Cartas: Covid, Racismo, y las Escuelas de EE.UU.

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Reapertura de las Escuelas: ¿Para Quién?

Las escuelas en Los Ángeles, como muchas partes de EE.UU., han estado cerradas durante un año debido al COVID-19. Los padres, maestros y estudiantes están hartos de la situación. También lo están los patrones y sus polítiqueros. Pero están hartos por diferentes razones.

Los padres, maestros y estudiantes se han visto obligados a estar socialmente aislados y a adaptarse a una nueva tecnología abrumadora. Las madres, en particular, han tenido que hacer malabares con el trabajo y la ayuda a sus hijos en la enseñanza en línea. Ha habido una disminución alarmante en el aprendizaje, junto con el estrés desenfrenado que acarrea todo esto.

Los patrones y sus polítiqueros se preocupan por otras cosas: producción, pérdida de ganancias y la reelección. Les preocupa que los padres, maestros y estudiantes pierdan por completo la fe en el sistema.

“Existe el peligro para los patrones que todos estamos sobreviviendo colectivamente, de que el sistema capitalista no es necesario y que nos estamos reinventando”, dijo un camarada. Les preocupa que podamos prescindir de las escuelas, pilares para sostener el capitalismo.

El gobernador está ofreciendo miles de millones de dólares para que las escuelas reabran, especialmente para los niños más pequeños hasta los ocho años. El superintendente escolar de Los Ángeles y el presidente del sindicato de maestros ha anunciado un acuerdo tentativo que pondrá a los niños más pequeños de vuelta en la escuela medio día para abril, y a los estudiantes de más edad recibiendo instrucciones en la escuela para principios de mayo.

El 91% de los maestros ya votaron para no regresar a las escuelas hasta que todos los maestros puedan ser vacunados, el nivel de infecciones en todo el condado se reduzca y las escuelas estén debidamente equipadas y hayan sido hechas completamente seguras para evitar infecciones. El liderazgo sindical esta diciendo que estas condiciones han sido establecidas y que los maestros probablemente aprobaran el acuerdo.

Pero, ¿por qué deberíamos confiar en ellos? Esto es en un condado donde el racismo extremo y las viviendas superpobladas han resultado en tasas devastadoras de infección y muerte.

Muchas escuelas carecen de ventilación adecuada; en muchos casos no existe. “Quieren matarnos. Esta apertura aumentará las infecciones”, dijo otra camarada. Esta joven madre negra sabe que los capitalistas no valoran la vida de los trabajadores. El capitalismo puede construir edificios modernos y seguros, pero no para los hijos de los trabajadores.

Pero los patrones tienen una contradicción. Su economía está en problemas y quieren que los trabajadores vuelvan a los laboratorios, las fábricas, tiendas y los restaurantes. Los polítiqueros están en problemas —el gobernador de California está a punto de ser destituido— y quieren que calmar a los votantes y ser reelectos. Nos necesitan para producirles todo en el campo y las fabricas, y nos necesitan para que peleemos sus guerras.

“Es cierto que nos quieren matar y nos están matando. Pero no pueden matarnos a todos. El Ejército de EE.UU. está compuesto de jóvenes de clase trabajadora, y los gobernantes necesitan su lealtad para luchar contra rivales como China o Rusia”, dijo otro camarada.

Los patrones quieren abrir las escuelas para impulsar su economía. Solo se preocupan por los trabajadores y nuestros hijos porque nos necesitan para sus ganancias y sus guerras. Nos matarán con su pandemia, con su policía armada o en los campos de batalla.

Ahora es necesario movilizar a las masas por el comunismo. Ultimadamente nos llevará a la revolución comunista. De esta manera podremos vivir en un mundo en el que toda vida sea valorada al máximo.

Camaradas profesores en California (EE. UU.)

Los Niños de la Clase Obrera Necesitan Educación Comunista, No Escuelas Capitalistas

“Estoy preocupada por los niños en las Escuelas Públicas de Chicago”, dijo un amigo cercano. “La escuela de mi hija en nuestro suburbio acomodado está abierta y está funcionando bien. Pero el Sindicato de Maestros de Chicago está luchando contra la reapertura de las escuelas de la ciudad.

“Mi madre era maestra de Chicago”, ella continuó, “y he caminado en piquetes con ella. Pero fui a esas escuelas y no aprendí nada. Esos niños ya están muy atrasados. Mi amigo en la escuela secundaria que fue nombrado como “él que tiene las más probabilidades de tener éxito” fue a la universidad. Abandono los estudios después de un año porque nunca había aprendido a estudiar”.

“Eso es una contradicción”, dije. “Dices que los niños no aprenden nada en la escuela pero, sin embargo, te preocupa que las escuelas no estén abiertas. ¿Estarían tú o tu amigo peor si hubieran perdido un año de escuela secundaria?”

Ella vio mi punto y estuvo de acuerdo en que era una contradicción. También vio que la nueva y agradable escuela de su hija es muy diferente de las escuelas públicas de Chicago, que se encuentran en decadencia y que padecen una insuficiencia crónica de fondos.

Solo la revolución comunista puede resolver contradicciones como esta.

Ya sea que las escuelas capitalistas sean “presenciales” o “remotas”, no sirven a la clase trabajadora ni a nuestros niños. Para algunos, tener éxito en la escuela puede allanar el camino hacia un trabajo más fácil, mejor pagado o menos alienado. Para unos pocos, es un camino para convertirse en explotadores en lugar de explotados

Pero no hay forma de reformar las escuelas capitalistas para que sirvan a las masas. Los sistemas educativos sirven para reproducir las existentes relaciones sociales de producción.

La educación comunista no será una versión “mejorada” de la educación capitalista. Incluso los niños pequeños harán trabajo real, útil y apropiado para su edad. Aprender cosas nuevas será parte del trabajo de toda la vida de todos.

La educación comunista incluye nuevas habilidades técnicas y una comprensión más profunda de cómo fortalecer las relaciones sociales comunistas. Y muchas otras cosas que satisfarán nuestra curiosidad por el mundo natural y nuestro deseo de hacer y apreciar cosas bellas y maravillosas.

A veces, nuestros arreglos sociales habituales pueden verse interrumpidos debido a una guerra, una pandemia, un clima extremo u otros eventos. Hemos visto, en la pandemia, que quienes tienen dinero pueden hacer arreglos alternativos para ellos. En el comunismo, haremos arreglos alternativos para todos.

Muchos de nosotros, y nuestros amigos, estamos luchando con la cuestión de la reapertura de la escuela. Replanteemos la discusión como “¿educación capitalista o educación comunista?”

Ex profesora de Chicago (EE.UU.)

Lee nuestro folleto:

«Educación Comunista para una Sociedad sin Clases»

disponible aquí

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