Huelga en Sudáfrica aquí ♦ Carta Obrerxs de las Maquilas Contestan aquí ♦ Lucha de Clases Comunistas aquí ♦ Concesiones o Comunismo aquí ♦
El 24 de agosto – Miles marcharon en Pretoria, Durban, Johannesburgo y Ciudad del Cabo durante una huelga nacional convocada por dos de las federaciones sindicales más grandes de Sudáfrica. Los obreros están hartos del aumento de los costos, la frecuente pérdida de energía, el alto desempleo, la escalada de violencia de pandillas y la xenofobia. Los camaradas de ICWP distribuyeron un folleto a los trabajadores en Port Elizabeth. Explicaba por qué solamente una revolución comunista puede poner fin a estas lacras del sistema capitalista que sólo valora el dinero y las ganancias.
Crítica y Autocrítica nos Ayuda a Avanzar en la Lucha por el Comunismo
El Salvador—Estamos viviendo los horrores del capitalismo igual que los compañeros obreros de las maquilas en todas partes del mundo. Entendemos sus problemas y vemos muchas protestas y movilizaciones que se convierten en oportunidades para organizar para nuestro Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI).
Como PCOI sabemos que nuestra línea es poner por delante la lucha por el comunismo y aun así hay días que la situación al interior de la fábrica ha sido de enfrentar ataques de los patrones y lideres sindicales.
Una amenaza patronal nos llevó a tomar la decisión de enfrentar a los patrones en sus oficinas (carta en edición de Bandera Roja Vol. 13 #9). Pues como comunistas tenemos que estar del lado de los obreros, esta acción no es lo que nos define como organizadores del PCOI. Nos define nuestra lucha permanente por reclutar a más obreros, la creación de nuevas células y la lucha por más lectores de Bandera Roja.
Fuimos criticados fuertemente o tal vez observaciones muy objetivas, pues dijeron que no tenemos que lanzarnos así a los leones capitalistas.
He leído las cartas de la Colectiva editora de Bandera Roja y el camarada en Canadá relacionadas con la acción que realizamos. “Ningún código laboral o declaración de derechos protege a los trabajadores”, en esto tienen razón. Pero también es cierto que necesitamos mostrar a los obreros que no vamos a estar pasivos ante medidas represivas. La acción sirvió para que otros trabajadores se acercaran al Partido.
Pero de esta acción aprendemos que necesitamos tomar decisiones colectivas, y no confiar en la democracia burguesa.
Comprometidos con el Partido, en una reunión de célula que realizamos cada semana al final de la jornada laboral se abrió la reunión con la entrega de Bandera Roja. Luego se abrió la discusión retomando el tema de las luchas obreras, de cómo movilizar a más trabajadores para el comunismo sin olvidar que una lucha de reforma no es la solución para la clase trabajadora.
Hemos hablado en reuniones de célula que realizamos cada semana, que debemos tener una meta de corto tiempo que es reclutar más miembros, una meta de mediano plazo, ya teniendo una base más amplia y fuerte crear estrategias de lucha comunista con la que logremos abolir la esclavitud asalariada.
Camarada en la Maquilas
Organicemos la Lucha de Clases Comunista en las Concentraciones Industriales
El principio rector del PCOI es “movilizar a las masas para el comunismo y nada menos”. Nuestra estrategia para evitar la trampa del reformismo es organizar la lucha de clases comunista.
La lucha de clases es reformista o es comunista. Todos los partidos comunistas anteriores se basaron principalmente en la lucha de clases reformista para movilizar a las masas de obreros, soldados y jóvenes por el socialismo, la liberación nacional, la democracia, etc.
Los comunistas deben organizar conscientemente la lucha de clases comunista. El viejo movimiento comunista no hizo esto consistentemente.
¿Qué es la lucha de clases comunista? Definámosla como cualquier cosa que hacemos para movilizar a las masas para luchar directamente por el comunismo y nada menos.
Esto tiene dos niveles distintos pero interrelacionados. Uno es la lucha ideológica para ganar trabajadores al Partido. El otro es la lucha ideológica para movilizar a estos miembros del Partido y su base para que organicen a las masas para que estas respondan a los ataques del capitalismo o para que pasen a la ofensiva contra el capitalismo.
Esto incluye acciones masivas: discusiones, enfrentamientos, manifestaciones, paros, huelgas y eventualmente insurrección armada. No impulsamos soluciones o demandas reformistas, solo soluciones y consignas comunistas.
A través de estas acciones, la revolución comunista se convierte en una posibilidad y eventualmente en una realidad. Como escribió Marx, “La teoría se convierte en una fuerza material cuando se ha apoderado de las masas”. Es la única fuerza capaz de destruir el capitalismo y construir un mundo comunista.
Ambos niveles de lucha son indispensables y complementarios. Sin embargo, una vez que hemos reclutado un cierto número de camaradas, el reclutamiento masivo solo puede avanzar logrando que estos y su base movilicen a las masas para tomar acciones concretas contra el capitalismo. Esto es principalmente lo que entendemos por lucha de clases comunista.
Las luchas de clases comunistas masivas sentarán las bases materiales e ideológicas para construir masivamente las indestructibles relaciones sociales comunistas- entre nosotros y las masas, y entre las masas mismas – cruciales para hacer la revolución y construir el comunismo en todo el mundo.
Luchar para movilizar a las masas en torno a nuestros lemas políticos avanzados hará avanzar la comprensión ideológica de todos. Creará la base para avanzar nuestra línea política con participación directa de las masas.
Hoy reclutamos y movilizamos a los indispensables unos y dos. Estos organizarán y dirigirán las luchas de clase comunistas masivas necesarias para movilizar y reclutar a los millones necesarios para hacer la revolución comunista. Es la única forma de movilizar masas de trabajadores, soldados y jóvenes directamente bajo nuestro liderato, especialmente en nuestras concentraciones.
Yendo a huelgas y manifestaciones obreras para masificar las ideas comunistas es necesario, pero no es suficiente. Le resta importancia a nuestra estrategia principal de movilizar a las masas en las concentraciones del Partido en la industria, el ejército y entre la juventud.
Participamos en las luchas de clases reformistas en el trabajo, pero no las organizamos ni las dirigimos, aunque los trabajadores nos lo pidan. Salimos a la huelga con ellos, hacemos piquetes y luchamos con ellos contra los esquiroles y la policía. Estamos allí físicamente para desarrollar los lazos que nos permitan luchar contra su reformismo y ganarlos para el comunismo.
Continuamos reclutando a los de unos y dos, pero hacemos que ellos y su base organicen acciones de masas a corto plazo ahora – en comparación con nuestro objetivo a más largo plazo – para ayudar a construir un Partido masivo que luego movilizará masas aún más grandes para la revolución comunista.
—Camaradas en California (USA)
Luchas Combativas por Concesiones versus Lucha de Clases Comunista
Una carta (última edición) diferenciaba entre “concesiones” y “reformas”. Veía las “concesiones” como cosas como ser el aire acondicionado en un día sofocante. Contrastó esto con exigir representación sindical en un comité de salud y seguridad. Exigir concesiones, dice, no es reformismo como exigir puestos sindicales en un comité. Dice que los comunistas deberían liderar luchas por concesiones, pero no por reformas.
No creo que esto sea útil. Por supuesto que no lideramos luchas por la representación sindical en los comités patronales. Mostramos cómo los líderes sindicales son uña y carne con los patrones.
Pero ¿qué de demandas por aumentos salariales? Serían “concesiones”, pero la carta no aborda la contradicción entre luchar por mejores salarios y luchar para acabar con el sistema salarial. Muchas (si no todas) las “concesiones” plantearían problemas similares.
Cuando estaba en la universidad hace años, el grupo izquierdista Estudiantes por una Sociedad Demócrata (SDS) lideró una huelga estudiantil masiva contra la guerra y a favor de los trabajadores, en torno a “ocho demandas”. Esas concesiones incluían poner fin al entrenamiento de oficiales del ejército para la guerra de Vietnam y detener la expansión universitaria en los barrios de clase trabajadora. Los estudiantes y profesores liberales se opusieron a SDS organizando un “Comité para la Reforma Estructural Radical”.
Al principio, pensé que el comité sonaba más… radical. Claramente, la universidad necesitaba un cambio más fundamental que las “ocho demandas”. Pero la “reforma estructural radical” pronto resultó ser una distracción. Las demandas de SDS de “concesiones” al menos desenmascararon tanto a EE. UU., como a la universidad, como imperialistas.
Pero ¿apoya este ejemplo a la carta? No. SDS y su liderazgo comunista (PL) crecieron rápidamente y construyeron una base masiva. Pero su énfasis en luchar combativamente por demandas relegó al comunismo (e incluso al socialismo) a un segundo plano. De los miles que lideró el PL y las docenas que reclutó de esa lucha, solo un puñado (si eso) se identificaban como comunistas cinco años después.
¿Qué podría haber sido una lucha de clases comunista en lugar de una lucha reformista liderada por comunistas? Un cartel popular mostraba un puño rojo sobre una letanía de agravios estudiantiles: “Haz huelga por las ocho demandas. Haz huelga porque odias a los policías. Haz huelga porque las clases son aburridas. Haz huelga por el poder. Haz huelga porque están tratando de exprimirte la vida” y otras.
Y si hubiera terminado: ¡Huelga por el futuro comunista que necesitamos! ¿Y si los comunistas hubieran vinculado todos estos agravios al capitalismo-imperialismo racista? ¿Y explicado cómo solo el comunismo satisfará las aspiraciones de los estudiantes?
Un eslogan popular en ese entonces era “¡Atrévete a luchar, atrévete a ganar!” Nuestros colectivos partidistas hoy deben atreverse a liderar la lucha de clases comunista en nuestras concentraciones como mejor la entendamos. Los resultados serán desiguales, como siempre lo es el desarrollo, pero es así como obtendremos una comprensión más clara y una línea más definida.
—Camarada mayor