Los Juegos Olímpicos de Tokio Ocultan los Crímenes del Capitalismo
Estoy teniendo discusiones en Nueva Delhi con algunos lectores de Bandera Roja sobre los Juegos Olímpicos de Tokio. India ganó una medalla de oro y seis medallas de plata y bronce. ¡Esto es en un país de 1,400 millones de habitantes! Los politiqueros, los medios de comunicación y las celebridades hablan incesantemente de este “gran” logro, inundando los periódicos, las redes sociales y las ondas de radio. Los siete ganadores se celebran en eventos especiales con el primer ministro fascista Modi, mientras que los industriales súper ricos los bañan con autos de lujo, yates y contratos con la televisión.
Los Juegos Olímpicos de Tokio esconden horribles crímenes cometidos por un capitalismo despiadado cuando el coronavirus se convirtió en una pandemia mundial. Había escenas de millones de trabajadores caminando a casa sin transporte público, hambrientos, sedientos, sin atención médica básica, caminando en promedio 200 kms todos los días. Algunos de nuestros camaradas participaron en la organización de comida y transporte para muchos en Delhi. Ofrecimos Bandera Roja y el comunismo a las masas como la única forma de acabar con el sistema de explotación. Consolidamos amistades entre compañeros que aún están activos con nosotros.
Los Juegos Olímpicos de Tokio también ocultan que 120 millones de personas en India han perdido su empleo. Los precios de los alimentos y la gasolina se están disparando. El desempleo está aumentando, el 50% de las mujeres padecen anemia. Los ataques fascistas contra mujeres, musulmanes y dalits aumentan día a día, junto con los suicidios de agricultores a medida que los multimillonarios se apoderan de las granjas. Estos son los mismos multimillonarios que patrocinan, financian y respaldan a los atletas olímpicos.
En nuestra charla informal con nuestros camaradas decidimos que Bandera Roja con sus ideas comunistas debe llegar a las masas. Es nuestra urgente necesidad ver que podemos formar colectivos más grandes basados en nuestra experiencia en Delhi.
Los camaradas señalaron que algunos atletas olímpicos hicieron declaraciones simbólicas o mencionaron historias personales contra el nacionalismo y el sexismo, pero eso en sí mismo da una ilusión de ‘disensión saludable’. Creemos que es muy peligroso, porque ningún atleta olímpico escapa años y años de respaldo corporativo, recompensas monetarias, lo cual los moldea para ser patriotas. Sobre todo, no tienen nada en común con las masas trabajadoras.
Estuvimos de acuerdo con el artículo de Bandera Roja de que en el comunismo no habrá Juegos Olímpicos, Copas del Mundo y otros deportes para espectadores. En el comunismo, el deporte será parte de las masas. Ayudarán y promoverán una producción colectiva saludable para las necesidades de todos.
Sin embargo, nuestra tarea más importante y urgente es ganar ahora a las masas para el comunismo. Cuando hayamos creado una sociedad sin dinero, las masas crearán deportes comunistas.
Camarada en la India
Asumamos la Responsabilidad Personal de Luchar Colectivamente por el Comunismo
“Aquí en los Estados Unidos, pronto podremos recibir una tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra el Covid19. Pero eso no es correcto cuando tantas personas en todo el mundo ni siquiera pueden obtener la primera. “¿Es ético aceptar la dosis de refuerzo?” se preguntó un camarada.
“¡Es el capitalismo!” un amigo respondió de inmediato. “Quieren que pensemos que podemos resolver los problemas mediante nuestras decisiones personales. Pero no podemos “.
Si me niego a una tercera dosis, esa dosis no le será dada a nadie en la India u Honduras”, dijo el camarada. “Cuando mi madre era niña, a los niños se les decía que ‘comieran toda la comida en sus platos porque había niños muertos-de-hambre en Europa’. Cualquier niño podía ver que nadie en Europa recibiría las sobras de la mesa, ya sea que se las comieran o se tiraran a la basura”.
Si puedes, ponte la tercera dosis, todos estuvieron de acuerdo.
“Es así con el medio ambiente también”, aportó otro camarada. “Se nos dice que asumamos la responsabilidad personal de cómo vivimos, pero ¿no son como 20 empresas de combustibles fósiles que han sido responsables de más de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero?”
“Elijo vivir con sencillez”, dijo el amigo, que había llegado a nuestra cena en su bicicleta. “Me hace sentir más solidario con la mayoría de las personas en todo el mundo, pero en realidad no les hace ningún bien. Es el sistema el que tenemos que cambiar”.
Y todos estuvimos de acuerdo con eso también.
Colectivo en Los Ángeles (EE. UU.)