Primero de Mayo – Pongámosle Fin a la Pandemia del Capitalismo con la Revolución Comunista

Primero de Mayo 2020: Pongámosle Fin a la Pandemia del Capitalismo Construyendo Colectivos Comunistas Ahora

No es un secreto: Covid-19 es la enfermedad, pero el capitalismo es la pandemia. Nunca las divisiones de clase han sido más marcadas, ni sus efectos más mortales. Nunca tan pocos han robado tanto de la riqueza que producen los trabajadores, y se han beneficiado tan generosamente de una enfermedad horrible.

¿Cuál es la cura para a la pandemia del capitalismo? No es un capitalismo “más generoso, más gentil”. No es el socialismo. Es el comunismo.

No más producción con fines lucrativos. No más distribución de bienes y servicios solo para aquellos que puede pagar por ellos. No más propiedad privada. ¡No más dinero! En su lugar, producción y distribución basados en las necesidades colectivas.

No más xenofobia, no más fronteras y naciones. No más racismo. No más comunalismo, la estrategia de “dividir y gobernar ” de los fascistas capitalistas indios. Necesitamos luchar contra estos para nuestra propia supervivencia. ¡Racismo, xenofobia, islamofobia y comunalismo son ataques contra toda la clase obrera!

No más sexismo y homofobia, no más relaciones de explotación. En su lugar, respeto, cooperación y compartir.

Una clase trabajadora internacional tomando decisiones e implementado colectivamente decisiones en beneficio de las masas.

Entre peor se pone el capitalismo, más vilmente demoniza al comunismo. Los llamados países “comunistas” como China no son un paraíso obrero. Pero tampoco son comunistas.

El comunismo verdadero significa: De cada cual según su capacidad y compromiso, a cada cual según su necesidad. Lucha colectiva para aumentar el compromiso y entendimiento de todos. Abolir la esclavitud asalariada, la base material del racismo y sexismo. Luchemos con todas las masas por universalizar las relaciones camaraderiles.

Necesitamos el comunismo verdadero ahora – es más urgente que nunca.

Trabajo Comunista: Clave para la Sociedad Comunista

El Primero de Mayo de 1920, la Unión Soviética celebró su primer Subbotnik en toda Rusia. Fue una movilización masiva para contribuir voluntariamente, sin paga alguna, el trabajo físico de un día para construir la nueva sociedad.

La contribución material a la sociedad era secundaria. El objetivo principal explicó Lenin: era “utilizar el gran festival del Primero de Mayo como un intento masivo para introducir el trabajo comunista”.

La Unión Soviética era una sociedad socialista en lucha que libraba una guerra civil contra sus antiguos explotadores y sus patrocinadores imperialistas. Como Lenin les había dicho en abril a los obreros no miembros del Partido, esto “estaba todavía muy lejos de la aplicación del trabajo [comunista] en una escala amplia y realmente masiva”. El socialismo todavía significaba trabajo asalariado, mercados y otros elementos centrales de la sociedad capitalista.

El trabajo verdaderamente comunista, explicó Lenin, “es trabajo realizado gratuitamente para beneficio de la sociedad, no con el propósito de obtener el derecho a ciertos productos, no de acuerdo con cuotas establecidas previamente y legalmente definidas, sino trabajo voluntario. Es trabajo realizado porque se ha vuelto un hábito trabajar por el bien común, y por la comprensión consciente (que se ha convertido un hábito) de la necesidad de trabajar por el bien común”.

Los trabajadores ferroviarios comunistas de Moscú habían organizado el primer subbotnik masivo un año antes. Lenin lo llamó “los inicios verdaderos del comunismo”. Ellos pusieron de relieve “la tarea más importante de la construcción comunista positiva, la creación de nuevas relaciones económicas, de una nueva sociedad”.

Primero de Mayo, Moscow, 1930

El Trabajo Comunista Comienza Ahora

La construcción del comunismo, dijo Lenin, significaba “transformar los hábitos de la gente, los cuales han sido contaminados y degradados por la maldita propiedad privada de los medios de producción, y también por toda la atmósfera de disputas, desconfianza, enemistad, desunión e intriga mutua que es inevitablemente generada”. Este sería “el trabajo de décadas”.

Lenin pensó que la revolución socialista había hecho posible ese trabajo. Ahora sabemos que las relaciones socialistas de producciones eran, en esencia, capitalistas. La propiedad privada fue abolida legalmente (“en general”). Pero manteniendo el sistema salarial creó una división de clases: los funcionarios y gerentes soviéticos, por un lado, los trabajadores asalariados, por el otro. El socialismo era capitalismo de estado. Convirtió a luchadores comunistas abnegados en una nueva clase capitalista.

En la lucha entre la práctica capitalista y la ideología comunista, la práctica era primaria. El trabajo y los hábitos comunistas verdaderos, el legado del Subbotnik del Primero de Mayo de 1920, no podían prosperar, mucho menos sobrevivir.

El Partido Comunista Obrero Internacional ha aprendido esta dolorosa lección. Donde sea y cuando sea que dirijamos a las masas a la revolución, debe ser por la revolución comunista. La nueva sociedad que construyamos tiene que ser la sociedad comunista.

Garanticemos el Fin de la Pandemia del Capitalismo Construyendo Colectivos Comunistas Ahora

Construir hábitos y relaciones comunistas es trabajo de décadas. Pero esas décadas comienzan ahora.

Nuestro trabajo comunista hoy día incluye escribir, leer, producir y distribuir Red Flag/Bandera Roja. Profundizar las relaciones con un círculo cada vez más amplio de compañeros de trabajo, amigos y familiares. Participar en lucha de clases comunista de muchas formas. Participar en prácticas que pueden enraizar y hacer crecer la conciencia comunista.

Pero más importante, significa construir colectivos del Partido que se conviertan en el núcleo de la nueva sociedad. Cada miembro se convierte en un líder. Cada colectivo se vincula a un círculo más amplio de futuros comunistas. Cada colectivo se vincula con otros colectivos en estructuras similares en una escala cada vez más grande. Este es el Partido Comunista Obrero Internacional.

Es nuestro plan para responder al llamado de Lenin de hace un siglo:

“¡Construyamos una nueva sociedad! Nos prometemos solemne y firmemente el uno al otro que resistiremos y venceremos en esta ardua lucha. Trabajaremos para eliminar la máxima maldita: ‘Todo hombre para sí mismo y el diablo se lleve al último’ y llevarle a la vida cotidiana de las masas, la regla: ‘¡Todos para cada uno y uno para todos!’ Trabajaremos por la introducción gradual pero constante de la disciplina comunista y el trabajo comunista”.

Esa es la cura para la pandemia del capitalismo. Esa es la tarea del Primero de Mayo 2020.

Primera página de esta edición

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