Más Saludables en la Sociedad Comunista Sin Racismo

La Lucha Comunista Contra el Racismo Nos Hará a Todos Más Saludables

Seattle (EE. UU.): Siete mil trabajadores de la salud y otros llenan la Plaza del Ayuntamiento para exigir que el racismo sea declarado un problema de salud pública. Solo el comunismo puede erradicar la enfermedad mortal del racismo.

La pandemia actual ha expuesto lo poco saludable que es el capitalismo. También ha expuesto lo devastador que es el racismo de este sistema de salud. Mucho de lo que nos enferma en el siglo XXI será eliminado con la destrucción del capitalismo mediante la movilización de las masas y el liderazgo del Partido Comunista Obrero Internacional.

La vida bajo el capitalismo es extremadamente estresante para todos los trabajadores. Tenemos que preocuparnos por pagar el alquiler o la hipoteca, comprar alimentos, atención médica, transporte, ropa, etc. Tenemos que preocuparnos de no perder el empleo o enfermarnos. El estrés agrava casi todas las enfermedades, desde la diabetes hasta la depresión. Las dos principales causas de muerte en todo el mundo (aunque no en África), las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares (APHA), están muy relacionadas al estrés.

Irónicamente, los trabajadores de la salud – de los cuales dependemos durante esta pandemia – están sujetos a niveles extraordinarios de estrés.

Este estrés se multiplica muchas veces más para los trabajadores negros y latinos, que enfrentan salarios más bajos, condiciones de trabajo más peligrosas, menos acceso a la atención médica, mayores tasas de encarcelamiento y muerte por violencia policial. Enormes cantidades de trabajadores de la salud y otros se han manifestado para reconocer el racismo como un peligro para la salud pública.

El racismo significa que los trabajadores negros, latinos e indígenas experimentan tasas más altas de enfermedad, discapacidad y muerte en los Estados Unidos y en todo el mundo. Por ejemplo, las mujeres negras tienen muchas menos probabilidades de tener cáncer de seno, sin embargo, tienen un 40% más de probabilidades de morir por él que las mujeres blancas (Centros para el Control de Enfermedades). El racismo es claramente un asesino.

Una de las principales formas en que la salud mejorará bajo el comunismo es mediante la lucha contra (y la eventual abolición del) racismo. La salud y la asistencia sanitaria ya no dependerán de “razas” o el nivel económico.

El comunismo abolirá el dinero y la esclavitud salarial. Sin la explotación capitalista, podemos ganar la lucha para acabar con el sexismo, el racismo y la xenofobia. Trabajar juntos por el bien común proporcionará vidas satisfactorias, en lugar de vidas egoístas e individualistas que se nos alienta a vivir bajo el capitalismo.

El trabajo en sí será significativo y productivo. En lugar de trabajar para enriquecer a los patrones, trabajaremos juntos para satisfacer las necesidades de nuestros hermanos y hermanas de clase. No habrá incentivos económicos para la aceleración y el acoso racistas.

Para maximizar las ganancias, los capitalistas deben desarrollar sistemas de producción que desglosen el trabajo en las tareas más simples posibles. Los trabajadores se ven obligados a hacer los mismos trabajos repetitivos, día tras día.

La producción comunista, contrariamente, se enfoca en satisfacer las necesidades de las masas, no en las ganancias. Por supuesto, los trabajadores harán una variedad de trabajos, incluso en el mismo día.

La producción comunista es mucho más flexible y resistente. Le permitirá al Partido movilizar a millones de trabajadores para producir lo que se necesite en un momento dado. Sin ganancias, podemos priorizar buenas viviendas, sistemas de alcantarillado, agua potable y aire limpio. El racismo y el imperialismo hacen que bajo el capitalismo estas necesidades sean inaccesibles para la mayoría de los trabajadores.

Casi todas las actividades serán comunales, reduciendo grandemente el aislamiento. Se sabe que la soledad es un factor de riesgo para la salud, tan dañino como fumar u la obesidad.

La buena comida es vital para la buena salud. Pero para el capitalismo, lo que es vital es la comida chatarra, por eso los patrones pagan salarios miserables, nos exponen a pesticidas y nos obligan a trabajar bajo condiciones laborales peligrosas. Por ejemplo, en Yakima, el centro de cultivo es el estado de Washington, el porcentaje de personas con COVID-19 es seis veces más que en la ciudad de Seattle. La mayoría de los trabajadores agrícolas son latinx.

Habrá medicina, trabajadores de la salud y hospitales bajo el comunismo. Estarán disponibles para todos aquellos que los necesiten. Si hay pandemias y otras formas de nuevas enfermedades, movilizaremos a las masas para erradicarlas.

Por todas estas razones, creemos que en el comunismo los trabajadores no sufrirán de enfermedades en la escala que sufren bajo el capitalismo. Esto es especialmente cierto para aquellos que están sujetos a ataques racistas. El comunismo es clave para la salud de los trabajadores.

Primera página de esta edición

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