Derrotemos Planes de Guerra EE.UU.-China aquí ♦ Imperialismo, Sexismo y Soldados aquí ♦
Protesta de obreros en China
Veinte Años de Rivalidad Interimperialista EE.UU. – China. Derrotemos Planes Bélicos Capitalistas Movilizando Obreros y Soldados para el Comunismo
El crecimiento astronómico de China durante los últimos veinte años ha restringido seriamente la capacidad del imperialismo estadounidense de expandirse en el mercado global. Este crecimiento ha sido a costillas de la clase obrera china. Tiene dimensiones tanto económicas como militares, y hace inevitable una eventual guerra mundial.
En 1999, el Brookings Institute, influyente centro de investigación de los gobernantes de EE. UU., reportó sobre el “Ejército Hueco de China”. Su evaluación realista fue que China no estaba preparada para desafiar significativamente los intereses capitalistas estadounidenses. Calificó al ejército chino de poco profesional, corrupto y sin la intención de oponerse a cualquier desafío estadounidense.
En ese entonces, la fuerza aérea china consistía en unas pocas docenas de aviones de combate de “cuarta generación”, en comparación con más de tres mil en el arsenal de EE.UU. El reporte de Brookings citaba un recién salido reporte del Pentágono sobre “el calibre del personal militar de China”. En un conflicto EE.UU. – China sobre Taiwán, aliada de EE.UU., la pequeña isla podría inicialmente sobrevivir un ataque aéreo masivo de China. Los aviones supervivientes de Taiwán hundirían a “toda la armada anfibia de China en una sola incursión”.
Ese reporte de Brookings concluyó que “a pesar de los numerosos defectos de su establecimiento militar, China es una potencia en ascenso que algún día podría desafiar significativamente a EE.UU. y sus aliados en Asia oriental. Pero pasarán por lo menos veinte años antes de que China pueda representar tal amenaza “.
Han pasado veinte años. Mientras tanto, el presupuesto militar de China es ahora casi 15 veces más que en ese entonces, mientras que el de EE.UU. solo ha aumentado como un 50%. Casi un tercio del presupuesto estadounidense se destina a la Administración de Veteranos, o sea para pagar por guerras pasadas. Además, el costo de investigar y producir armamento militar en China cuesta solo una quinta parte que en EE. UU.
La iniciativa la Nueva Ruta de la Seda de los capitalistas chinos tiene 138 países que invierten en carreteras, aeropuertos, puertos marítimos, centrales hidroeléctricas, fibra óptica y energía solar y eólica. Con esta infraestructura, los patrones chinos pueden transportar mercancías más rápidamente. La crisis de Covid-19 ilustró la eficiencia de esta cadena de suministro.
Un reporte del 2020 de una agencia gubernamental estadounidense explicó la meta de Beijing de crear un ejército (imperialista) de “clase mundial”. La Ruta de la Seda integra el movimiento de mercancías con su poderío aéreo y naval. Los patrones de EE.UU. temen que el imperialismo chino los esté superando en áreas claves como inteligencia artificial (IA), robótica, tecnología central, satélites, capacidades del espacio exterior y recursos energéticos.
La Ruta de la Seda ha integrado casi todos los recursos energéticos de Oriente Medio y África del Norte. Esto está disparando alarmas en Washington, ya que el fuerte vínculo de los países del Golfo Pérsico con China está haciendo que estos países y Siria e Irán establezcan embajadas. Incluso Israel ha firmado un pacto militar a largo plazo con China.
Contradicciones del Imperialismo: Lucha de Clases en China
El crecimiento de los capitalistas chinos y su acumulación de riquezas provienen de un enorme asalto a la clase obrera china. Los obreros suelen trabajar de 9 am a 9 pm, seis días a la semana, a menudo hasta que colapsan. Las maquiladoras en edificios altos están instalando redes de seguridad para evitar que los obreros se suiciden saltando. Esta superexplotación de las masas ha creado el excedente que China invierte en megaproyectos en todo el mundo. Los países en la Ruta de la Seda se suman a esta superexplotación, ya que obtienen enormes ganancias de contratos a largo plazo.
La acumulación y el préstamo van de mano en mano. El grupo de desarrollo inmobiliario más grande de China, Evergrande, está a punto de incumplir una deuda de 300 mil millones de dólares. Esto podría causar importantes repercusiones financieras en todo el mundo. Este proceso de acumulación no se detendrá hasta que los obreros industriales y los soldados dirijan a las masas para aplastar el capitalismo y construir una sociedad comunista sin clases.
La guerra mundial es inevitable. La expansión imperialista china tendrá que romper los cimientos del orden posterior a la Segunda Guerra Mundial. Fue entonces cuando los imperialistas estadounidenses establecieron su influencia financiera y militar mediante el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y las ocupaciones militares de Japón, Alemania y gran parte de Europa y el Pacífico Sur.
Con el debilitamiento de Estados Unidos, China se está preparando para la próxima guerra mundial. Incluso está comenzando a penetrar en América Latina, considerada por mucho tiempo por EE.UU. como su “patio trasero”.
Todo el sistema capitalista / imperialista yace sobre bases muy débiles. Los gobernantes temen a la clase obrera. Un general estadounidense observó que, en Afganistán, “El ejército está allí para recibir su próximo cheque de paga”. ¡Eso es cierto para la mayoría de los ejércitos capitalistas! Por eso los comunistas los consideramos “tigres de papel”.
Debemos organizar a los soldados, marineros e infantes de marina con las ideas comunistas para que ya no peleen las guerras de los patrones “por el próximo cheque de paga”. En cambio, lucharán bajo las banderas del Partido Comunista Obrero Internacional para emancipar a la clase
Los Soldados Pueden Luchar por la Clase Trabajadora, No por los Imperialistas
Esto es acerca de la carta, “Las Trabajadoras son Luchadoras por Nuestra Clase, No Víctimas”, publicada en la última edición de Bandera Roja.
Describía la interesante lucha de una camarada con amigos sobre si el ejército estadounidense debería haberse quedado en Afganistán para proteger a las mujeres de los ataques de los talibanes.
Discusiones como esta son una buena oportunidad para mostrar que el ejército de Estados Unidos ha atacado masivamente al pueblo afgano, incluidos mujeres y niños. Mostrar que los salvajes ataques de los talibanes palidecen ante los del imperialismo estadounidense.
Es una oportunidad para demostrar que 174,000 afganos murieron durante la guerra con Estados Unidos. Muchos eran civiles. Miles de personas murieron en ataques con aviones no tripulados estadounidenses, incluso después de la retirada de las tropas estadounidenses.
El cinismo de los gobernantes estadounidenses no tiene límites. Muchos de los 6300 soldados estadounidenses muertos en Afganistán fueron asesinados con armas estadounidenses entregadas por los EE.UU. a los talibanes por medio de los saudíes. Esto era para que los saudíes pudieran influir en los talibanes para convencerlos a negociar con EE.UU.
Estas discusiones nos dan la oportunidad de explicar que la guerra imperialista es inherente a la competencia del capitalismo para obtener máximas ganancias. La revolución comunista es la única forma de ponerle fin a la guerra imperialista.
En luchas como esta podemos mostrar la necesidad de hacer trabajo comunista en las fuerzas armadas patronales. La oficialidad militar pone en peligro a hombres y mujeres soldados para proteger las ganancias de los patrones. Impulsan el sexismo y el racismo como parte del entrenamiento para sus guerras por el control del mundo.
Se puede ganar a los soldados en las fuerzas armadas de los patrones para que luchen por el comunismo, incluso enfrentando juntos el sexismo y el racismo de los gobernantes. Son trabajadores uniformados y se les podría ganar para ver que sus intereses están con su clase. Entonces podrían unirse al PCOI para luchar por el poder comunista obrero, no por las ganancias de los capitalistas.
Autocráticamente, últimamente no he intentado acercarme a los soldados con nuestras ideas. Como Partido, debemos comenzar a acercarnos a los militares, a construir relaciones sociales comunistas con ellos y ganarlos para que se unan a los trabajadores y la juventud contra el capitalismo por la revolución comunista. Esa es la única forma de acabar con el sexismo, el racismo, la xenofobia y las guerras por lucro del capitalismo.