DHAKA (Bangladesh), 31 de julio – Trabajo entre obreros de la costura en la ciudad de Dhaka, Bangladesh. He recibido Bandera Roja durante más de cinco años mediante un camarada estadounidense. Recientemente fui contactado por obreros de la costura en la ciudad de Bangalore, India.
Quiero contarles sobre mi viaje por el comunismo. Yo era un niño en 1971 cuando Pakistán Oriental (ahora Bangladesh) fue oprimido sin piedad por los gobernantes de Pakistán Occidental. Se estima que más de 3 millones murieron en la brutal guerra.
Había un fuerte movimiento por el socialismo. Sin embargo, este movimiento socialista se basó en la vieja noción de que primero hay que luchar para que el capitalismo nacionalista aplaste al sistema semifeudal. Después de que las fuerzas nacionalistas acaben con los residuos feudales, esto crearía a la clase obrera la cual lucharía por el socialismo y, eventualmente, por el comunismo.
El movimiento izquierdista tenía una base masiva. Fue apoyado por millones. Soldados y obreros participaron activamente en perpetuar sabotajes y en la insurrección. Sin embargo, siguieron ciegamente la línea de Mao de la teoría de dos etapas.
Este oportunismo llevó a que el movimiento traicionara a los obreros y soldados, los cuales luego fueron reprimidos bestialmente por los gobernantes de Bangladesh. Muchos se desilusionaron, pero muchos se hicieron verdaderos comunistas. Yo estaba entre los que pensaban que el comunismo es la única solución.
Cuando comencé a leer Bandera Roja, quedé instantáneamente asombrado con la línea de luchar directamente por el comunismo. Me dije a mí mismo, ¿por qué queremos salvar la esclavitud asalariada cuando queremos destruir la esclavitud asalariada misma desde sus raíces? Estaba muy emocionado.
Pero el entusiasmo inicial no duró mucho. Intenté reclutar a mis viejos amigos. Ellos creían firmemente en el movimiento socialista. Sin una base a mi alrededor, me volví pasivo. Leía Bandera Roja pero no reclutaba a nadie. Mi lectura de Bandera Roja vaciló. Solamente leía algunos artículos. Eventualmente, solo les echaba un vistazo a los titulares y a las fotos. De vez en cuando, algunos artículos en Bandera Roja despertaban mi interés. Sabía que tenía que reclutar, pero se me hacía muy difícil hacerlo.
Fue en un momento bajo de mi vida y comencé a leer sobre el materialismo dialéctico. Por qué el comunismo puede ganar, creciendo en oleadas, las cosas pequeñas pueden convertirse en sus opuestos: estos titulares me llamaron la atención. Me hicieron pensar que las masas obreras del viejo movimiento nunca tuvieron una guía clara para estudiar la dialéctica comunista revolucionaria.
Los artículos recientes sobre la India y la pandemia mundial se explicaron muy claramente. Fue en ese momento que comencé a evaluar seriamente mi compromiso con el comunismo. Luego recibimos la espantosa noticia de la muerte de obreras/os en la fábrica de Dhaka. Solo la codicia despiadada puede explicar lo que sucedió. Necesitamos el comunismo y solo el comunismo.
Ahora he adoptado un nuevo enfoque, aprendiendo de mis camaradas en la India. Debo ir directamente a los obreros. Debo hablar su idioma. Debo aprender y escucharlos. Traen consigo una mina de oro de municiones. Con estos trabajadores, debo aprender colectivamente la filosofía comunista de la dialéctica y construir el Partido.
Con este fin, tengo cinco personas en torno a las ideas de Bandera Roja. Cuatro son mujeres jóvenes y uno es un camarada que vive en una zona cercana a Myanmar. Ahora mantengo correspondencia regular con nuestros camaradas en Bangalore. Su apoyo financiero fue abrumador y nos dio la fuerza para continuar la lucha por el comunismo. ¡Sigan con el buen trabajo, camaradas!
Rojo de Bangladesh
Bangalore: Obreras/os de la Costura Organizan Solidaridad Comunista con Obreros Bangladesís
BANGALORE (India), 1 de agosto: “¡Así es como vamos a ganar en nuestra batalla por el comunismo!”, dijo una joven obrera de la costura. Ella y otros trabajadores de la costura estaban en una reunión cuando recibimos cartas discutiendo Bandera Roja de cinco nuevos camaradas en Bangladesh. Nuestro grupo comunista en Bangalore recolectó pequeñas donaciones para nuestras hermanas y hermanos que fueron afectados por un incendio mortal en Dhaka, Bangladesh.
Los camaradas en Bangladesh querían saber cómo podemos construir una base grande para el comunismo. “Esta es una pregunta no solo en Bangladesh, sino también en todas partes. El capitalismo es un sistema moribundo”, dijo un camarada. “Intenta sobrevivir atacando a la clase trabajadora mediante guerras racistas y nacionalistas. Miremos la situación en el sur de Asia: India, Pakistán y China, todos con armas nucleares, dispuestos a sacrificar a millones de nuestros trabajadores por ganancias”.
Otro camarada de Bangalore habló para aclarar cómo las guerras están afectando directamente a la clase obrera. “Durante la pandemia, nuestras fábricas estaban cerrando como lluvias monzónicas. Los trabajadores estaban perdiendo puestos de trabajo. Muchos morían de coronavirus. Los patrones chinos vieron esto como una oportunidad. Construyeron enormes fábricas de costura y las modernizaron para aumentar la producción a nivel mundial. Pero esto no ayudó a los obreros chinos. Les redujeron sus salarios para pagar por la modernización de las fábricas “.
Un camarada que ha trabajado durante más de 20 años ha visto muchos cambios. “Tanto los trabajadores indios como los chinos estaban sufriendo debido a la crisis del capitalismo. Pero los patrones de ambos países estaban concentrando sus fuerzas armadas. Las fuerzas armadas chinas tienen una superioridad tecnológica abrumadora construida con la plusvalía proveniente de la mano de obra de los obreros chinos. Entonces, mientras hablan de guerras, vemos que las guerras son una forma de abrir mercados. Bangalore es ahora una capital de alta tecnología. Muchas innovaciones están financiadas por fondos de cobertura de China “.
Nuestra discusión trató de abordar la pregunta planteada por nuestros nuevos camaradas en Bangladesh. En una reunión de dos horas, muchos camaradas concluyeron que la clase obrera tiene el poder de cambiar, pero los patrones quieren que nos sintamos impotentes. Esta es el arma más grande que tienen los patrones. No es su poderío militar, sino que ideológicamente nos están ganando a pensar que los trabajadores de otros países son nuestros enemigos.
Estamos difundiendo cientos de Bandera Roja en las áreas de confección de Bangalore. Así es como estamos consiguiendo que nuevos compañeros se unan y sean los líderes de nuestro Partido. A cada nuevo lector se le pide que tome más copias de Bandera Roja. Estamos explorando la posibilidad de imprimir Bandera Roja en bengalí.
Un camarada en Bangladesh relató una historia relacionada con el centenario del Partido Comunista Chino (PCCh). Dijo que un pequeño grupo de intelectuales marxistas en China fue influenciado por la exitosa revolución de los bolcheviques en la Unión Soviética. Aunque el PCCh comenzó como un grupo muy pequeño, construyó una base masiva para el socialismo y ganó el poder estatal. Podemos aprender de su error de luchar por el socialismo y abrir el mundo al comunismo.
El capitalismo no caerá por sí solo. Necesitamos destruirlo.