Proporción de personas en cada país que han recibido al menos una dosis de la vacuna.
Luchemos por un Mundo Comunista Donde la Salud de los Obreros Será Número 1
Estados Unidos, 2 de octubre – “Como maestra, tengo miedo”, escribió una camarada. “Los estudiantes no vacunados están asistiendo a la escuela. No existe un mandato de vacuna para los adolescentes, aunque existe una vacuna aprobada. Pero como maestra, tengo el mandato de enseñar en persona, mientras los funcionarios del distrito escolar se esconden en sus oficinas, a salvo (como si alguien está a salvo) del COVID. Les importa un comino la educación o la seguridad de los estudiantes. No hicieron nada para detener los tiroteos en las escuelas y no están haciendo nada para detener la propagación de la pandemia «.
Después de que el presidente de EE.UU., Biden, ordenara mandatos de vacunas, muchas instituciones públicas y privadas (incluidas las escuelas) los están implementando. Cientos de empleados del sector de la salud y de las aerolíneas ya han sido despedidos por negarse a presentar comprobantes de vacunación.
En el capitalismo, ser despedido pone al trabajador en riesgo de quedarse sin hogar y morir de hambre. Eso no será cierto en el comunismo, donde todo se abastecerá de acuerdo a las necesidades. Si alguien no puede o no quiere cumplir con las medidas de salud y seguridad, podría ser excluido de realizar un tipo de trabajo en particular. Les buscaríamos otro trabajo y, mientras tanto, tendrían comida, atención médica y refugio como todos los demás.
Sigamos la Ciencia y Luchemos por una Ciencia Comunista Mejor
En el comunismo, las masas podrán confiar en la ciencia como realmente no podemos hacerlo hoy. Ahora, los capitalistas controlan, se benefician y, a veces, distorsionan la investigación científica. Los politiqueros mienten al respecto. ¡La ciencia comunista – por el contrario – la harán las masas para ellas!
Mientras tanto, sin embargo, deberíamos tratar de seguir la ciencia. Las vacunas salvan vidas. También lo hacen las máscaras. Llevar una máscara es un acto de solidaridad social concreto y crucial. Excepto por muy pocas personas con afecciones médicas inusuales, instamos a quienes nos rodean a que se vacunen.
La salud es una cuestión de clase.
La cifra mundial de muertos por Covid-19 superó los cinco millones el 1 de octubre. La variante Delta altamente contagiosa ha expuesto las grandes disparidades en la disponibilidad de vacunación en todo el mundo y la vacilación anticientífica respecto a la vacuna en algunos lugares donde la vacuna está disponible.
Los mapas de la prensa capitalista muestran las vacunas y el número acumulado de muertes como porcentajes de la población de cada país. No muestran quienes en cualquier país dado tiene acceso a vacunas, atención médica, agua potable, alimentos nutritivos o viviendas seguras.
El capitalismo es un sistema mundial. La existencia del racismo, la pobreza, explotación y las guerras hacen que sea un sistema insalubre. Este sistema letal conducirá inevitablemente a más pandemias como COVID hasta que lo eliminemos.
Los capitalistas tienen un problema. Quieren frenar la pandemia para estabilizar sus economías. Pero no pueden hacer eso, ni crear un mundo saludable, mientras administran una sociedad basada en la explotación, el racismo, los desastres climáticos y la guerra.
Algunos capitalistas están ampliando los mandatos de vacunación. Otros se niegan a permitir ningún mandato. El resultado es una confusión masiva. Este es el clásico divide y vencerás. Al no haber podido detener el virus, ahora quieren echarles la culpa de su propagación a quienes aún no han sido vacunados. Aún sin proporcionar los apoyos sociales, como el cuidado de niños, la paga por enfermedad, el transporte y tiempo libre del trabajo – muchos necesitan recibir la vacuna.
La vacunación es un acto de solidaridad y una elección socialmente responsable. Pero nosotros, como comunistas, nunca pedimos a los capitalistas que coaccionen a la clase trabajadora.
Los Comunistas Abogamos por el Comunismo.
Es nuestra responsabilidad, siempre, luchar por la solidaridad de clase y luchar por un mundo comunista. En ese mundo comunista, las relaciones sociales, no el lucro, gobernarán nuestras vidas. Nos apoyaremos en la lucha colectiva contra todas las formas de comportamiento antisocial. Eso significa organización colectiva para protegerse unos a otros de los delincuentes, así como la lucha colectiva contra comportamientos antisociales menos graves. No dependeremos de policías, ni en la disciplina externa de los capitalistas, ni mercados, cheques de paga o filas de desempleo.
Actuar con ese compromiso ahora significa luchar con nuestros compañeros de trabajo, amigos, vecinos y familiares para que accionen en su interés de clase, en solidaridad con otros trabajadores. Eso incluye enmascararse. Significa seguir la ciencia y vacunarse cuando sea posible.
Algunos de nuestros amigos y camaradas han sido convencidos, por miedo, de apoyar los mandatos capitalistas de vacunas. Pero no pedimos a los capitalistas que nos protejan o que nos mantengan seguros. No pedimos más poder en manos del Estado capitalista. Y no nos ponemos del lado de los capitalistas que llaman por disciplinar a los trabajadores no vacunados y sus hijos.
Llamamos a los trabajadores a destruir a los capitalistas y su sistema asesino. Construiremos una nueva sociedad en la que trabajaremos juntos para construir relaciones sociales saludables y una sociedad saludable.
No hay soluciones reformistas a corto plazo para esta crisis. La única solución es la revolución comunista.