Mas Cartas: Construyendo Relaciones Comunistas; Combatiendo el Racismo

Fortaleciendo las Relaciones Comunistas aquí ♦ “Raza” es Construcción Social aquí ♦

Fortaleciendo las Relaciones Comunistas

Nuestro colectivo discutió un reporte reciente que decía: “Toda relación comunista tiene dos aspectos. La lucha sobre las ideas y la práctica comunistas es primordial, pero nunca haremos progreso a menos que las conexiones también sean personales”.

Una camarada comenzó la discusión con la reflexión de que las conexiones personales entre los camaradas del Partido parecían mucho menos cercanas que en el pasado.  Luego, ella recordó, pasamos mucho más tiempo juntos en fiestas de cumpleaños y otros eventos sociales.

Otra camarada dijo que eso era cierto para su círculo de viejos amigos (no miembros del Partido).  Solían socializar mucho informalmente. Pero a medida que maduraban, “se preocupaban más por las apariencias – más aburguesados”. Las reuniones se volvieron más formales y menos frecuentes.

El creciente aislamiento y alienación de muchas personas en EE.UU. se hizo bien conocido con el libro Bowling Alone (Boleando Solo, 2000), mencionó un tercer camarada. Necesitamos luchar contra eso construyendo relaciones comunistas en lugar de la solidaridad patriótica que los patrones quieren.

Pero ¿qué es una relación comunista?  O mejor: ¿Cómo podemos fortalecer las relaciones entre los comunistas y con las masas?

“Cuando tenemos metas similares y trabajamos juntos”, opinó un camarada.  “Uno tiene que estar presente “.

“No hemos estado presente lo suficiente para los unos y los otros “, dijo otra.  Relató, con emoción, varias historias de camaradas que se volvieron menos activos mientras pasaban por dificultades personales.  “Necesitamos comunicarnos con las personas, especialmente cuando desaparecen”.  Ella era crítica consigo misma y con otros que no habían hecho eso.

“Es una lucha entre el individualismo y colectivismo”, ella continuó.  “Tenemos que hacer todo lo posible para continuar la lucha comunista y no abandonarla porque estamos muy ocupados. Necesitamos construir unidad para continuar la lucha. La gente quiere ser escuchada. No puedes convencerlos de nada si no creen que los estás escuchando”.

Otro camarada cuestionó la idea de que una relación comunista significaba hacer trabajo comunista juntos.  Si eso fuera cierto, ¿cómo lograrían los camaradas que otros hicieran trabajo comunista?

“Necesitamos pasar tiempo de calidad con ellos”, ofreció una.  “Tenemos que mezclar lo político y lo personal”. También instó la importancia de desarrollar líderes más jóvenes.  Y aceptó pensar en qué más podría ella contribuir, dadas sus habilidades e intereses, pero también las limitaciones de su tiempo.

“Necesitamos cultivar amistades entre grupos de diferentes edades”, reflexionó un camarada mayor.

La discusión nos dejó mucho más que pensar.  Terminó con cada camarada presente comprometiéndose a tareas específicas para fortalecer las relaciones comunistas dentro y fuera del Partido.

—Camarada en California (EE.UU.)

Eliminemos el Concepto de Razas

Aprecié cómo el artículo “La Letal Racista ‘Teoría del Reemplazo’ Sirve los Intereses Capitalistas” expuso las prácticas e ideas racistas de la “Teoría del Reemplazo” y el “Destino Manifiesto”. Hizo un excelente trabajo en conectar tales prácticas racistas con los intereses de la clase dominante. Sin embargo, no declaró directamente que todo el concepto de “razas” es una construcción social creada por los capitalistas para dividirnos y maximizar las ganancias. Las razas simplemente no existen. No hemos afirmado proactivamente esto como un hecho en Bandera Roja. Deberíamos revisar esto dado el actual ataque de polarización en los EE. UU. y el mundo: todas las divisiones están basadas en “razas”.

Uno de los primeros en usar “razas” fue un científico alemán, Johann Friedrich Blumenbach, alrededor de 1776. En ese tiempo, los estadounidenses de origen europeo se tragaron su mentira de que había cinco categorías: “Caucásico”, “Mongol”, “Malayo”, “Etíope” y “Americano”. Esa mentira fue tergiversada para adaptarse a las necesidades de los imperialistas hambrientos de tierra y poder. La división de los seres humanos en diferentes “razas” hizo posible que los estadounidenses blancos esclavizaran a los africanos negros, disparando por las nubes las ganancias de los capitalistas.

Hasta el día de hoy, los capitalistas usan “razas” para dividirnos y maximizar sus ganancias. Definen “razas” siempre en sus términos. Miremos la historia de las designaciones de “razas” del censo de EE. UU. En 1800, había tres categorías: blancos libres, esclavos y todas las demás personas libres excepto los indios que no pagaban impuestos. En 1860 había: “Blancos”, “Negros”, “Mulatos”, “Esclavos Negros” y “Esclavos Mulatos”. En 1980, había: “Blanco”, “Negro”, “Japonés”, “Chino”, “Filipino”, “Coreano”, “Vietnamita”, “Indio (estadounidense)”, “Indio asiático”, “Hawaiano”, y la división continúa. Avancemos rápidamente hasta 2000 e incluso podemos escoger más de una “raza”.

El racismo es un subproducto de la idea misma de razas. Todos tenemos orígenes étnicos ricos y valiosos basados ​​en culturas, prácticas y creencias. Podemos tener diferentes etnias, pero compartimos una raza: la raza humana.

Lo que es más importante, la clase dominante usa “razas” para controlar nuestros comportamientos y prejuicios hacia aquellos trabajadores que creemos que son diferentes. Pero tenemos más en común de lo que ellos quieren que creamos. Sí, debemos abrazar nuestras diferencias culturales y étnicas, pero debemos rechazar la idea de “razas” en cada oportunidad.

“Debemos conocer nuestra verdadera historia” que es que solo hay una raza humana. Todos somos miembros de la misma clase: la clase obrera. Destruir el capitalismo significa destruir muchas ideas explotadoras de los capitalistas y “razas” es una de ellas.

En solidaridad, Docente Rojo en Los Ángeles (EE.UU.)

Primera página de esta edición

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