Esencial para la Revolución Comunista: Los Obreros de Boeing Luchan por Construir Nuestra Confianza en la Clase Trabajadora
SEATTLE, EE. UU.: “No se puede cambiar la historia. ¡Lo qué es, es!”, dijo un distribuidor de Boeing de Bandera Roja.
El ha estado circulando extractos de “La Epidemia de Influenza Estadounidense de 1918-1919” entre su cuadrilla. Se centró en la historia de Seattle durante esa pandemia. Era su forma de argumentar en contra del intento de los derechistas de “abrir la economía” importándoles poco las vidas de los trabajadores.
“Te quedas en casa, vives. Te congregas en grandes cantidades, mueres. Es tan fácil como eso “, argumentó con sus compañeros de trabajo, refiriéndose a ese artículo.
Estaba frustrado. “¿Por qué esta gente no saben de la historia de las pandemias?” le preguntó a un camarada. “¿Por qué es tan difícil convencerlos de la verdad, no digamos lograr que actúen sobre esa verdad?”
Cambiar el comportamiento no es fácil.
A la mayoría de nosotros se nos ha enseñado que un buen historiador solo recopila los hechos y que esos hechos conducen a conclusiones correctas. El artículo que estaba circulando enfatizaba la conclusión del Comisionado de Salud de ese entonces, el Dr. J. S. McBride.
“McBride se apresuró a culpar a la gente de Seattle por la propagación de la epidemia, ignorando o no reconociendo la forma en que la enfermedad había funcionado en casi cada otra ciudad de EE.UU.”.
Nuestro camarada le mostró a este amigo un artículo que el había estado circulando entre su propia cuadrilla, “Cuando la huelga general de Seattle y la Influenza de 1918 Chocaron”. Este artículo tenía muchos de los mismos detalles, pero agregó otros elementos cruciales.
En lugar de repetir la diatriba de McBride contra los trabajadores, el segundo artículo culpó a de McBride. Sus cómplices incluyeron a los titanes industriales de la ciudad y del establecimiento político.
Todos estaban decididos a mantener abiertos los astilleros a pesar del hecho de que “cada día mas o menos algún desafortunado obrero astillero sería sacado un vagón muerto”.
En breve, el capitalismo es la causa del problema.
“La clase dominante de Seattle usó el patriotismo [para justificar esta carnicería]. El área de Puget Sound era un centro de producción de buques de guerra y campamentos armados. Los astilleros eran “la vida” de la ciudad, “palpitaban en todas las otras industrias”. Estos astilleros empleaban a unos treinta y cinco mil obreros; quince mil más trabajaban en los astilleros de Tacoma.
“El Rainer Valley, cede de los barrios marginales de Seattle y viviendas baratas para obreros, fue el más sufrido”.
Y todavía sigue haciendo.
Poco después, los trabajadores del astillero, muchos de los cuales vinieron de esta área, provocaron la huelga general de Seattle.
Este artículo tiene una conclusión completamente diferente.
“Los obreros de Seattle transformaron un mundo de guerra, de enfermedad, muerte y dolor, en una gran celebración de la vida [durante los cinco días de la huelga general]. Un mundo mejor es posible. Todavía lo es.”
Ese mundo es un mundo comunista, pero este artículo socialdemócrata no llegó a esa conclusión. Esa información clave tenía que ser completada por los camaradas del PCOI. El artículo solo pedía reformas socialistas, no la revolución comunista que necesitamos.
La Historia es Moldeada por la Lucha Entre Clases
¿Quién hubiera pensado que dos artículos de historia crearían tanta agitación entre tantos obreros de Boeing? Anteriormente, muchos obreros habrían ignorado los debates subsiguientes. Pero las cosas han cambiado.
Los ataques a los obreros aeroespaciales están lloviendo todos lados (ver recuadro). De hecho, mil millones de obreros industriales en todo el mundo están en grave peligro.
Está claro que los obreros industriales son clave para el funcionamiento del capitalismo, como lo son para la revolución comunista. ¿Qué tanto podemos esperar de la clase obrera industrial? Esto surgió una y otra vez. Ahora más que nunca, debemos tener una confianza sólida de que estos obreros serán ganados al comunismo.
La elección de vida o muerte ahora es nuestra: o culpamos a la clase trabajadora y nos condenamos a la esclavitud capitalista o nos liberamos movilizando a las masas para el comunismo.
Mexicali, Baja California, México: “Las alarmas no son esenciales. ¡Mi vida si lo es!”
Los Obreros Industriales Deben Crear un Mejor Mundo: Un Mundo Comunista
Dieciséis mil empleos de Boeing serán eliminados el 1º de junio. Airbus despedirá a diez mil más. Estos despidos son solo la primera ronda. La verdadera carnicería afectará a los obreros de los subcontratistas, un número desproporcionadamente grande de los cuales son negros, latinos e inmigrantes.
Solo Boeing tiene 17 mil subcontratistas regados por todo el mundo. Cientos de miles ya han perdido sus empleos. Millones de obreros quedarán sin medios de subsistencia dentro de unos meses a medida que se expanda el impacto económico.
La vida no es mejor para aquellos que trabajan en plantas que siguen abiertas. Por ejemplo, los principales fabricantes de EE. UU. y el gobierno de EE. UU., en confabulación con el gobierno mexicano, han mantenido abiertas las fábricas en México que abastecen a Boeing y otras industrias estadounidenses. Los casos de COVID-19 están surgiendo en estas plantas.
Honeywell, un importante proveedor de Boeing con operaciones expansivas en Mexicali, ha sido golpeada por paros laborales durante semanas. Esta fábrica no está sola, ya que las acciones laborales se propagan tan rápido como el virus.
“Nos expusieron al contagio”, dijo Jorge Rojas, un soldador en la fábrica. “Para ellos, entregar sus productos era más importante que nuestra salud”.
El mensaje del Pentágono al gobierno mexicano fue que EE.UU. quería continuar la producción para “minimizar en gran medida los impactos en la cadena de suministro militar y la seguridad nacional”. Lo de “seguridad nacional” se refiere a la producción de aviones comerciales de Boeing.
La revolución comunista garantizará la seguridad de nuestra familia obrera a nivel mundial. Los obreros industriales de todo el mundo desempeñarán un papel central en la revolución y la posterior organización de una sociedad comunista.
Morir por la seguridad nacional y la producción capitalista para obtener ganancias terminará. ¡Cuanto antes mejor!