Porque el Materialismo Dialéctico es Importante

La Filosofía Comunista Es Importante aquí ♦ Dialéctica: Revolucionaria Solo Cuando Va Unida con el Materialismo aquí ♦ Comunismo Lucha por Crear el Cielo en la Tierra aquí ♦

Esta fotografía de Sudáfrica, abril del 2017, muestra a un camarada cubriendo un cuadro de oración con una pancarta del Primero de Mayo del PCOI 

La Filosofía Comunista Es Importante

Una carta en la última edición de Bandera Roja criticaba un artículo anterior de dos partes sobre materialismo y revolución. El camarada critico tuvo dos críticas principales: (1) Los artículos son largos y difíciles de leer; (2) Él no está de acuerdo con su posición de diferenciar entre el materialismo antiguo y el nuevo. Las siguientes dos cartas responden.

Difundir el Nuevo Materialismo

El crítico acaba deslizándose hacia el idealismo.

La carta identifica particularmente la frase “las ideas no son materiales”. El crítico lo tilda idealismo descarado. Esta es una interpretación muy limitada del artículo, ya que la frase anterior indica claramente que “las ideas son producto de sistemas materiales: es decir, de cerebros humanos y estructuras sociales”. Esto parece ser consistente con la afirmación, en los artículos criticados, de que “las ideas son formas de movimiento del cerebro humano”. La pregunta, entonces, ¿es el movimiento en sí mismo materia?

La carta también critica que los dos artículos hacen poca o ninguna distinción entre el materialismo antiguo y el nuevo. Creo que esto es un error. En el primer artículo si hace la distinción: “El viejo materialismo se limitó a definir únicamente el mundo natural como compuesto de materia, mientras que el nuevo materialismo de Marx y Engels le añadió la dimensión social e histórica.” Esto implica que el nuevo materialismo es el viejo materialismo (mundo natural hecho de diminuta materia invisible) con la dimensión añadida de relaciones sociales e históricas.

El crítico de los dos artículos luego dice que “la difusión de ideas es un cambio material en el mundo real, como con el surgimiento de la conciencia comunista”. Esto es correcto por la misma razón que es correcto difundir el “nuevo materialismo” que incorpora las ideas, la historia y las relaciones sociales como fundamentales para un cambio real en el mundo.

Lo largo de los artículos es un dilema que encaramos cuando escribimos sobre el materialismo. Generalmente se acepta que el tema es complejo, lo cual dificulta explicarlo con sencillez y en pocas palabras. Sin embargo, estoy de acuerdo en que los artículos largos a veces pueden ser contraproducentes. Por eso, se debe hacer un esfuerzo colectivo para hacer más accesible el materialismo dialéctico.

-Un camarada

Dialéctica: Revolucionaria Solo Cuando Está Unida con el Materialismo

Marx y Engels pasaron décadas elaborando el nuevo materialismo (materialismo dialéctico). Es imposible entender el papel de las ideas en el trabajo político comunista sin ello.

La diferencia clave entre el nuevo materialismo y el antiguo es que el nuevo materialismo se centra en las estructuras materiales de la sociedad, mientras que el antiguo se limita al mundo natural. Dado que el pensamiento no afecta las leyes de la naturaleza, el viejo materialismo podía darse el lujo de ignorar el pensamiento.

Sin embargo, una vez que algunas estructuras sociales son reconocidas como materiales, no se puede ignorar el pensamiento. El pensamiento es esencial para todas las relaciones sociales, por lo que el nuevo materialismo debe explicar la relación entre el pensamiento y la realidad material. Engels llamó a esto la “gran cuestión básica” de la filosofía.

Para explicarlo, Marx desarrolló el concepto de “el ideal”. El ideal consiste en conceptos, teorías e ideas, incluyendo el pensamiento científico, político, artístico y religioso, que representan la realidad material.

La visión idealista es que el ideal es independiente de la realidad material, que es sobrenatural y evoluciona por sí solo. Marx rechazó esto. Escribió que “el ideal no es otra cosa que la transferencia y traducción de lo material a la cabeza humana”. La producción del ideal es un proceso social que depende del lenguaje humano y la comunicación humana.

Marx utilizó el concepto del ideal en sus trabajos económicos. Escribió que los valores de las mercancías son materiales, la cantidad del trabajo de los obreros necesaria para fabricarlos. Los valores son los factores clave en la producción y el intercambio. Los precios son ideales, pero marcan la diferencia, ya que varían por encima o por debajo de los valores.

Las teorías políticas también marcan la diferencia, pero no son materiales. Hasta ahora, el comunismo es una idea política, sólo parcialmente realizada materialmente en las sociedades humanas preclases. El objetivo de nuestro Partido es convertir el ideal comunista en una realidad material. Hacer esto implica ganar a las masas para que estén de acuerdo con el comunismo y luchen para crearlo.

Cuando una persona se une a nuestro Partido, adopta el comunismo como meta. Eso influye en su comportamiento. El hecho de que las ideas y las teorías puedan influir en cómo las personas cambian la realidad muestra que el ideal es algo real. Pero eso no significa que el ideal sea material.

El autor de la carta afirma que “Las ideas son formas de movimiento del cerebro humano. Sin cerebro no hay ideas “. Ciertamente tiene razón en que no puede haber ideas sin cerebro, al menos hasta que máquinas de pensamiento artificial sean inventadas. Pero su definición de ideas no es útil. Una idea no es un proceso en el cerebro de nadie. En cambio, es el contenido que puede estar presente en diferentes cerebros, o en libros, imágenes, bases de datos, etc.

Por ejemplo: En español “El cielo es azul” significa lo mismo que “The sky is blue” en inglés. Estas dos afirmaciones expresan la misma idea, pero son afirmaciones diferentes. Se procesan de diferentes formas en el cerebro de las personas. Alguien podría expresar la misma idea pintando un cuadro. Las personas comparten ideas incluso cuando las expresan y procesan de manera diferente.

 El ideal depende del material. El cerebro (y las manos) son esenciales para crear, difundir y mantener el ideal. Pero el ideal es parte de la realidad social, no depende de ninguna representación material en particular.

No podemos comprender la relación entre el ideal y lo material si pensamos que el ideal es material. Gran parte de la lucha política tiene que ver con el ideal, pero la revolución comunista material es la única forma de escapar del infierno capitalista. Incluso las mejores ideas no derrotarán al capitalismo por sí solas.

El autor de la carta dice que nunca ha oído hablar de la distinción entre el viejo y el nuevo materialismo. Eso implica una crítica importante al estudio filosófico de nuestro Partido. Hemos dirigido nuestro estudio principalmente a la dialéctica y no al materialismo. Pero la dialéctica es revolucionaria sólo cuando está unida al materialismo. Autocríticamente, los artículos de filosofía anteriores que he escrito yo han descuidado seriamente el materialismo.

-Otro camarada

El Comunismo Lucha por Crear el “Cielo en la Tierra”

NOTA: Este artículo es el primero de una serie destinada a ayudar con las discusiones sobre el comunismo y la religión. Los artículos futuros abordarán otras religiones además del cristianismo. Agradecemos sugerencias, criticas, cartas y artículos adicionales.

Los comunistas son materialistas. En parte, esto significa que todo lo que existe es parte de la naturaleza. Mediante la experiencia práctica y el estudio científico, las personas pueden aprender acerca de las leyes de la naturaleza y el desarrollo social que nos crearon y nos permiten trabajar y cambiar el mundo.

En la filosofía comunista, “idealismo” no significa tener ideales o valores. En cambio, es todo lo contrario al materialismo. Significa creer que seres o fuerzas sobrenaturales influyen directa o indirectamente en el mundo material. Algunos argumentan que el idealismo (en este sentido) debería dominar el mundo, en lugar de reflexionar sobre las relaciones materiales como dicen los materialistas.

Las acciones humanas nunca han sido guiadas por seres o fuerzas espirituales porque tales cosas no existen. Como dice un camarada: “Si crees que Dios es real, también podrías creer que la lucha libre es real”.

Las acciones humanas están guiadas por el pensamiento, ya sea este bueno o malo. Pero pensar por sí solo no puede cambiar el mundo. Por lo tanto, el materialismo significa que cuando las personas se guían por una idea, solo entonces podemos cambiar el mundo mediante algún tipo de trabajo. Los mayores cambios requieren que las masas trabajen juntas. Como dijo Marx, “la teoría se convierte en una fuerza material tan pronto como es dominada por las masas”.

Por último, el idealismo no significa simplemente no saber o tener creencias falsas.

La religión, dijo Marx, “es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón. Es el opio del pueblo” No podemos evitar esta dualidad cuando hablamos de religión. Es tanto una organización política como un profundo sentimiento comunitario.

Para muchos cristianos, la religión es acerca de la “creencia correcta”, no de un comportamiento correcto. Para ellos, el atractivo primordial de su Biblia es la autoridad que proclama, no la empatía que inspira. Se trata de satisfacer la búsqueda de certeza del creyente, no la necesidad de compasión y justicia de una persona oprimida. Su objetivo principal es la salvación personal, no la solidaridad interpersonal, a menos que la solidaridad sea solo con aquellos de creencias afines.

Tal religión es acerca de obtener la inmortalidad del alma de uno, mucho más así que exigir el fin de la explotación y para moralidad en las relaciones humanas. Muchos cristianos usan creencias bíblicas incorrectas para racionalizar, justificar y acomodar el comportamiento inmoral hacia aquellos que su Biblia ha condenado como esclavizables o “irredimibles” y, por lo tanto, explotables. Incluso el apóstol Pablo promovió esto.

El PCOI debe refutar esta ideología destructiva porque detiene a la clase trabajadora. Necesitamos, como comunistas, crear el cielo en la tierra, durante nuestras vidas, poniendo fin a la explotación, el racismo, el sexismo y la pobreza durante nuestra vida. Debemos luchar contra la creencia cristiana de que está bien que los trabajadores sufran en esta vida porque en la “próxima” no habrá sufrimiento alguno.

Primera página de esta edición

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