Profesor de Secundaria Reflexiona Sobre la Protesta Que Ocupa en Seattle: El Clima Político Nos Llama a Construir para la Revolución Comunista
SEATTLE (EE. UU.) —Después de la muerte de George Floyd, miles lucharon contra la policía en el barrio de Capitol Hill. Los manifestantes regresaron todas las noches para confrontar a los policías en la Estación Policiaca del Este. La policía atacó a los manifestantes repetidamente, sin provocación, con granadas explosivas, gas pimienta y gas CS.
Después de ocho días de protestas, los policías abandonaron la estación. Los manifestantes inmediatamente reclamaron siete bloques cuadrados alrededor de la estación, incluida la mitad de un gran parque. Los manifestantes se tomaron el espacio como CHOP (Capitol Hill Protesta Ocupación) durante más de dos semanas.
Dentro de una semana, la ciudad aprovecho las divisiones y la falta de un liderazgo claro para cooptar la ocupación. Instalaron nuevas barricadas que dificultan proteger a CHOP de ataques. En mi opinión, al hacer eso la ocupación renunció a toda su influencia. La ciudad ahora está reabriendo la Estación del Este y reclamando las calles poco a poco.
Al principio, suficientes personas acordaron las demandas para que se convirtieran en la razón no oficial de la ocupación. Hubo tres: quitarle fondos al Departamento de Policía de Seattle en un 50%; dar ese dinero a las comunidades negras y latinas y libertad para todos los manifestantes.
CHOP se convirtió en un imán para fascistas armados y grupos derechistas. Pequeños grupos de los fascistas Proud Boys, algunos armados, hicieron apariciones. En un ataque armado, un hombre condujo su automóvil contra los manifestantes e hirió a alguien en el brazo. También ha habido al menos otros dos ataques de los Proud Boys contra manifestantes y / o personas negras afuera del espacio.
Si pensamos en CHOP como un experimento para establecer un tipo diferente de sociedad, podemos sacar algunas lecciones importantes.
Primero, la gente puede desarrollar rápidamente sistemas de apoyo para cuidarse mutuamente. Los participantes desarrollaron sistemas para alimentar, vestir y satisfacer las necesidades de la gente. Surgieron equipos voluntarios de medicina y salud mental. Un comité autoorganizada para hacer la limpieza y eliminar la basura. El financiamiento generado por la comunidad mantuvo baños portátiles.
Segundo, sin un compromiso masivo con los principios comunistas básicos, las estructuras de poder burocráticas se reafirmaron rápidamente. Los equipos de seguridad comenzaron a actuar más como mini policías. Las asambleas generales rápidamente se convirtieron en enfrentamientos de egos y batallas por ser el centro de atención.
Tercero, ser antirracista, por importante que fuera, no era suficiente. Había una cultura en el espacio para elevar y priorizar las voces negras, especialmente las voces de las mujeres negras. Pero esto a menudo se hizo sin críticas, y la gente terminó siguiendo el liderazgo de hombres y mujeres negras con políticas reaccionarias.
Finalmente, la tensión de la ocupación y las amenazas inmediatas dificultaron ampliar el enfoque de las discusiones. Muchos participantes querían imaginar un tipo diferente de sociedad, pero las necesidades inmediatas tenían prioridad. Todos en el espacio estuvieron de acuerdo en que «Black Lives Mater» importa, pero ese acuerdo rápidamente se hizo superficial, incluso un cliché.
SEATTLE (EE. UU.), 12 de junio. Sesenta mil antirracistas marcharon dos millas, muchos con carteles que decían «No Presupuesto Policial » y «Abolir la Policia». Millones en todo el mundo están haciendo demandas similares. Solo el comunismo puede ponerles fin a los policías asesinos racistas movilizando a las masas para la revolucion.
Las discusiones sobre el comunismo son cruciales, incluso cuando uno enfrenta amenazas. El Ejército Rojo chino tuvo reuniones masivas en el campo de batalla. Estas reuniones ayudaron a los soldados a desarrollar una idea más clara de la naturaleza de la sociedad comunista por la que luchaban. Después de ganar la revolución, estas tropas de base comenzaron una batalla de décadas en la China socialista contra el revisionismo y para el comunismo.
CHOP no era sostenible, pero su existencia se ha sumado a un clima político en el que la construcción de un movimiento revolucionario se ve posible.
Para futuras ediciones de Bandera Roja, los camaradas y amigos escribirán más sobre cómo el capitalismo requiere fuerzas policiales racistas y cómo el comunismo las eliminará.