, desempleados y encarcelados también están en alto riesgo. Pero los gobernantes ocultan esas estadísticas, por lo que no vemos el poder que tenemos como clase trabajadora unida. Cuando miramos las cosas de esta manera, podemos ver que la clase trabajadora de EE. UU. es enorme: una fuerza que tomar en cuenta, no una minoría fácil de manipular.
A los fascistas no les importa la vida de ningún trabajador. Abogan por «abrir la economía» y argumentan que las vidas obreras pueden intercambiarse por las ganancias de los capitalistas.
La Revista New York Times (10 de abril) organizó un foro en línea titulado “Reiniciar América Significa que la Gente Morirá. Entonces, ¿Cuándo Lo Hacemos?” El periódico alemán Der Spiegel publicó un artículo de un sociólogo del Partido Verde que pedía la reapertura de las empresas porque «morir [es] un proceso natural que deja espacio para una nueva vida». ¡Estas son ideas fascistas malamente disfrazadas!
Los Reformadores Liberales No Entienden al Estado Capitalista
Entonces, ¿deberíamos pedirle al gobierno que proporcione más insumos a los hospitales? ¿Más kits de prueba y seguimiento de contactos? ¿Poner en cuarentena a las personas infectadas y quedarse en casa más tiempo para aplanar la curva?
Muchos de nuestros amigos piensan esto.
Otros luchan por los trabajadores que han perdido sus empleos. Más de diez millones solicitaron seguro de desempleo en marzo nada más. Millones más no son elegibles y enfrentan una crisis de alquileres el 1º de mayo. Activistas están luchando para que los gobiernos estatales y locales declaren una moratoria de desalojos, alquileres y pagos de hipotecas. Otros exigen que el gobierno abra habitaciones vacías de hoteles o proporcione alimentos para todos.
Estas medidas a corto plazo podrían ayudar, pero no son una solución. Los alquileres e hipotecas se acumularían para pagarse más tarde, ¿cómo? Necesitamos una nueva forma de vida que garantice que se satisfagan nuestras necesidades colectivas.
Pero los polítiqueros capitalistas liberales y los abiertamente fascistas solo discuten sobre que tan pronto reabrirán la economía y poner la gente de vuelta a trabajar. Y qué combinación de caridad y terror policial impedirá la revolución.
A medida que aumentan las muertes y la gente pasa hambre, los trabajadores están más enfurecidos y más desesperados. El capitalismo solo ofrece la opción de morir de hambre en casa o enfermarse en el trabajo.
DENVER, EE. UU., 19 de abril: los trabajadores de la salud bloquean el mitin fascista que pide un fin al cierre del país. Los trabajadores de la salud arriesgan sus vidas todos los días para cuidar a los pacientes del Covid-19. Saben que terminar con el cierre significará más pacientes con Covid-19.
No podemos depender del Estado de los patrones.
Los fascistas que luchan por su derecho a contraer coronavirus, al igual que nuestros amigos que luchan por reformas a favor de los trabajadores, están demandando del gobierno. Pero el gobierno es el Estado de los patrones. Existe para garantizar y proteger sus ganancias. Pueden arrojarnos algunas migajas que creen evitarán que nos levantemos para derrocarlos. Llamarán a sus policías racistas para reprimirnos (pero no a los fascistas). Apoyarán sus bancos y harán la guerra contra sus rivales imperialistas. ¡Pero nunca protegerán a la clase trabajadora!
Y no podemos quedarnos en casa y esperar sobrevivir.
Debemos movilizar activa, audaz y cuidadosamente a las masas para el comunismo. Los camaradas en Sudáfrica que están desafiando el toque de queda para distribuir Bandera Roja, los camaradas en la India y El Salvador que están llevándoles a las masas alimentos e ideas comunistas, y los camaradas en Los Ángeles que han llevado Bandera Roja a los compradores de alimentos están liderando el camino
Para terminar con el racismo y el fascismo, para luchar por la vida y el bienestar de las masas, necesitamos deshacernos del Estado capitalista y su sistema racista y sexista de esclavitud asalariada para producir ganancias. En su lugar, debemos construir un sistema comunista, donde los trabajadores, liderados por nuestro Partido Comunista Obrero Internacional, tomen decisiones y ejerzan el poder. Donde nadie tenga que pagar el alquiler o comprar comida. Donde todo se produzca y distribuya en base a relaciones de colectividad sin dinero, ganancias o bancos.
Solo el comunismo, basado en satisfacer las necesidades humanas, puede proteger y hacer avanzar a las masas. Para eso necesitamos, ante esta crisis, construir un PCOI masivo en todas partes, para movilizarnos por el comunismo, y nada menos.