Construyendo Colectivos Comunista Entre la Juventud aquí ♦ Compartiendo Artículos de Bandera Roja aquí ♦ Obreras/os de la Salud Sirviendo a los Trabajadores aquí ♦ Cambio de Perspectiva Después de Unirme al PCOI aquí ♦
Necesidad de Crear Nuevas Células Comunistas en El Salvador
El Salvador. – Durante años he mantenido el deseo de ver crecer aún más El Partido Comunista Obrero Internacional. En los últimos años, inicié un plan para ganar más jóvenes a las ideas comunistas, por lo cual compartí Bandera Roja entre estudiantes del Instituto Nacional, les ayudaba a las tareas y aproveché el momento para hablarles de las ideas comunistas; tres jóvenes se entusiasmaron, pero, cuando comentaron a un docente quien les ayudaba con sus tareas y les hablaba sobre el comunismo inició una lucha para hacerlos desistir. Dejaron de visitarme y luego me contaron lo que el maestro les decía, que él creía que el comunismo era malo. Yo les expliqué el error en que estaban, pero solamente siguió uno que al final perdí todo contacto con él, en la medida que se trasladó a otro centro de estudios.
Con esta experiencia inicie otra lucha, en la escuela donde trabajo, con jóvenes de tercer ciclo, cuando faltaba algún docente yo cubría las clases, siempre estaba pendiente de los temas que estudiaban en la asignatura de Estudios Sociales y cuando un maestro no llegaba aprovechaba para introducir las ideas comunistas, logre tener un grupo de cinco jóvenes y estaban bastante interesados, el problema con algunos fue cuando se fueron al bachillerato, perdía el contacto porque se retiraban de la institución.
Para el 2020, me plantee la meta de retomar esta estrategia para ganar jóvenes al partido comunista, estábamos en el proceso de ganar la confianza para que ellos aceptaran mi orientación en sus tareas y aprovechar para hablarles de las ideas comunistas, pero todo quedó paralizado cuando se vino lo de la pandemia por COVID 19 sin embargo todas estas experiencias me han servido para darme cuenta que si se puede ganar jóvenes al comunismo, no he desistido ni lo haré en realizar nuevos proyectos para reclutar más personas.
Ahora estoy en otro proyecto, y lo estoy iniciando desde el grupo familiar, tengo cuatro lectores y puedo hablar directamente con ellos de que solo una revolución comunista puede ayudarnos a derrotar al capitalismo. Seguiré luchando por ganar más personas el comunismo.
Toda esta experiencia que he desarrollado, me han ayudado para ir aprendiendo más, sobre como ir haciendo la lucha para ganar más jóvenes al comunismo y organizarlos en el Partido Comunista Obrero Internacional.
Compartiendo Artículos de Bandera Roja Ayuda
Recientemente, estábamos sentados mi amigo y yo, con el cual he estado luchando para que ingrese al Partido, cuando recibimos la ultima edición de Bandera Roja. Compartimos uno con él. Mientras leíamos, vio un artículo de otro camarada sobre religión.
Lo inspiró a compartir su sentir. Dijo: “Este es un buen artículo. Al final de cuentas, la tierra prometida es una sociedad donde la gente vivirá sin las cosas malas que vemos ahora”.
Él siempre creyó que mi negativa/escepticismo de ir a la iglesia con él se debía a que, de alguna manera, no soy la persona adecuada o era debido al Partido o algo por el estilo. Hablamos más y más profundamente después de eso. Nos contó mucho más sobre su trabajo. Trabaja en una panadería
Dijo: “Realmente puedo ver cómo los patrones exprimirán todo de nosotros los obreros hasta dejarnos secos sin vida. Trabajamos en la fábrica de ocho a diez horas diarias y nos pagan solamente de 9 a 12 Rands por hora (70 a 90 centavos de dólar)”.
El dinero que reciben no puede ni siquiera comprar una barra del pan que hacen. Mientras que ellos producen miles por hora para los patrones.
Continuó diciendo: “Hombre, este trabajo ha consumido una gran parte de mi vida. Entro a trabajar a las 6 de la mañana, vuelvo más tarde. Estoy cansado. Ni siquiera puedo hacer algo más que irme directamente a dormir y luego despertarme la mañana siguiente. ¡Es lo mismo otra vez!
“El dinero que me dan más adentrada la semana va a pagar por el transporte. ¡Me quedo literalmente con nada, nada! Estoy de mal humor, hombre. Todo lo que veo es la fábrica y mi cuarto. No tengo vida social. De hecho, puedo sentir que el trabajo me agota física y emocionalmente”.
En el comunismo no tendremos que trabajar largas horas porque produciremos para las necesidades de nuestra clase, no para producir ganancias y habrá trabajo útil para todos. Todos podrán contribuir algo.
La razón por la que los obreros del mundo trabajan muchas horas es porque los patrones capitalistas quieren obtener máximas ganancias reduciendo el número de obreros para pagar menos en salarios. Al mismo tiempo, aumentan los horarios para que los pocos que quedan puedan sacar la producción con el reducido número de obreros.
Mi amigo tomó algunas copias de la Bandera Roja y dijo que se las iba a dar a algunos trabajadores en su lugar de trabajo. Dijo que debemos ir allí y distribuir Bandera Roja porque los obreros no están contentos. Están enojados
Los obreros tienen toda la razón de estar enojados. Pero lo más importante es que los obreros tienen una razón para luchar contra los patrones capitalistas, destruir su sistema con una revolución comunista y establecer una sociedad en la que no trabajen por dinero ni para patrones individuales, sino para satisfacer sus necesidades.
Camarada en Sudáfrica
Obrera de la Salud: Sirviendo a la Clase Obrera Bajo Ataques Patronales
El Salvador. – “Me discriminan día a día y aunque en mi trabajo como parte del Seguro Social lo haga muy bien, para la patronal dentro de la fábrica sigo siendo una piedra en el zapato”.
En una de las células donde entregamos Bandera Roja se abrió la discusión con una camarada lectora que trabaja en la salud dentro de la fábrica, después de recibir Bandera Roja, habló sobre como su lucha organizada dentro del Partido Comunista Obrero Internacional la ha hecho sentirse útil para nuestra clase obrera, pero a la vez atacada por los patronos y sus sirvientes.
La camarada siguió hablando, “Estoy en estos momentos un poco desesperada pues mi papel como trabajadora para los patronos es de poco valor y quieren que me vaya”.
Después de escuchar esto un camarada obrero le dijo, “Anímese a no perder la línea del Partido y a seguir en la vanguardia de lucha, pues esto se ve a nivel mundial a través de Bandera Roja”.
Y de esta discusión surgieron unas preguntas ¿cómo será la vida cotidiana en un sistema comunista? ¿Como seremos tratados todos? Pues como obreros en las maquilas se ha empezado a confiar en la línea revolucionaria del PCOI; que no habrá diferencias de clase, es decir no habrá más explotados ni explotadores, pues estos actos de discriminación se dan solo en este sistema patronal y nunca las fuerzas de trabajo se ven valorizadas.
Los patronos sólo se interesan en que les regalemos nuestra fuerza de trabajo para generar su producción, para absorbernos todo nuestro tiempo y labor, mientras ellos se quedan con todas las ganancias.
En el comunismo la producción se generará de acuerdo con las necesidades que se tengan, tendremos más tiempo para nuestras familias y amigos; no como hoy, que ni vacación de Semana Santa quieren que tengamos.
Para concluir al final de la reunión la camarada que trabaja en la salud dentro de la fábrica dijo, “Escribiré una carta y lo enviaré a Bandera Roja, para que trabajadores de otros lados del mundo se den cuenta de nuestras luchas diarias”.
El Cambio de Perspectiva Después de Que Ingresé al PCOI
Es un placer ser parte de la lucha para movilizar a las masas para el PCOI y educar a la gente sobre lo que significa ser comunista. Lo que quiero decir con «placer» son los cambios de crecimiento y conocimiento que he adquirido en el Partido.
Ser un camarada del PCOI ha tenido un impacto inmenso en mi ser. Ahora estoy consciente de la explotación que los capitalistas están utilizando para control la República de Sudáfrica y de todo el mundo. Esto es cierto ya sea que la gente lo crea o si no.
Mi colectivo tiene un gran potencial, como yo lo veo. Potencial que podemos utilizar para decirles a las masas d e que ya basta con las tácticas manipuladoras que usan los capitalistas para dividirnos. En verdad, las fronteras, la pobreza, el sexismo, la política, la televisión, etc., son las herramientas que utilizan estos animales malvados para dividir a la gente.
Pero la herramienta más peligrosa que conquista todo es el dinero. Lo utilizan para que nos sintamos mejor que los demás, ya que el dinero es el medio de intercambio que nos une a ellos y nos hace vulnerables en ocasiones.
La parte más repugnante de este cáncer en este ciclo en el que giramos es que nadie de la clase trabajadora ve cuán profundos y sucios son aquellos para quienes trabajamos. Porque nada de lo que hace la clase obrera está hecho para satisfacer las necesidades de la clase obrera, sino para beneficio de los capitalistas. Y las ganancias obtenidas por la clase obrera también terminan en los bolsillos de los capitalistas. Solo piensa en ello. ¿No es eso más allá de ser cruel?
Puedo hablar hasta el anochecer de cómo mis ojos se han abierto tanto en cuanto a lo que está sucediendo en todo el mundo. Pero el punto que estoy tratando de hacer es: el PCOI realmente está con y por los derechos de la clase obrera, que después de todo es lo que se merece.
Fui camarada de un partido político, pero nunca aprendí tanto, nunca se preocuparon por mí. Nunca estuve expuesto a la verdad, pero se me asignaron tareas para engañar a la gente sobre todo en cuanto a su dinero. Pero mi moral nunca me permitió hacerlo. Me vi obligado a dar marcha atrás porque no podía mentirle a nuestra gente.
Hoy, como miembro del PCOI, defiendo lo que es correcto. Defiendo lo que la gente se merece. Conseguí un colectivo que cree en el valor moral de la honestidad, del liderazgo, de la integridad y, sobre todo, del comunismo.
Quisiera aprovechar esta oportunidad para asegurarles a los camaradas del PCOI que el Partido se mantiene y crece debido a la dedicación que damos para asegurarnos de que crezca. Agradecemos y saludamos por su apoyo a todos los camaradas del PCOI alrededor del mundo: “¡Adelante Camaradas, Adelante!”.
Un camarada en Sudáfrica
Primera página de esta edición