El Nacionalismo y la Religión Son Callejones Sin Salida para la Rebelión Palestina

Las Masas Necesitan el Comunismo aquí ♦ Llevando Ideas Comunistas a la Protesta Palestina en Sudáfrica aquí ♦

HEBRON (Palestina), 18 de mayo —Masas protestan en Cisjordania mientras continuaban los ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza. Sus dos millones de residentes son nominalmente autónomos, pero Israel (con el apoyo de Estados Unidos) controla el espacio aéreo, la costa y seis de sus siete cruces terrestres de Gaza. Afirma el derecho de sus militares a entrar en Gaza a voluntad. Solo la revolución comunista puede aplastar el colonialismo y la ocupación.

Tel Aviv (Israel) Manifestantes judíos apoyan la lucha Palestina. Bajo el sistema de Apartado, judíos y palestinos raramente trabajan lado a lado como compañeros de trabajo. Solamente un partido comunista revolucionario, no sindicatos nacionalistas, puede unificar a la clase obrera para derrotar el capitalismo y el racismo.

El Nacionalismo y la Religión Son Callejones Sin Salida para la Clase Obrera

Rebelión en Palestina: Las Masas Necesitan el Comunismo

31 de mayo-El gobierno fascista israelí provocó un conflicto desigual de 11 días con Hamás en Gaza al intensificar sus ataques contra las masas palestinas en Cisjordania. No previó la fuerza y la furia de la respuesta de las masas. Estas protestas continúan mientras sus simpatizantes tienen mítines de solidaridad en todo el mundo.

El primer ministro israelí Netanyahu está luchando por su vida política y por evitar la cárcel. Ha organizado el asesinato masivo de civiles en Gaza y la destrucción de hogares, hospitales y otros lugares en un intento infructuoso de mantenerse en el poder. Las vidas de los trabajadores israelíes también estaban en peligro. Las turbas racistas destrozaron tanto barrios judíos como árabes. Los gobernantes israelíes atacan a los obreros palestinos mediante el terrorismo de Estado, al igual que los gobernantes EE.UU. atacan a los obreros negros con asesinatos y brutalidad.

Esta crisis reveló el creciente aislamiento y desesperación del imperialismo estadounidense, que les da anualmente 4 mil millones de dólares a los gobernantes israelíes. EEUU bloqueó (¡cuatro veces!) una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía “moderación”. Incluso impidió una discusión oportuna.   Un diplomático calificó esto como “un regalo para China y Rusia”. El presidente Biden captó el mensaje. Emitió una débil y tardía petición de alto al fuego.

Crisis de Desalojo: La Estrategia Racista de Dividir y Conquistar de los Gobernantes

La política del gobierno israelí pone a disposición de los judíos viviendas baratas en la Cisjordania palestina para destruir cualquier posibilidad de un Estado palestino. Algunos judíos, motivados por el racismo y el nacionalismo religioso, intencionalmente practican esta política.

Desde abril, la policía israelí ha estado desalojando a familias palestinas de Sheikh Jarra (en Jerusalén) para expandir los asentamientos ilegales. Las familias movilizaron simpatizantes, especialmente jóvenes, en Cisjordania. Muchos palestinos manejaron sus autos por horas para unirse a los plantones en Jerusalén. Organizaron marchas de solidaridad en todo Israel / Palestina.

El ejército israelí atacó estas protestas. El 22 de abril, el grupo racista armado israelí Lehava marchó por Jerusalén gritando “Muerte a los árabes”.

Las fuerzas israelíes prohibieron a los palestinos reunirse en espacios públicos. La Ciudad Vieja de Jerusalén se convirtió en un campo de batalla diario. Las tropas israelíes dispararon contra los manifestantes palestinos, hiriendo a cientos y matando a muchos. Las protestas aumentaron.

Las tropas israelíes invadieron entonces la mezquita de Al-Aqsa. Los fieles del Ramadán se defendieron. Autobuses llenos de palestinos acudieron a rezar a Al-Aqsa en solidaridad. Los manifestantes cerraron la principal carretera israelí entre Tel Aviv y Jerusalén.

Hamas (con sede en Gaza) respondió con cohetes caseros. El ejército israelí hizo llover el terror sobre Gaza con aviones de combate y misiles proporcionados por Estados Unidos. Aproximadamente 20 veces más palestinos que israelíes murieron.

Las Masas Palestinas Luchan por su Supervivencia

Los trabajadores palestinos, como muchos otros en todo el mundo, luchan por permanecer en sus hogares, poner comida en sus mesas y evitar ser asesinados.

La lucha contra el apartheid israelí tiene mucho que aprender de la lucha sudafricana. Más de 25 años después del fin del apartheid, la mayoría de los trabajadores negros sudafricanos viven en las mismas barriadas. Están desempleados o superexplotados en los mismos trabajos agotadores. No es un gran consuelo que sus opresores sean ahora capitalistas negros, incluidos los antiguos líderes antiapartheid.

Por eso muchos trabajadores y jóvenes negros y de otras nacionalidades en Sudáfrica están leyendo con avidez la literatura del Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI). Han aprendido, y la lucha contra el apartheid israelí debe aprender, que para salir victoriosos y derrocar al estado racista, la lucha debe ser multirracial y por el comunismo.

El comunismo significa la abolición del racismo, del nacionalismo y de las naciones. Significa el fin del terror imperialista y del asesinato por parte de los ejércitos opresores de ocupación.   Significa el apoyo colectivo a los que luchan por acabar con cualquier forma de capitalismo para crear el comunismo.

El nacionalismo, árabe y judío, sirve de pararrayos para desviar la ira de las masas contra el capitalismo hacia una guerra fratricida contra nuestra única clase obrera. Impide que los trabajadores vean que su enemigo es la clase dominante capitalista y sus patrocinadores imperialistas (estadounidenses, europeos, chinos o rusos).

Un corresponsal palestino se lamentaba de que Jerusalén no tiene “un liderazgo palestino que pueda calmar la ira y resolver las preocupaciones locales”. La mayoría de los palestinos no tienen lealtad a Hamás, Fatah o al cada vez más irrelevante Abbas de la Autoridad Palestina apoyada por EE.UU. Los jóvenes manifestantes están formando redes y conexiones donde no ha habido protestas organizadas durante décadas. Su ira está justificada. Sus preocupaciones son tanto globales como locales.

La lucha contra el apartheid israelí debe convertirse en una lucha revolucionaria unida de palestinos y judíos antirracistas por el comunismo. El interés común de todos los trabajadores por acabar con la explotación es la base material de esta unidad.

Invitamos a todos, y especialmente a los jóvenes líderes antirracistas de base en Palestina, Israel y otros lugares, a leer y escribir para el periódico Bandera Roja y a ingresar al Partido Comunista Obrero Internacional y construir colectivos.

Hamas es una ramificación de la Hermandad Musulmana de Egipto. Al principio, el gobierno israelí lo apoyó, junto con la Jihad Islámica, como oposición palestina a los nacionalistas seculares de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y su facción política más grande, Fatah.

Hamas es una organización islámica imbuida, como Fatah, de nacionalismo y anticomunismo. Ali Abunimah, de Electronic Intifada, describe sus políticas como neoliberales. Sin embargo, han obtenido el apoyo de muchos de los dos millones de palestinos residentes y refugiados en Gaza a través de amplios servicios sociales.

A diferencia de la Autoridad Palestina, Hamas no está vinculado al gobierno de Estados Unidos. Su principal apoyo financiero externo es Qatar. También han obtenido algunos conocimientos militares, aunque no armas reales, de Irán. Es por eso por lo que sus cohetes caseros y no guiados han mejorado. Pero todavía no son rival para los aviones de combate y misiles de última generación suministrados por Estados Unidos que atacan principalmente objetivos civiles en la Franja de Gaza.

Hamas llegó al poder a través de las elecciones palestinas de 2006 orquestadas por la administración de George W. Bush. Hamas ganó estas elecciones en Gaza. Luego, la Autoridad Palestina vinculada a Estados Unidos en Cisjordania intentó sin éxito derrocar a Hamas y extender su gobierno a Gaza. Desde entonces, el ejército israelí ha mantenido un asedio completo en la franja de Gaza, bloqueando el flujo de mercancías y personas. Por eso, Gaza se considera la prisión al aire libre más grande del mundo.

Sudáfrica: Llevando las Ideas Comunistas a la Protesta Pro-Palestina

“Dame cinco copias de Bandera Roja, se las distribuiré a los camaradas”. Esta fue una respuesta entusiasta de dos camaradas que formaban parte de varios cientos de manifestantes en Gqeberha (Port Elizabeth). Un camarada maldijo al fascista Modi y dijo que era igual que Netanyahu.

Casi todo el mundo tomó Bandera Roja, diciendo: “Este es un periódico comunista, lo tomaré”. Un trabajador mayor que tomó el periódico regresó a buscarnos. Dijo: “La Comuna de París, hace 150 años, tiene que repetirse ahora”. Después de tomar su información de contacto, dijimos que teníamos un artículo sobre la Comuna de París en Bandera Roja. Se puso super contento.

Cientos de personas, algunas tan jóvenes como de 5 o 6 años, se unieron a camaradas hasta de 80 años. Hubo un torrente de ira y determinación de luchar en Gqeberha en el lado del océano. Llegó gente del Líbano, Palestina, Somalia, Bangladesh, Medio Oriente junto con gente de color, negros y algunos trabajadores blancos. Los trabajadores y otras personas salieron de los rascacielos para apoyar.

Nuestra respuesta contrasta fuertemente con la línea pacifista y nacionalista impulsada por los líderes de la marcha. “La lucha comunista para aplastar el fascismo” fue nuestro mensaje dondequiera que llegamos a las masas. Tenemos muchos contactos. Tan pronto como terminó la marcha, comenzamos a contactar a las personas que conocimos en la manifestación.

Nuestros camaradas tienen la tarea de construir una relación comunista con los nuevos contactos. Tomamos esto muy en serio porque podemos reemplazar esta dictadura fascista, que es mortal pero extremadamente débil. Nuestro trabajo es organizar a las masas para acabar con esto para siempre con la revolución comunista.

Camaradas en Gqeberha

Primera página de esta edición

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