Todos los Capitalistas-Imperialistas son “Tigres de Papel”

Las Masas Movilizadas Mundialmente para el Comunismo los Haremos Trizas

“Ahora, el imperialismo estadounidense… en apariencia es muy poderoso, pero en realidad .. es un tigre de papel”. Mao Zedong, líder comunista chino, 14 de julio de 1956.

Esto es cierto para todos los capitalistas-imperialistas. Aunque peligrosos y genocidas, pueden ser destruidos. Esto aplica a los imperialistas chinos con mayor ferocidad. El historial revolucionario de la clase obrera china se impondrá.

Las Apariencias Los Hacen Parecer Todos Poderosos

Su ascenso sin precedentes de los gobernantes chinos como potencia imperial les da un aura de invencibilidad. En 1978, su economía era 1/16 de la de EE.UU.. Para 2013, medida por la paridad del poder adquisitivo, esta superó a la de EE. UU. para coronarse como la más grande del mundo.

Son los mayores fabricantes, comerciantes de mercancías y tenedores de reservas de divisas del mundo. Su influencia económica, política y militar se ha expandido mundialmente, convirtiéndolos en los principales desafiantes al dominio mundial de EE.UU.

Esto inevitablemente conduce a la guerra. Por lo tanto, se están preparando para ello a un ritmo impresionante, modernizando sus fuerzas armadas, centrándose en su armada, ya la más grande del mundo.

“La Armada China Está Construyendo un Increíble Número de Buques de Guerra”, escribió la revista Forbes, 15 de diciembre de 2019. Según este reporte, para 2030 China tendrá 450 buques de guerra, incluidos 6 a 10 portaaviones, y 110 submarinos.

Entonces podrá proyectar su poderío mundialmente y disputarle a EE.UU. el dominio de los mares. Pero EE.UU. no renunciará a esa posición pacíficamente, porque como escribiera el estratega naval estadounidense Mahan en 1890, “Quien gobierna las olas gobierna el mundo”. Escribió eso cuando EE.UU. lanzaba su imperio anexando a Hawái y derrotando a España para quedarse con las Filipinas, Guam, Puerto Rico y Cuba.

Shenzhen, 2018: Jóvenes comunistas chinos demandan la libertad de obreros arrestados y castigo a policías corruptos.

La Esencia Muestra Que Son Débiles

El materialismo dialéctico nos enseña que la apariencia y la esencia son aspectos de un proceso, determinadas por las contradicciones internas del proceso. La apariencia define lo externo y es secundaria. La esencia define lo interno, el carácter del proceso, y es primaria.

Al capitalismo-imperialismo lo define sus contradicciones internas: la clase obrera y la capitalista unidas en lucha constante. Esta lucha determina la esencia de ambas clases. Muestra que la clase obrera es toda poderosa, y todas las clases dominantes son tigres de papel.

Históricamente, la clase capitalista es la clase dominante más débil. Su poder económico, militar y existencia física misma dependen completamente de nosotros, sus esclavos asalariados, cuya tarea histórica es ser sus sepultureros.

Si nuestra clase para de trabajar – como lo demostró la pandemia Covid-19 – su imperio económico se desmorona. Cuando los marineros y soldados voltean sus armas contra ellos, seria el fin de estos asesinos tigres de papel.

La Apariencia Muestra a Nuestra Clase Como Débil: La Esencia Muestra lo Opuesto

Somos la fuerza revolucionaria más poderosa de la historia debido a nuestro tamaño y nuestro papel económico y militar en la sociedad. Pero, aun más importante, porque solo nuestra clase puede construir un mundo comunista sin clases, dinero, fronteras ni naciones.

Si, sin nosotros, los capitalistas no son nada, y sin ellos nosotros lo somos todo, ¿Por qué ellos nos gobiernan? La respuesta es doble: carecemos de organización y de claridad ideológica.

Organizacionalmente, necesitamos forjar el Partido Comunistas Obrero Internacional en un Partido masivo mundial que unifique a nuestra clase como un ejército bajo la Bandera Roja de la revolución comunista.

Ideológicamente, debemos luchar por el comunismo y nada menos. Esto requerirá que destruyamos todas las ideologías venenosas que las sociedades de clases desarrollaron para dividirnos y esclavizarnos.

El Viejo Movimiento Comunista Internacional Fracasó en Esto

Para 1956, la Unión Soviética era un país imperialista. China se convirtió entonces en el centro del movimiento comunista internacional. Sin embargo, China sufría de las mismas debilidades que socavaron a la Rusia revolucionaria. Ambos establecieron estados socialistas: Rusia en 1917, China en 1949.

Para los 1940s, el socialismo – una forma de capitalismo de estado – había convertido a los gobernantes comunistas rusos en capitalistas. Para principios de los 1960s, el socialismo chino había producido también una burguesía roja.

Sin embargo, a mediados de la década de 1960, millones de trabajadores rurales y urbanos liderados por jóvenes comunistas lanzaron la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) buscando derrocar a estos capitalistas y pasar directamente al comunismo. Organizaron grandes comunas donde se abolió el dinero. Aunque, derrotados por sus debilidades internas, su lucha heroica inspiró a revolucionarios de todo el mundo y ayudó a desarrollar nuestra línea: ¡Movilizar a las Masas para el Comunismo!

Esa Historia Aún Atormenta a los Imperialistas Chinos

Millones que participaron y vivieron durante esos eventos históricos todavía están vivos. El capitalismo, no importa como lo llamen, no podrá nunca satisfacer las necesidades de las masas. La lucha de clases ruge siempre implacable e imparable. Solo puede acabarse con la victoria mundial del comunismo

Las condiciones objetivas están cambiando. Nuestra clase no puede vivir como antes. Las masas están en movimiento en todo el mundo. Muchos están abiertos al llamado de nuestro Partido de movilizar a las masas para el comunismo. Algunos se nos unen ahora: millones se unirán más tarde.

Como dijo Lenin: “A veces no pasa nada en décadas, y a veces décadas pasan en semanas”. Estamos entrando en esos tiempos. La clase obrera china se levantará nuevamente para reclamar su tradición revolucionaria y tomar su lugar en las primeras filas de la guerra de clases revolucionaria: esta vez para el comunismo y nada menos.

Primera página de esta edición

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