16 de febrero – Las masas en Myanmar (Birmania) protestan desafiantes el golpe militar del 1 de febrero que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi.
Las manifestaciones en ciudades a lo largo y ancho del país han crecido a cientos de miles. Los obreros jóvenes están a la cabeza. Los médicos, enfermeras y otros trabajadores del gobierno han abandonado sus trabajos. Llaman a las masas a “derribar la dictadura militar”.
Eso requerirá mucho más que “restaurar el gobierno elegido democráticamente” (como instan los líderes capitalistas estadounidenses, indios y otros).
El ejército de Myanmar (Tatmadaw) es el rostro de la dictadura capitalista. Controla secretamente gran parte de la economía, incluidas las empresas estatales y las grandes “empresas privadas” de sus compinches.
También el capitalismo debe ser derribado. Eso significa revolución comunista. Significa una ruptura con el movimiento anticomunista “pro-democracia”.
La “democracia” de Suu Kyi nunca fue más que una fachada para el Tatmadaw. La constitución de Myanmar del 2008 garantiza a los militares el 25% de los escaños en la legislatura, el control de los ministerios clave y el poder de veto sobre las enmiendas constitucionales.
Suu Kyi ha sido cómplice de los ataques genocidas militares contra la minoría musulmana rohingya. Aquellos que corren a su defensa están seriamente engañados, o peor. Igualmente lo Están los seguidores de los monjes budistas que promueven el nacionalismo budista violento que justifica los ataques anti-musulmanes.
¿Está China detrás del Tatmadaw?
Probablemente no. China, que limita con Myanmar, es su mayor socio comercial. Las relaciones entre los dos países capitalistas de Estado se estrecharon después de la crisis migratoria rohingya de 2017, cuando los capitalistas occidentales impusieron sanciones. Myanmar es estratégicamente clave para los planes de China de controlar el Océano Índico, y también para los planes de la India que busca hacer lo mismo.
Pero en el último año, Beijing había establecido vínculos más fuertes con el gobierno civil de Suu Kyi que con el régimen militar. Los gobernantes chinos quieren estabilidad en Myanmar, no revueltas. Consideran que las protestas pro-democracia son peligrosamente parecidas a las de Hong Kong.
El golpe ha agudizado el conflicto entre EE.UU. y China. EE.UU., con poco que perder en Myanmar, condenó rápidamente el golpe, elogió a los manifestantes y culpó a China. Durante décadas, el movimiento occidental de derechos humanos idolatró a Suu Kyi (encarcelada o bajo arresto domiciliario). Ahora que está siendo atacada nuevamente, es más fácil para ellos pasar por alto su complicidad en el genocidio rohingya.
Comunismo en Myanmar: Aprender del Pasado, Construir para el Futuro
El comunismo en Birmania, sus fortalezas, debilidades y errores, son un reflejo de los del movimiento comunista internacional del siglo XX. Éstos incluyen:
Nacionalismo – error. El Partido Comunista Birmano, fundado en 1939, surgió de la lucha de liberación contra el imperialismo británico. Aung San (padre de Suu Kyi) fue su primer secretario general. El fue más nacionalista que marxista. Aung San y otros líderes comunistas incluso apoyaron al fascismo japonés (enemigo de Gran Bretaña).
Frente Unido Contra el Fascismo – error. A diferencia de Aung San, los comunistas organizaron una resistencia masiva a la invasión japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, pero apagaron la lucha de clases. Posteriormente, nuevamente movilizaron huelgas y protestas de trabajadores y agricultores contra el imperialismo británico. Pero siguieron siendo parte de la amplia alianza de Aung San.
Lucha de Clases Armada – fuerza. Los comunistas birmanos pronto rechazaron la estrategia de negociaciones pacíficas de Aung San. Contra los consejos soviéticos, organizaron violentas luchas de clases contra los capitalistas birmanos y británicos.
No Se Conformaron con Reformas: fuerza. El miedo de los gobernantes a la creciente insurgencia comunista llevó a Gran Bretaña a concederle la independencia a Birmania en 1947. El nuevo gobierno de estilo occidental fue dirigido por socialistas y nacionalistas. Introdujeron nuevos sindicatos y reformas sociales, tratando de socavar la base comunista. Pero los grupos comunistas y los de las minorías nacionales continuaron liderando crecientes insurgencias, alentados por el éxito de la revolución china de 1949.
No Hicieron del Marxismo o del Comunismo una Cuestión Masiva: debilidad fatal. En 1962, un golpe militar declaró un “estado socialista” dirigido por altos oficiales militares, bajo el mando del general Ne Win. Lanzó una importante cruzada anticomunista en nombre de la defensa del budismo (la religión mayoritaria de Birmania).
Los comunistas birmanos no pudieron resistir este ataque, principalmente porque nunca habían luchado por las ideas comunistas entre las masas. El gobierno chino (tomando el camino capitalista) se alió con el régimen militar birmano.
A diferencia de la mayoría de los grupos comunistas que se identifican como tales hoy día, el Partido Comunista Obrero Internacional ha aprendido estas lecciones y más. Invitamos a los lectores de Myanmar y de todas partes que se nos unan y organicen colectivos que ahora estamos aprendiendo a ponerlos en práctica.
El heroísmo de las masas birmanas en movimiento, como la lucha de los agricultores en la India, muestra que los trabajadores no tienen nada que perder salvo sus cadenas. Tenemos un mundo que ganar, movilizando a las masas para el comunismo.
Protesta contra la Presa Myitsone financiada por China en el norte de Myanmar
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